Sigo colgado con este nuevo proyecto de
Chris Robinson. Su disco
Big Moon Ritual está pegado al reproductor de mi cocina, y me deleito cuando veo que en su gira están llevando el espíritu
Jerry Garcia a cotas maravillosas. A
Chris se le ve en su salsa, con su guitarra rítmca, cual
Bob Weir, y
Neal Casal ejercita los solos hasta el más allá. Bandas así, en las que todo puede ocurrir y cada canción, cada concierto es distinto, son las que me hacen feliz.