viernes, julio 31, 2009
NIÑATOS CON BOMBAS
jueves, julio 30, 2009
RORY GALLAGHER OTRA VEZ.

Lo tengo calculado. Es un virus que tenemos muchos blogueros. Cada cierto tiempo nos surge una necesidad irracional de escribir algo sobre Rory Gallagher. Buscamos cualquier excusa, un disco, un recuerdo, un tema que nos está emocionando en ese mismo instante y rápidamente agarramos el ordenador y tecleamos que Bad Penny o Darling of the everglades son las mejores canciones de la historia. Es lo que tiene haber sido -como tantas veces he leído- una buena persona en vida. Rory era de los buenos, y encima tenía talento y ganas de mostrarlo, por eso le recordamos tantos blogueros. Mi excusa ahora mismo es Stage Struck, su Lp en directo de 1980, cuando Rory decidió ir al grano y defender su música y sus cazadoras tejanas en formato trio. Cualquier banda que pretenda forjarse en power trio debería tener este disco ahí encima de la nevera con las cervezas en el local de ensayo. Rory explota a cada segundo, y su bajista de siempre, Gerry McAvoy, al cual jamás me canso de reivindicar, aporta instinto y esa alegría del que se sabe afortunado por estar tocando líneas de bajo con Rory Gallagher, su amigo.
martes, julio 28, 2009
BODAS AL REVÉS
lunes, julio 27, 2009
THE DEREK TRUCKS BAND & SUSAN TEDESCHI (SANT FELIU DE GUÍXOLS, 26-VII-09)
viernes, julio 24, 2009
MIKE LOVE: EL MALO DE LOS BEACH BOYS

Personaje histriónico y hortera donde los haya, Mike Love -vocalista, pelo claro, pose chulesca de viejo verde, siempre con su inseparable gorra y camisa de flores al estilo Magnum- siempre ha sido y será para historiadores y fans el malo de los Beach Boys.

(Tiempos de juventud, inocencia y éxito, todos sonríen -Mike en el centro-. Al cabo de pocos años ya ni se hablaban)
Desde los 70 ha imperado la corriente crítica que dicta que la banda de California, desde practicamente su nacimiento a primeros de los 60, fue un ente bicéfalo para bien y para mal. Por un lado estaba la parte sensible, creativa y alocada, los hermaos Wilson: el genio depresivo Brian, el autodestrucivo, farrero y genio en la sombra Dennis y el más joven de los tres, el aplicado y sensible Carl; al otro lado del ring se encontraba la parte fría y calculadora, representada por el primo de los Wilson, nuestro querido Mike Amor, y Al Jardine, ellos dos, los que se burlaron de Pet Sounds, los que durante tantas décadas han saqueado el legado de los Beach Boys, explotando los tópicos que les hicieron famosos -la playa, los coches, las chicas- y saboteando cualquier movimiento creativo mínimamente arriesgado por parte de la otra facción.

(Mike a Brian, sesiones de Pet Sounds: "Tio no sé que jodidas mierdas estamos grabando ¿no podrías componer otro Surfin´Safari y nos vamos a casa?")
Naturalmente no era así al 100%, y del pastel de los Beach Boys todos tienen parte de culpa, de los éxitos y de los fracasos, aunque unos más que otros. En cuanto a Mike Love, siendo justos, si bien ha perseguido siempre el éxito fácil y el vivir de rentas editando cuantas veces fuera necesario Surfin´USA o I get around, es cierto que su voz es uno de los rasgos distintivos del sonido Beach Boys, y que el espectáculo en directo lo daba él solito con sus entrañables toques chulescos y prepotentes, y por encima de todo, formó con Brian un dúo compositivo inigualable, Brian aportaba el genio claro, pero ahí estaba Love para darles a las canciones el toque Beach Boy con sus letras y su actitud; Mike mantuvo el barco a flote en la larga, dura y poco popular (aunque artísticamente encontramos varias obras maestras) década de los setenta, porque si hubiese dependido del amasijo de grasa, tabaco y cocaína que era Brian, o del alcohólico crónico que fue Dennis, los Beach Boys ya hubieran estado hundidos antes de llegar a 1975. Mike Love se cuidó de que la banda girase sin cesar para mantener la empresa económicamente viable, y les empujó a grabar pasara lo que pasara. A veces sin embargo se le iba la mano, como cuando impulsó la campaña "Brian is Back" en 1975, con la cual anunciaban a bombo y platillo que Brian Wilson, el genio de los Beach Boys, volvía a producir un disco de la banda y salía por fin de su depresión que le había mantenido encerrado e inactivo durante años; el movimiento estaba calculado para crear el hype necesario y que los medios estuvieran a la expectativa de un nuevo Pet Sounds, cosa que no sucedió ni de lejos, porque Brian estaba peor que nunca: lo habían arrancado casi a la fuerza de su habitación-celda de Malibú y lo habían puesto delante de los controles sin que el pobre estuviera capacitado para mucho más que comerse media docena de big macs. El resultado de "Brian is Back" es el disco de barbacoa 15 Big Ones, un fracaso.

