domingo, julio 12, 2009

VOS (Cesc Gay, 2009)


Divertidísimo juego el que pone encima de la mesa Cesc Gay en VOS, su última película. El género, la comedia romántica, pero ahí terminan los convencionalismos, porque la película traspasa la ficción para integrarse en una supuesta realidad y al revés, los personajes-actores viven sus historias dentro de la película, que están rodando en ese instante, y fuera de esta; se besan en el apartamento de uno mientras la cámara les está filmando, y se pelean en la sala de maquillaje del plató poco después, una misma historia delante y detrás de las cámaras, mientras el equipo de rodaje trajina decorados y focos, un guión que sucede en la ficción y en la realidad sin corte alguno. Recuerda a otro juego, el de Dogville de Lars von Trier, pero aquí todo es más ligero y, como digo, más divertido, mil veces menos pedante. VOS transmite libertad, una libertad nada impostada, algo raro en el plomizo panorama del cine español.

STEVE EARLE: "TOWNES" (2009)


Hay algo del Steve Earle de los últimos tiempos que me distancia de él, aunque su última obra de canciones propias, Washington Square Serenade no era tan deficiente como muchos piensan, por más que vistiera algunos temas de bases rítmicas electrónicas. Es la seriedad con la que se toma a sí mismo, el enfado que parece durarle de la era Bush, su rollo político también, lo que me pica de él. No le pido que vuelva a ser el Steve Earle joven y lleno de gasolina de obras como Exit 0, ni el maduro country rocker que rinde cuentas con su pasado, ya en los 90, con I feel all right, símplemente me gustaría verle rockear con una banda, sonriendo y dejando de lado lo mal que esté el mundo. Su última obra, Townes, dedicada a versionar temas de su ídolo, el cantautor country Townes van Zandt (Steve llegó a bautizar a su propio hijo como Townes, tal es su admiración) no escapa a esa rectitud de sacerdote de pueblo, bien, hasta su homenajeado fallecido en 1997 tenía un envidiable sentido del humor comparado con él, cosa que no desprenden estas canciones. La música de van Zandt es triste sí, pero el tratamiento esencial, sin adornos, y la voz sin pirueta alguna que le da Steve a esta selección no resalta las cualidades de los temas, y sí los hace más lentos, menos dinámicos, sin conseguir tirar del hilo emocional de los originales. No aporta nada. El ejemplo más claro lo encontramos en el clásico de van Zandt Pancho and Lefty, parece mentira que la versión de Steve tenga tan poca gracia, yo creo que la ha tocado, escuchado y amado durante tanto tiempo que ya ha perdido de vista su núcleo emocional. Me enganchan Mr. Mud & Mr. Gold, To live is to fly, o Marie, pero eso no es por la interpretación de Steve, académica a lo sumo, sino porque son inmensos temas de Townes van Zandt. Escuchando Townes, y apreciando la estima que Earle le tiene a su héroe, solo me dan ganas de recuperar discos como High, low and in between o The late, great Townes van Zandt, y emocionarme con esa voz de terciopelo etílico, esas melodías como plumas al viento y esas letras, canciones como If I needed you, Silver ships of Andilar o You are not needed now perecen en la voz de cualquier otro que no sea su creador.