
Sospecho que lo que quería Garci con Ninette es lo que deseamos todos en nuestras solitarias noches del desencanto: gozar del desnudo de Elsa Pataky a menos de un metro de distancia. Pero Ninette es otra buena película de este carrinclón y trasnochado director español, sí, lo sé, Garci se parece cada día más una paradita de los encantes, con vajilla usada de hace cincuenta años y mil cachivaches inútiles de otra época. Pero trago con su nostalgia, con sus ganas de hacer películas a la antigua, con mano de mortero y chaca chaca, pasando de que estemos en pleno siglo XXI. Ninette me parece un film encantador, temiblemente sexual claro, con buenos actores fieles al hombre que nos iluminó por la tele con ¡Qué grande es el cine! hace ya años, actores como Carlos Hipólito. Te compro los cachivaches Garci, te compro a Elsa Pataky, no solo como pedazo de carne, sino como actriz aceptable, y firmo que me gusta tu película, como gocé con Historia de un beso. Supongo que soy el único menor de 60 tacos que disfruta con el cine de Garci.