domingo, agosto 16, 2015

JOAN MIQUEL OLIVER, GRÀCIES

No voy a empezar a comprarme discos de Manel, Amics de les Arts, Mishima y su puta madre. Mis prejuicios me los llevo hasta la tumba. Pero.

Ayer, presenciando algunas canciones en directo de Joan Miquel Oliver, el tiempo se paró. Mejor: él cogió el tiempo, se lo metió en su guitarra, y fue devolviéndonoslo suavemente. Que el ex líder de Antonia Font es un genio ya lo sabía, aunque su música me interese bien poco (si bien adoro alguna canción suya: escuchad Clint Eastwood, es para llorar). Pero él y yo, ayer, estuvimos por unos minutos en la misma dimensión extraña, tierna, pequeña y alucinada. Luego, antes de irme a dormir, volví al nuevo disco de Warren Haynes, todo en orden. A veces hay tormenta y algo de agua entra en casa. Está bien.

A Joan Miquel Oliver he de agradecerle que me salvara por dos o tres canciones, que me transportara de forma tan sencilla. Que me dijera lo que yo no sabía que quería escuchar.