
Cómo la carrera de un director puede ir tan exageradamente cuesta abajo. Lo de M. Night Shyamalan es un caso a estudiar. Desde El sexto sentido cuenta con el bulo de todo Hollywood, que increíblemente todavía se lo toma en serio. Estuve viendo El Incidente, su último film, y de verdad que este hombre ya no puede ir a peor. Sus guiones son de una mediocridad absoluta, su obsesión por parecer profundo es insultante, sus diálogos son infantiles y patéticos, sobretodo cuando intentan parecer graciosos; el desconocimiento de Shyamalan del comportamiento humano es total, porque de sus personajes y las relaciones que se establecen entre ellos no te puedes creer nada, todo es frío, precocinado y recalentado ¿Y qué decir de los finales? siempre empeñado en montar finales inesperados y reveladores, como hizo brillantemente por única vez en su vida en El sexto sentido, pero que ahora son propios del peor culebrón; los finales de Señales, con Mel Gibson recuperando la fé en el último plano, el estúpido clímax a cámara lenta en La joven del agua (¿de verdad alguien puede tomarse en serio esa... cosa?), o la soberana memez de El incidente, con la protagonista contentísima con su predictor, deberían ser censurados, eliminados de la faz de la tierra. Tantos buenos directores muriéndose de asco y este tipo que nos tiene engañados a todos...