(De esta guisa estaba Brian a mediados de los 70: en la cama comiendo hamburguesas, fumando varios paquetes a la hora, obsesionado con las revistas porno y esnifando all day long)
Mike Love era como Johnny Ramone, el antipático del grupo, el que no confiaba en la chispa creativa, el que votaba siempre por seguir el viejo estilo Beach Boy y dejarse de experimentación, el que les decía a los demás que se fueran a casa y no se quedasen hasta el final de la fiesta, que mañana hay concierto, un borde vaya, pero como Johnny, poseía también un instinto animal de supervivencia que fue imprescindible para mantener a la banda a flote cuando el resto de compañeros vivían en una nube de excesos. El problema es que de los 80 y 90 hasta ahora, Mike Love se ha convertido en un grano en el culo en la historia de los Beach Boys. Durante este tiempo simplemente no ha hecho nada, a parte de girar embutido en sus camisas hawaianas con subgrupos cantando los hits de siempre y currarse proyectos fallidos como un unplugged en el que -pobrecillo- pretendía invitar a Paul McCartney y George Harrison, y grabar discos infumables con versiones country. Aunque cuando más ven sus detractores como es la verdadera personalidad de Mike Love es en las entrevistas, donde aprovecha cualquier excusa para cargar contra Brian y reivindicar créditos por versos en esta o aquella canción. Está celoso porque ahora el mundo reconoce a Brian como un Mozart del siglo pasado, y él sigue siendo el de la gorra y la camisa de flores. En los últimos años incluso ha estado envuelto en batallas legales con los abogados de Brian por asuntos de royalties. En fin, la cara oscura de la historia de esta banda, por un lado la luz de unas canciones y unos discos geniales, por otro la codicia y el mal rollo.

(Mike cuando iba de trascendental en los 70)
Otra de las vertientes de la personalidad de Mike Love es su afición por la espiritualidad y el yoga. A finales de los 70 se le subió tanto a la cabeza la meditación trascendental que incluso se empeñó en grabar el disco de los Beach Boys de 1978, The M.I.U Album, en el Maharishi International University en Iowa (de ahí el título del disco) lugar donde el maestro de Love en la meditación, el Maharishi Mahesh Yogi, daba lecciones a sus adeptos.

(El jodido Maharishi Mahesh Yogi, dispuesto a timar a cualquier rockstar con problemas de personalidad)
Dennis, que a veces era la voz más racional del grupo llegó a decir de este disco, The M.I.U Album, que tanto le gustaba a Love que era vergonzoso y debería ser destruido, añadiendo que Love ya se podía meter la meditación trascendental por el culo ¡Bien Dennis! Hay sin duda una diferencia entre lo que hacía Dennis Wilson en solitario en aquella época (esa obra maestra increíble, poética, llamada Pacific Ocean Blue, que ha sido reeditada a todo lujo hace un par de años) y las canciones chorras de Mike en discos como The M.I.U Album o Light Album, de 1979.
Mike Love, en fin, coleccionista de divorcios y ligón por un lado, por otro empresario presto a pillar cualquier billete verde sin importarle un carajo el arte, y por otro un ser lleno de espiritualidad trascendental, sin olvidarnos claro está, del Mike Love conservador, que se pirra por actuar en Washington cada 4 de Julio y que defiende las esencias norteamericanas como lo haría todo un Ted Nugent. Es la némesis de Brian Wilson, el malo de la película, y aún así, si no fuera por él y su tenacidad, la carrera de los Beach Boys no sería la catedral del rock que es hoy. Olvidemos sus perrerías y reconozcámosle su parte del mérito.

