miércoles, mayo 21, 2008

LA DUQUESA DE LANGEAIS (JACQUES RIVETTE, 2008)


Una película de más de dos horas, de época, bien ambientada, mejor interpretada, todavía mejor dirigida. Francesa. Jacques Rivette la dirige. La Duquesa de Langeais es una pausada panorámica por dentro del juego del amor, sus convenciones, sus pequeñas bajezas, la vigilia, el sufrimiento y el orgullo. Y siempre la espera por el gran momento, el momento de la consumación que nunca llega. La Duquesa de Langeais puede no gustar. Ambientada en la época de la Restauración, ese ping pong, acercamiento alejamiento, entre los dos amantes (único argumento, trama, subtrama, único todo de la película) que no llega nunca a su (deseado) fin, es la negación de lo que hoy día entendemos por amor, es decir, creemos que amar es un acto lógico que todos nos merecemos y que debemos probar en cuantas más variantes mejor, un acto que hacemos nacer y matamos a gran velocidad, una y otra vez ¿un objeto más de consumo? Los personajes interpretados por Guillaume Depardieu y Jeanne Balibar sin embargo, son deudores de su única historia de amor, y con ella vivirán y morirán, y aún así, jamás la habrán consumado. Por eso es una película de época, claro.