sábado, octubre 18, 2008

GOZAR Y PAGAR

Tiempos de crisis. Apretarse el cinturón consiste en controlar tus gastos, rebajar de aquí y de allá, ahorrar. Pero también significa hacer de la vida algo menos brillante, bajar del cielo al que estabas acostumbrado y empezar a andar por la simple acera de los mortales. Vivir es gozar de lo que quieras y puedas, del amor, de la salud, de la cultura, de la comida, de la música, de los viajes, y todo eso se paga. Sí, también el amor se paga, todos hemos invitado a esa chica que no llega a hacerte caso a unas copas o a una cena, y lo hemos hecho por amor, hemos pagado para reblandecerle las neuronas y poder hacer algo con ella luego, en tu casa o en la mía, y los que son clientes habituales de los bonitos y luminosos locales de la Autovía de Castelldefels también han pagado por amor, o para amar. Pero eso se está terminando. Ahora no irás a ese restaurante donde pica tanto la cuenta pero en el que te sientes un héroe, irás a otro peor, no irás a ese concierto irrepetible pero carísimo, te quedarás en casa, no viajarás, no irás a una obra de teatro que se salga del presupuesto, beberás un vino mucho peor que el Ribera con el que tanto disfrutas y el jamón del mercado, ese que parece dehacerse, glotón, en sus grasas cuando lo miras, tendrá que ser de paletilla. Verás menos películas porque nadie paga para hacerlas, oirás menos música porque nadie paga para crearla. Queda grosero ¿verdad? pero es así: Gran parte de las cosas que nos hacen felices, esas que le dan brillo al planeta, se pagan con dinero. Y ahora tendrás que apretarte el cinturón, y no podrás beber tu Ribera, y te lo pensarás dos veces antes de invitarla a ella a un buen restaurante. Y ella te mandará a tomar por culo.

SMOKING

Dee Dee Ramone, el bajista y crack de los Ramones, pronunció un gran discurso en la ceremonia de inducción de su banda al Rock n´Roll Hall of Fame en el 2002. Mientras los demás miembros del grupo agradecieron el premio a sus compañeros de carretera, al fallecido Joey Ramone o incluso a George W. Bush en el caso del republicanísimo Johnny Ramone, el bueno de Dee Dee soltó el discurso más divertido y surreal ante lo más emperifollado de la industria musical:

"Hola, soy Dee Dee Ramone, y ehm... Me gustaría felicitarme a mi mismo y agradecerme, y darme una fuerte palmadita en la espalda. Gracias Dee Dee. De verdad que eres maravilloso. Te queremos".

Y yo, después de tres semanas y pico sin tocar un cigarrillo, debería dedicarme un discurso así, "un fuerte abrazo Marc, eres lo mejor, te queremos". Ahora, a estas horas de la noche, un buen Pall Mall no estaría de más, pero tengo mis razones filosóficas para renunciar. Y mis razones humanitarias. Mi asma no me dejaba vivir, así que he tomado esta decisión que, mientras dure, me hará bien, incluso toco la armónica decentemente en el grupo ahora. Además, el médico de cabecera tuvo la delicadeza de declararme enfermo crónico, así que cada tres meses, por fin, podré acudir a mis queridos medicamentos, inhaladores de cortisona de todo tipo y color, sin mediar consulta médica, sin que un jodido polluelo licenciado de bata blanca me haga preguntas o se empeñe en hacerme pruebas y solucionarme la vida. Dame la medicina tío, dame la puta medicina.