(Mike y otro Beach Boy ilustre, Bruce Johnston: ordeñando la vaca en plena tercera edad)
PLAYA
martes, julio 21, 2009
LUCINDA WILLIAMS (APOLO, 20-VII-09)
sábado, julio 18, 2009
RESTAURANT COURE, BARCELONA
viernes, julio 17, 2009
The Ramones "Pet Sematary"
Además de un clip divertido, este Pet Sematary, single que los Ramones compusieron en 1989 para la adaptación cinematográfica homónima de Stephen King, es una canción pop perfecta, si, "canción pop perfecta", eso que las ratas de biblioteca buscan una y otra vez desde los tiempos de Phil Spector y del God only knows de Brian Wilson; es ramoniana en tratamiento y melodía, pero tiene un toque dulce y un colchón de teclados que la hacen irresistible, es un sugus, una chocolatina, un donete, tres minutos de perfección, melodía preciosa en las estrofas (como solo Joey sabía cantar), y estribillo irreprochable, Johnny le mete algo más de complicación a sus acordes (es un decir...) y todo redunda en un tema comercial y redondo, de lo mejor que hayan compuesto los Ramones. La encontrareis en el disco Brain Drain, de 1989, otra pequeña obra ochentera maltratada por crítica y fans cuando, a pesar de que en la banda todos se odiaban (como siempre) y de que Dee Dee estaba ya con un pie fuera del grupo, otro metido en el ataúd por su drogodependencia, y las dos manos en la cazuela del rap de tercera (Dee Dee intentó pasar por rapero en sus devaneos en solitario, adoptando el nombre de Dee Dee King y haciendo básicamente el ridículo), a pesar de los pesares, es un grandísimo disco. Adictivo, poderoso y melódico, soluble instantáneamente, como los buenos discos de los Ramones.
jueves, julio 16, 2009
UFO: "THE VISITOR" (2009)

No es una obra imprescindible, pero es tan gratificante escuchar estos días un disco de rock n´roll tan bien cimentado, tan sólido e inequívoco como The Visitor, que al final lo parece. UFO han pillado la buena senda desde su reunión con Schenker allá por el '98 (qué gran concierto en aquella gira: sala Zeleste y abriendo con Natural thing. Cualquier acto musical debería empezar con Natural Thing y... "Said she came from Memphissss!"), desde entonces buenos discos como Walk on water, más buenos todavía como The monkey puzzle o realmente sorprendentes como You are here, estos dos últimos ya con Vinnie Moore, un virtuoso que ha sabido dejar de serlo para entrar en el bareto de Phil Mogg y los suyos y rockear con el blues siempre cerca. En The visitor todo son buenas noticias, a pesar de la ausencia del sagrado y carismático bajista Pete Way, hay blues, hay buen gusto (porque UFO jamás han perdido ese punto elegante y fino que les distingue de cualquier otra banda de rock a la manera tracidional), hay incluso un packaging bonito en la edición de cd, y hay un par de baladas preciosas, como la final Dancing with St. Peter, o la crónica alcohólica de un tipo maduro abandonado por su mujer, titulada Forsaken, y en el lado más rockero, un tema que es como un espejismo ¡viajamos al '78!: Hell Driver es el tema del disco, es UFO puro, no desentonaría en Strangers in the night, el riff es puro Schenker, me recuerda por el feeling a Only you can rock me, uno de mis rocks favoritos de la banda, y Phil lo canta de forma precisa y perfecta, como hace en todo el disco. Se les espera en diciembre, como siempre desde que les conozco, allí estaré.
ME GUSTAN LOS DISCOS MALOS

