martes, febrero 05, 2008

THE MONSTER THAT CHALLENGED THE WORLD (1957)


La ciencia ficción de los cincuenta. Qué mundo perverso e inútil, maravilloso e innecesario, emocionante y mortalmente aburrido. Pero hace años yo daba mi vida por una copia en video de It came from outer space de Roger Corman, o de Tarantula, de Jack Arnold. Arañas gigantes, extraterrestres con forma de cucurucho de palomitas, increibles hombres menguantes, planetas prohibidos, babosas gigantes y cavernícolas adolescentes. Hoy podemos disponer de todo eso, películas ocultísimas que antes habríamos soñado pero jamás poseído. Y hoy mismo le echaba un vistazo a The monster that challenged the world. Simpática viñeta de militares y monstruos marinos, chicas que nadan tan panchas en la costa y gusanos gigantes y asquerosos, llenos de baba, que se las comen. El pobre gusano ha puesto un huevo e intenta protegerlo, ante la incomprensión del patético militarucho de turno (enamorado de la secretaria de un puto científico, un tópico obligatorio del género). El gusano este, que dicen que desafía al mundo (?), tiene las de perder, pero espero que antes le parta los huevos al jodido militar y a su novia. Estas criaturas siempre fueron unas incomprendidas.

LA MOMIA (1959)


El mejor director de cine de terror todos los tiempos, Terence Fisher, dirigió a Mr. Lee y a Mr. Cushing en esta maravilla, La momia. Criatura Hammer al cien por cien, la película incluía un fascinante flashback que nos llevaba a los remotos tiempos de los faraones. En la imagen, Cristopher Lee, perdidamente enamorado de una princesa, oficiando un ritual. Mr. Lee era y es un actor fuera de lo común. Aquí, en sus escenas como momia, tuvo que soportar pesados vendajes y a pesar de eso consigue una interpretación tremenda, incluso puso en práctica sus estudios de ballet para dotar a su momia de esos extraños y desesperados movimientos. Aunque eran sus ojos, esa mirada fatal, derrotada, triste a la vez que terrorífica, su principal arma interpretativa.