domingo, noviembre 15, 2015

PARÍS, BEIRUT

Que no me digan que he de sentir lo mismo por un atentado en Beirut que por lo de París.

No es verdad. El amor no es objetivo, ni equitativo. París, la sala Bataclan, un concierto de rock, una banda que me gusta, yo podría ser una de esas personas, y mil cosas que han pasado por mi cabeza desde el viernes. No, no me identifico con Beirut, y siento muchísimo esa y todas las desgracias del mundo, pero mi amor tiene un alcance limitado, y se rige por la distancia, y por afinidades banales y estúpidas. Es así. Nadie quiere por igual a todo el mundo.

He pasado dos días muy triste, estamos todos en estado de shock, estamos heridos. Somos una sociedad, unos valores, y unos kilómetros de distancia.