Así que me he hecho con un montón de ellos y he pasado por la simpática cajera con mi camiseta de Motörhead... y mis discos malos de Elton John. Supongo que es lo que pasa con tu amor, la amas tanto que te quedas con lo bueno y con lo malo. Ahora escuchaba Reg Strikes Back, disco de Elton del 88 del que nadie se acuerda ya, pero mira por donde que contiene algunos temas perfectos, porque normalmente Elton John siempre dejaba buenos temas aún en sus peores obras. Estos días pasaré buenos ratos buscándolos.
martes, julio 14, 2009
SAN FERMÍN
lunes, julio 13, 2009
Alucinógeno Iggy
Todos podemos pasar a la historia en algún momento... por las razones menos recomendables. En este caso, en 1981, Iggy pasa a la historia de los tripis televisivos con este clip donde, desdentado, da rienda suelta a su gusto por los pendientes imposibles, su particular versión del método teatral Stanislavski (qué gestos...) y las coreografías de primera comunión. A alguna de las chicas que, pobres, pululan por el clip, se le escapa la risa, no es para menos. La función termina con una lluvia de (¿pelotas de ping pong? ¿bocabits? ¿cheetos?) emparentada en otra dimensión con la lluvia de ranas de la película Magnolia, mientras, Iggy saluda al estilo militar.
domingo, julio 12, 2009
VOS (Cesc Gay, 2009)

Divertidísimo juego el que pone encima de la mesa Cesc Gay en VOS, su última película. El género, la comedia romántica, pero ahí terminan los convencionalismos, porque la película traspasa la ficción para integrarse en una supuesta realidad y al revés, los personajes-actores viven sus historias dentro de la película, que están rodando en ese instante, y fuera de esta; se besan en el apartamento de uno mientras la cámara les está filmando, y se pelean en la sala de maquillaje del plató poco después, una misma historia delante y detrás de las cámaras, mientras el equipo de rodaje trajina decorados y focos, un guión que sucede en la ficción y en la realidad sin corte alguno. Recuerda a otro juego, el de Dogville de Lars von Trier, pero aquí todo es más ligero y, como digo, más divertido, mil veces menos pedante. VOS transmite libertad, una libertad nada impostada, algo raro en el plomizo panorama del cine español.
STEVE EARLE: "TOWNES" (2009)

Hay algo del Steve Earle de los últimos tiempos que me distancia de él, aunque su última obra de canciones propias, Washington Square Serenade no era tan deficiente como muchos piensan, por más que vistiera algunos temas de bases rítmicas electrónicas. Es la seriedad con la que se toma a sí mismo, el enfado que parece durarle de la era Bush, su rollo político también, lo que me pica de él. No le pido que vuelva a ser el Steve Earle joven y lleno de gasolina de obras como Exit 0, ni el maduro country rocker que rinde cuentas con su pasado, ya en los 90, con I feel all right, símplemente me gustaría verle rockear con una banda, sonriendo y dejando de lado lo mal que esté el mundo. Su última obra, Townes, dedicada a versionar temas de su ídolo, el cantautor country Townes van Zandt (Steve llegó a bautizar a su propio hijo como Townes, tal es su admiración) no escapa a esa rectitud de sacerdote de pueblo, bien, hasta su homenajeado fallecido en 1997 tenía un envidiable sentido del humor comparado con él, cosa que no desprenden estas canciones. La música de van Zandt es triste sí, pero el tratamiento esencial, sin adornos, y la voz sin pirueta alguna que le da Steve a esta selección no resalta las cualidades de los temas, y sí los hace más lentos, menos dinámicos, sin conseguir tirar del hilo emocional de los originales. No aporta nada. El ejemplo más claro lo encontramos en el clásico de van Zandt Pancho and Lefty, parece mentira que la versión de Steve tenga tan poca gracia, yo creo que la ha tocado, escuchado y amado durante tanto tiempo que ya ha perdido de vista su núcleo emocional. Me enganchan Mr. Mud & Mr. Gold, To live is to fly, o Marie, pero eso no es por la interpretación de Steve, académica a lo sumo, sino porque son inmensos temas de Townes van Zandt. Escuchando Townes, y apreciando la estima que Earle le tiene a su héroe, solo me dan ganas de recuperar discos como High, low and in between o The late, great Townes van Zandt, y emocionarme con esa voz de terciopelo etílico, esas melodías como plumas al viento y esas letras, canciones como If I needed you, Silver ships of Andilar o You are not needed now perecen en la voz de cualquier otro que no sea su creador.
jueves, julio 09, 2009
RAMBLIN´JACK ELLIOT: "A STRANGER HERE" (2009)

