domingo, junio 12, 2011

ZZ TOP


Ahora que vuelven a Barcelona, y que en mi banda estamos haciendo una versioncita de La grange, me apetece hablar de ZZ Top. Vagos y apalancados como pocos, Gibbons y los otros dos hace años que funcionan al ralentí, mezclando blues tejano a ritmo chop-chop con sus hits de mediados de los ochenta. Arrancarles un disco con nuevas canciones es más difícil que arrancarle una decisión acertada a Zapatero, por más que llevemos años oyendo que Rick Rubin les producirá una nueva obra. Lástima, porque creo que con XXX, de 1999, el trío había encontrado un nuevo lenguaje blues. Sucio, embarrado y mohoso, grasiento y lento, embadurnado en lodo, tierra y tequila. Cómo me gusta XXX, Poke chop sandwich y las demás enchiladas sonoras requemadas y pegajosas de ese disco, y qué pena que no siguieran por ahí. Mescalero, su última entrega en estudio, sonaba parecido, pero eran unas canciones a penas esbozadas, balbuceadas en boceto, vagas y apalancadas, más o menos como son ellos. En directo sin embargo, la empresa funciona perfectamente año tras año. Ya no giran con montajes surrealistas como aquel tour de, creo, Recycler, en el que el escenario representaba un desguace de coches, con una grua que iba trasladando piezas de un lado a otro, y Dusty y Billy tocando encima de esas cintas móviles para correr. Era gracioso y desmesurado. Ahora afinan la propuesta con sus éxitos, cero riesgo y un control de calidad que siempre les ha funcionado. El sonido ZZ Top parece fácil, pero ese sabor, esa elegancia y ese extraño sentido del humor y del blues no los tiene cualquiera. Gibbons toca pocas notas, a veces parecería que se va a quedar dormido a mitad de solo, pero tiene una clase innegable. En el pasado crearon obras mayores como Tres Hombres, Degüello, incluso el dúo ultra comercial Eliminator y Afterburner, causantes al fin y al cabo de que ahora sean unos parásitos de su propio legado. Espero con ganas su concierto veraniego del Poble Espanyol.