sábado, abril 12, 2014

¿TE HAN PEGADO ALGUNA VEZ?

¿Te han pegado alguna vez? no un golpe o una pelea. Una paliza que te dan, y a la que no opones resistencia. Pam, pam, pam. Los hay que hemos recibido puñetazos en nuestra cara y en nuestra espalda, sin parar. Somos como un club, aunque no nos conozcamos. Nos une lo que sabemos. Y sabemos que hay un antes y un después.

Me he cruzado con un vídeo que no tendría que haber visto. Facebook te obliga a ver cosas, y hay gente que las cuelga y te dicen que compartas. Perros heridos, galgos ahorcados, o un vídeo de una adolescente pegando a otra por las buenas. La gente alrededor mirando, claro. Bueno, no quería hablar demasiado de ese vídeo en cuestión.

Sin embargo pienso en la chica que está recibiendo los golpes, y sé que lo peor para ella no van a ser esos momentos. Lo peor será después, al día siguiente, y los días siguientes del resto de su vida. Hay algo que se te corta cuando te pegan. Como haber visto las costuras del horror y no poder verbalizarlo, ni saber que hacer con ello. Es todo lo que viene después. Vives con un sentimiento de terror incrustado en el corazón. Hay unos fotogramas congelados, y los tendrás ahí para siempre, pero también hay un silencio y una soledad irreparables.

Nada se arregla a ostias, eso lo tengo claro. Lo tenemos claro los que tuvimos la mala suerte de recibirlas un maldito día; entonces notamos que el alma se nos abría en canal, y que había lágrimas que dolían tanto, tanto, que no podríamos llorarlas nunca.

Y que tendríamos miedo cada día de nuestras vidas.