Precioso disco en blanco y negro y sonido polvoriento el que ha producido Joe Henry para la leyenda folk Ramblin´Jack Elliot, 77 años de edad. Se trata de canciones de la época en que Ramblin´Jack era niño, los treinta, los áños de la Gran Depresión, de cuando el Central Park de Nueva York era un hervidero de barracas y hogueras en la noche. Manejarás bien el disco a partir del segundo tema, Death don´t have no mercy, luego todo va rodado, la calidez acústica, la voz amable del protagonista y la sensación de que estás escuchando una lección de historia y encima te lo pasas de miedo. Cada día me siento más afortunado musicalmente por poder hacer paréntesis en esta locura cultural que vivimos, y dejar que un disco como este se siente en la mecedora y caiga la noche. Es un milagro que existan empollones de la música de otras generaciones como Joe Henry, Rick Rubin o el mismo Jack White -infravaloradísima la puesta a punto que le regaló a la reina country Loretta Lynn, con el disco Van Lear Rose-, y nos acerquen frescos y relucientes los tesoros que se esconden tras las arrugas de mitos como Ramblin´Jack Elliot.
FUNERAL
lunes, julio 06, 2009
THE GORIES + OBLIVIANS (SALA BE COOL, 5-VII-09)

(Mr. Mick Collins: God is in the house)
Me gustó también esa nieta de la velvetiana Moe Tucker, la batería Peg O´Neil, básica y solemne, sus tambores abroncan el sonido tosco y fiero de Collins y Dan Kroha. Realmente tremendos, y recomiendo para quién no lo haya escuchado, su segundo disco, I know you fine, but how you doin´? Aunque vistos y oídos ayer en la sala Be Cool, nada como tener a The Gories reunidos de nuevo sudando en tus narices. La gente vibró el domingo, con The Gories y con otros garajeros de principios de los 90, The Oblivians, que electrocutaron el escenario con su primitivismo y actitud compulsiva, punk-blues del subterráneo, canciones mínimas y ni rastro de un bajista. Humíldemente, una grandísima noche.
domingo, julio 05, 2009
MERLE HAGGARD: "IF I COULD ONLY FLY" (2000)

Qué delicia, qué absoluta delicia. En la canción I´m still your daddy, un padre le confiesa a su hijo que cuando era joven, hace ya mucho tiempo, era un hombre malo y estuvo en la cárcel, en San Quintín, mucho antes de que tu madre me conociera ¿sabes?, pero sobretodo hijo, aunque me odies por ello, no olvides que todavía soy tu padre, que aquello estuvo mal, y que te quiero. Eso cantaba Merle Haggard hace pocos años, en un disco que despertó pasiones entre quienes no conocíamos a este astro country ya en su tercera edad, el disco, If I could only fly, es un precioso cuadro, humilde pero la vez majestuoso como un sequoia milenario; la voz, la guitarra y la vida cantada de forma sencilla. Reposadamente, Merle mira pasar la moderna sociedad del siglo XXI desde el porche de su casa, y se extraña de que los niños no se acerquen a él cuando lo ven fumar. Ojalá todo volviera a ser como antes, musita en Wishing all these things were new, ojalá.
sábado, julio 04, 2009
DEMOCRACIA IMPERFECTA
Europe hoy.

