martes, diciembre 30, 2014

YA NO SÉ DISIMULAR


Ya no sé disimular. Antes era un actor consumado, un perfecto farsante.

Podías estar conmigo en una cena, o en una reunión de amigos, y pasar un buen rato, nos caemos bien y todo fluye. Mentira. En verdad me pareces un prepotente y no conecto en absoluto contigo, ni ganas. Pero no se notaba. Lo hacía bien. Con un poco de tiempo prudencial de adaptación, podía estar en medios adversos y sobrevivir. Mi capacidad anfibia, aunque lenta, era una de mis virtudes. Una vez adaptado, todo iba bien.

Ahora ya no. Enseguida bajo las defensas en terreno contrario, no lucho por adaptarme porque no me sale, pero es que tampoco puedo. Hablo con personas con las que no pego, e intento que funcione, porque no puedes esperar que todos sean de tu cuerda, porque hay que esforzarse y saber jugar en otros terrenos, porque lidiar con prepotentes, con pesados, con marmotas o simplemente, con gente que no te gusta, es parte de la vida. Pero ya no funciona. Se me nota a kilómetros que no encajo. Me cambia la voz, muevo las manos de forma ridícula, me tiembla el pulso cuando cojo la copa de vino, si hablo no lo hago bien, digo sandeces, y mis pequeños ganchos para que la gente esté bien conmigo dejan de ser efectivos. De repente, me encuentro desnudo, inseguro, y muerto de rabia.

Brindo pues, por los camaleones de este mundo, los que te hacen sentir bien seas quién seas. Yo tendré que reaprender lo que hace tiempo se me daba tan bien, o quizás, simplemente, aceptar que de vez en cuando hablarás conmigo y pensarás que soy un borde. Y pensarás bien.

jueves, diciembre 18, 2014

UNA TARDE CON LALI


Hace no mucho, trabajando para una empresa que prefiero olvidar, pude conocer la labor de Lali Rondalla. Canta canciones infantiles, elabora audio cuentos personalizados, todo muy currado... lo tiene bien montado, pensé.

Ayer por fin, pude conocer en directo lo que hace esta mujer que, seguro, en otra vida fue ratoncito de bosque, o ardilla. Ella es como si a Eilen Jewell le diera por tocar para niños. Es auténtica y viene de muy lejos, con guitarras, ukeleles y pianos de juguete, a contarnos historias de sus amigos del bosque, a hacernos felices con música hecha vuelta y vuelta, ahí delante. Lobos, leones, rockabilly, preciosidades cantadas que conectan con los peques, pero también con sus padres.

Me alegré tanto de que mi hija pudiera estar allí, ver que la música te llega al corazón de una manera rápida y alegre, que mueves los pies al ritmo que marca Lali y su fiel guitarrista. No es fácil que mi hija esté por la música (vino a uno de mis conciertos y se puso a llorar a la segunda canción: "el papi fa massa soroll!"). Es muy pequeña, pero estas cosas son la materia buena que necesita para construirse poco a poco.

Espero que a Lali le vaya bien, a artistas de este tipo no deben faltarles de nada, deben tener dinero y seguridad para poder hacer lo que hacen. Lali tiene una misión importante. Si te cruzas con ella por algún camino, escucha atento lo que tiene que decirte.

martes, diciembre 09, 2014

CUENTAS SEPARADAS


Comiendo con Txell y Kike, comentábamos el tema del dinero entre parejas. Es curioso, pero la mayoría, por no decir todas, las parejas que conozco (¡menos Txell y Kike!), tienen cuentas separadas, cada uno con su sueldo, y ambos van aportando al alquiler, hipoteca, compra etc. según lo tengan acordado previamente.

No lo entiendo. Yo ni me acuerdo si con mi mujer lo decidimos así, o si ocurrió de forma natural, pero jamás hemos tenido cuentas separadas, ni hemos planificado que uno por cobrar tanto aporta tanto ¿de qué coño estamos hablando, de una pareja o de un puto ministerio? Con todos nuestros defectos, me siento orgulloso de no haberle dicho jamás a mi mujer "te toca pagar a ti", cosa que sí he oído en infinidad de ocasiones de otras parejas.

Desde el primer día, mi dinero es tuyo. Me la suda quién gana más, me la suda mi cuenta corriente. Compartimos amor, miedo y derrota, ¿cómo vamos a tener cuentas separadas? Quizás si fuéramos asquerosamente ricos, pero es que somos todos una colla de desgraciats sin mucho dinero que perder, y aún así, tantas parejitas con cuentas separadas, mi dinero es mío, café a medias. Es ridículo.    

martes, diciembre 02, 2014

EL GESTO


Hay que posicionarse, rebelarse, y beber cosas que pensabas que nunca probarías, escuchar música que nunca escucharías.

Hazlo como te salga. Quizás mi forma no tendrá nada que ver con la tuya. Pero en el corazón has de notar que, aunque pasen los años, siempre hay un gesto de disensión, un cambio de paso, una palabra fuera de tono. El mundo puede, y debe, ser rescatado. Y en la operación caben todas las formas y estilos. Sal a la calle, quédate en casa, pinta una pared, no la pintes, cuelga algo en internet, defiende tu opinión, cámbiala, cuida de los tuyos, pide perdón, una palabra, ninguna queja. No hay una sola forma de luchar, cada uno de nosotros somos una forma, un gesto.

En el gesto está la salvación, en acercarnos a nosotros mismos con el máximo tacto, en saber de lo que somos capaces y en dar algo de eso a los demás, algo auténtico, aunque sea una derrota.