sábado, marzo 21, 2009

PRIEST FEAST (JUDAS PRIEST, MEGADETH, TESTAMENT 19-III-09, PAVELLÓ OLÍMPIC DE BADALONA)


Comparándolo con el concierto de la gira de reunión de hace cuatro años, Judas Priest estuvieron fenomenales el jueves. En aquella gira del 2004 todo resultó frío, desangelado y muy predecible, mientras que ahora, con menos gente en las gradas y compartiendo cartel Rob Halford y los suyos con Testament y Megadeth, la banda se mostró más caliente, con un repertorio que es un regalo para el fan, sobretodo cuando interpretan casi seguidas Eat me alive, Between the hammer and the anvil y Hell patrol, esta última uno de mis temas favoritos de Judas, y sobretodo, pasando de lo lindo del insoportable culebrón hortera de Nostradamus, su último disco, que solo revisitaron puntualmente, sabedores de que dos o tres temas seguidos de este disco pueden hacer perder la paciencia a una jauría de heavys con ganas de brega y cerveza.

Me he quejado mucho del estado vocal de Halford desde que se reunió con su banda de siempre, los años le pesan y ya no sube los agudos en practicamente ningún tema, además, tiene esta forma de cantar jorobado, como luchando porque la voz le responda en los pasajes más duros; ahora mismo pienso igual, pero me sorprendió Rob la otra noche, clavó Eat me alive y aguantó el tormento de cantar Painkiller y Sinner, dos temas que incluso en sus años de gloria ya le exigían grandes esfuerzos vocales. Disfruté con Judas, y lo mejor es que les veo con cuerda para un disquito más (en la onda de Resurrection please) y alguna gira más como esta, como la que están empezando a anunciar en algunos medios, en la que interpretarán entero el British Steel ¡bien! Luego a jubilarse y a disfrutar de lo vivido.

De Testament me llevo lo mismo que me llevé cuando les vi hace años en Razzmatazz: una banda potente, estos tipos son históricos, con un formato trash clásico que no pierde brutalidad ni técnica y que encanta a las nuevas generaciones, por lo visto en algunos pogos improvisados en la pista, a los que yo, por supuesto, ya ni me acerco. Megadeth, por su parte, tocan magníficamente bien, Dave es milimétrico y se mete mucho en cada tema, no canta, interpreta, y es un placer estar atento a cada inflexión vocal y cada sutil juego en los versos de los temas, pero el repertorio es el mismo de siempre, deberían desafiar las convenciones y marcarse un par o tres de temas más desconocidos.
Fué un triple cartel que no decepcionó. Se estaba bien el jueves en Badalona.