Realmente yo lloraba con The final countdown. Mi sueño era ser disc jockey de una emisora, y me ponía en mi mesa dos radiocasetes, uno grababa el programa con mi voz, el otro servía para "lanzar" la música; yo apagaba las luces y de repente me convertía en Fernandisco, hacía imitaciones, animaba a mis oyentes imaginarios en la dura jornada laboral, y metía mis cassetes favoritos, cosas como Sleepery when wet de Bon Jovi, Springsteen, creo que el Tunnel of love, y sobretodo The final countdown de Europe. Me recuerdo anunciando a mis oyentes que la canción homónima era "la mejor canción del mundo, tíos". Flashforward de un año o dos, en el colegio (y en todo el país al parecer) se corre el rumor de que Joey Tempest, cantante de Europe, ha muerto, ¡dios! perra vida ¡¡¡¿¿¿Es eso lo que me teníais reservado papá y mamá cuando me concebísteis???!!! Luego descubrimos todos, aliviados niñas y niños, que el rumor era un bulo. Flashforward, año 2009, escribo en mi blog sobre Europe, la banda, tratando de contribuir a la limpieza y reciclado de su nombre después de haber edulcorado ellos mismos, entrañables culpables, la década de nuestra infancia con sintetizadores, peinados heavymente perfectos, The final countdown y Carrie por supuesto, toda una madame de las powerballads. Ahora Europe interpretan en directo la susodicha canción de la cuenta de atrás, y otros éxitos de su popístico pasado, pero es una lástima que mucho público deje de lado los esfuerzos de Tempest y John Norum para grabar discos más que dignos en la actualidad.

(Secret society, del 2006, un buen disco. Dejad que Europe os la cuelen)
El último, Secret society, de hace un par de años, es una delicia, melodías a la Cheap Trick, buenas canciones y alegría en el cuerpo; Always the pretenders es una de mis canciones para momentos de baja presión, melodía y arrojo de la banda levantan el espíritu, quiero un helado de fresa bien grande. Un aplauso para ellos pues, Joey Tempest y sus colegas escandinavos, que tratan de no perecer engullidos en el barro que ellos mismos supuraron en la década de Naranjito.
jueves, julio 02, 2009
THE RIGHT ONS: "LOOK INSIDE NOW!" (2009)

Esperaba un poco más de chicha en el disco de The Right Ons, de título Look inside, now!... pero solo al principio (quizás no me cuelen de buenas a primeras las tonadas más poperas, y los excesivos coros al estilo "nahnahnah!"), luego la sangre roja ya circula por las venas del cd y cae el ambiente de club del principio de Look inside, o canciones trepidantes como la final Why don´t you break my heart now? o la infalible Take it easy, que te sonará a mil canciones, pero que sin embargo es única y es de ellos, y es James Brown on the rocks, una bomba que debería arrasar en cualquier club donde se pinche buena música, se sude y se beba. Me gusta esta banda española, me gustan las pintas que llevan, lo bien que suena ese bajo funkeado, lo bien mamado que tienen el soul, el funk y el pop, todo ello rockeando bien, y las ganas que tienen de gustar en cada canción. Recomendable disco de noches veraniegas.
PERRO Y GATO
miércoles, julio 01, 2009
Elton John - Tower of Babel
Qué gran disco, Captain Fantastic and the Brown Dirt Cowboy es un vinilo que cuido como a un hijo. Dentro, dos libretos maravillosos con fotos y recuerdos de la infancia y adolescencia de Elton y su letrista Bernie Taupin, y un cómic fantaseando sobre su acceso al estrellato como el tándem perfecto del pop en los setenta. Corría 1975, y este disco reposado, sabio y maduro daba carpetazo a los excesos del glam y derivados. Aunque en el fondo, Elton John era símplemente un compositor de melodías superdotado, y Bernie un letrista que graba versos en la memoria de forma compulsiva, como eso de " 'cos Jesus don´t save the guys in the Tower of Babel", que canta Elton en la canción que adjunto. Ambos, un dúo de talentos irrepetible. Y esta Tower of Babel que me obsesiona y me ha acompañado durante las mudanzas a mi nuevo hogar.
No me hace gracia que Elton John venga en concierto con un espectáculo para jubilados adinerados traído de Las Vegas, o por lo menos lo vería con gusto en Las Vegas, no aquí. Igualmente, me temo que apoquinaré los euros y veré a Elton cantando Goodbye yellow brick road en el Sant Jordi, este octubre.