miércoles, agosto 30, 2006




Lick it up es un discazo. El mejor álbum de Kiss en los 80. Clásicos? Lick it up, All hell´s breaking loose, y gemas ocultas, como la tremenda Not for the Innocent, el mejor Gene a la altura de War machine.

Lo quieran los fans o no, el éxito (artístico) del álbum se debe en gran parte a Vinnie Vincent, guitarrista titular por aquel entonces, un tipo complejo y con fama de egomaníaco.

Ese año el grupo descubrió sus verdaderos rostros en la MTV, sin maquillaje por primera vez. Querían recuperar el terreno perdido en la industria discográfica con este golpe de efecto, pero al cabo de un tiempo las cosas volvieron a la triste norma, y el aficionadomedio al rock duro volvió a perder interés por Kiss. En todo caso, ahí queda este poderoso tanque de sonido. Un grupo con ganas de armar discos sólidos, los últimos lenguetazos creativos de Gene, Paul y compañía.

martes, agosto 29, 2006

Brent Mydland de Grateful Dead: un teclista con alma.

"Downhill from here" es un video de un concierto realizado por Grateful Dead en el 89. Por aquel entonces, labanda de Jerry Garcia realizaba giras veraniegas que llenaban estadios en toda América, ofreciendo conciertos donde nuevas generaciones de chavales se unían a la liturgia hippy de los dead en un mar de colores y bailes que abarrotaban las gradas.
Desde hacía años contaba la banda con un teclista que, en este video en concreto, me ha llamado la atención poderosamente: Brent Mydland. Un hombre con buen ritmo y suficiente clase para situarse a la izquierda de García, pero sobretodo con una voz maravillosa. Su interpretación de Let the good times roll al iniciar el concierto es emocionante. Alterna las voces con García y Bob Weir, y le da un toque soul que viene directamente del corazón.

Una pena que este concierto fuera poco menos que la antesala de la muerte de Brent, fallecido por sobredosis en su casa de Lafayette, en 1990. Los Dead trataron de superar la tragedia (Brent llevaba por otro lado con ellos desde 1979) reclutando a dos teclistas: Vince Welnick (muerto hace pocas semanas, en lo que constituye una continuación de la famosa maldición de los teclistas de los Dead) y Bruce Hornsby, que afearon el sonido de la banda hasta cotas insoportables, comiéndose ellos solos la genuina guitarra de Jerry García.

Pocos se acuerdan de Brent Mydland, pero estoy seguro que los Deadheads le guardan a buen recaudo en su memoria. Su extraordinaria voz es de las que no se olvidan.

lunes, agosto 28, 2006

Bob Dylan en gira 2006

Me compro esta tarde el Rock de Lux y leo una crítica sobrada, tristemente tópica rodeluxiana, cortísima de análisis, de Ricardo Aldarondo sobre el concierto de Dylan en San Sebastián. No estuve allí, aunque si presencié sus actuaciones de Perpignan y Valencia.
El crítico en cuestión habla desapasionadamente del concierto, cosa que no es discutible en si, pero valora el directo actual de Dylan como una oportunidad continuamente desaprovechada. Dice que las canciones de Dylan dan para mucho más, y que el se empeña en situarlas tan arrás de tierra que más que sonar, parece que muerdan el polvo. Y añade que sus directos no superan las versiones de estudio.
Vaya.
No estoy de acuerdo. No.
Dylan cocina continuamente sus canciones, ultimamente le van los sabores fuertes, de paladar lento. No gusta de crianzas, prefiere reservas, mejor sabores más fuertes, Ribera del Duero, que de tez más ligera, Rioja. Maggie´s farm, It´s alrught ma, Masters of War o A hard rain is gonna fall son robusto material cantado con sentimiento, desde las cavernas, si, muy para adentro también, pero es un sentimiento sincero de esta persona de 65 años que se entuba en un ritmo de blues oscuro y a veces decadente, atacando sus canciones desde las mismas tripas, para a partir de allí, abrirlas en canal y dejar que segreguen lo más negro de su interior.

A nadie minimamente interesado en Bob Dylan se le ocurre comparar versiones en estudio con versiones en concierto. Es material distinto. Si que hay algo que permanece: esa melodía, la letra, pero finalmente estos parecen ser ganchos con los que Dylan te atrapa para llevarte después a un nuevo viaje.
Que en los conciertos de este año se le exija más sentimiento a Dylan me parece una descortesía, por hablar fino. Ahora, que está en estado de gracia, que disfruta en directo, que te sacude el alma con Desolation Row o A Hard rain is gonna fall en una calurosa noche de verano en Perpignan.

martes, agosto 22, 2006

Un blog cualquiera.

Será un problema configurar un blog interesante. Hay tantos, tan malos, tan buenos...

Lo mejor es establecer unas normas que, por supuesto, solo cumpliré yo, pero que pueden guiar para quién esto lea: de qué va todo esto? de qué voy? y lo más importante: por qué?

-Porque en el año 2006, la clase media tenemos mucho tiempo que perder, y un blog nos ayuda a hacer ver que lo aprovechamos.

-Porque en el año 2006 se habla poco y mal de música. El rock escrito sigue siendo pasto de tipos que no saben deletrear, un par de revistas fantásticas, muchas otras inútiles y mucha gente que quiere informarse e intercambiar opiniones.

-Porque algo hemos de hacer mientras escuchamos los miles de discos que nos bajamos de gratis.

-Porque algo hemos de hacer mientras escuchamos los miles de discos que, yo y cuatro más, seguimos comprando.

-Conciertos, discos, anécdotas, reflexiones improvisadas en clave (o no) musical, todo eso está permitido.

-En este blog se disfruta la música, se critica, se escucha por delante y por detrás. Nos reimos de Kiss. Adoramos a Kiss. Nos reimos de Bob Dylan. Adoramos a Bob Dylan. En la música, amigos, todo está por hacer, así que a disfrutar.

Desde Barcelona, un blog más.