sábado, septiembre 06, 2008

LA REPUGNANCIA DE SIEMPRE

Me repugna cada vez más escribir de política. No es una buena época, prefiero pensar en el nuevo disco de Uriah Heep, o en alguna vieja película de Peter Cushing. Hoy leo que un día el ministro de trabajo (Corbacho, otro barón del PSOE catalán que por fin ha recibido su premio sin importar si estaba preparado o no para su cargo, como todos en este juego de compensaciones e imagen mediática socialista en el que se mete, por ejemplo, de ministra de defensa a alguien que no tiene ni idea de armas, ni de soldados, ni de camuflajes), bien, Corbacho dice un día que no más inmigrantes con contratos laborales de origen, que aquí ahora hay mucho paro y gente dispuesta a trabajar, que no vengan más, y al día siguiente, esa Rotenmeier que tanto gusta a todo el mundo (se la ve tan seria a ella...), la vicepresidenta De la vega, desmiente al pobre ministro y dice que inmigrantes con contrato los que quieran, que vengan hombre, que aquí hay trabajo pa´todos ¿En qué empresa seria el director general dice A y al día siguiente le desmiente el presidente con B? Este país es una empresa, pero sus directivos, el gobierno, no son serios. Los medios de comunicación nos tiene tan embotados con información que no refexionamos acerca del nivel tan absolutamente bajo que tienen nuestros jefes políticos. Nos hemos acostumbrado a su nivel pésimo, a su querencia por las frases cortas, pomposas e inútiles, que encima, son desmentidas por uno de su partido a los cinco minutos.