domingo, marzo 29, 2009

DIRIGIR

Tiene gracia. Mañana voy a Madrid a preparar el rodaje de un corto que dirigiré. Yo no soy director, cuando puedo escribo guiones, nada más. Mi última experiencia detrás de la cámara fue en un corto en el 2001, proyecto final de carrera. Recuerdos, cuando me enteré de que el jurado había escogido mi proyecto, le pegué una colleja de alegría al tipo que tenía más cerca, supongo que le hice daño. La experiencia fue enriquecedora, rodamos en la montaña, en el pueblo de mi padre, estuvo bien porque estreché lazos con la genética de mi familia y encima comimos muy bien, pero algo tuvo esa excursión de -pequeño- viaje a los infiernos que me hizo perder la confianza en mi mismo. El corto no fue mal del todo, pero volví a Barcelona requemado y pequeño, pensando que era peor de lo que realmente era. Luego vino el montaje y el proyecto dejó de ilusionarme, son esas etapas en la vida en las que pierdes el norte y das vueltas sobre ti mismo sin saber qué rol juegas. Pasé por alto muchas cosas, dejé de ver a la gente de tú a tú, me sentía inferior ¿os ha pasado alguna vez? Y lo peor es que me sentía inferior a tipos que no me llegaban a la suela de los zapatos. Una lástima. Sin embargo, qué bonito que la vida te de segundas oportunidades. Prometo volver sano del rodaje.