jueves, noviembre 26, 2015

ADIÓS A MIS BURNIN´!


Las bandas de rock n´roll, siempre acabas dejándolas. Hace algunos años dejé a una pandilla de gilipollas del blues, absolutos calamares humanos, haciendo caso, por fin, a lo que mi corazón me decía, que era simplemente: aléjate de los imbéciles.

Ahora me toca dejar -de forma inocente y pacífica, por motivos profesionales- a mi querida Burnin´ Water Co. Siendo honestos, tarde o temprano les habría dejado, o ellos a mi. No sé, nunca he pensado en ser algo que se acerque al concepto "músico". La guitarra, procuro golpearla antes que tocarla, la armónica, ok, la intento tocar bien, pero hasta el más tonto sabe qué hacer con un instrumento de diez agujeros, que al soplarlo con un poco de ganas, ya salen cosas decentes. Y la voz, bien, canto porque estoy cabreado, ojito. Me empecé a cabrear el día que un amigo me dijo que no servía para cantar, y que mejor que me dedicara a otra cosa. Desde entonces -ego came to me-, tuve claro que me pegaría al micro pase lo que pase, que no tomaría clases de voz, que gritaría, y que me metería hasta lo más hondo de mi garganta para sacar lo más crudo de mi, sin importarme si alguien escuchaba o no. Aquí, el único que tiene derecho a criticarme soy yo mismo, que otro me diga que lo hago mal me enciende, no os podéis imaginar cuánto. Lo siento por mis Burnin´. Cantar ha sido mi venganza por aquel imbécil que no tendría que haber dicho lo que dijo.

Me he perdido. Sí, decía que tarde o temprano, la Burnin´ y yo habríamos partido peras. En todas mis relaciones humanas, profesionales y musicales, ha habido un punto en que he querido destruirlo todo. Me gusta el sabor de la hierba quemada, tirar las cosas a la basura. Hay un montón de amistades rotas por el camino, y muchas no deben ni imaginar que fui yo quién las destruí, en plena consciencia de mis actos. Con la Burnin´, quién sabe si en uno o diez años, también habría empezado el proceso de demolición. Soy así, y celebro que esta vez me vaya por motivos que nada tienen que ver con todo esto.

La Burnin´ me ha permitido gritar y sudar, y besar el suelo, en ensayos y en conciertos y en grabaciones, me ha permitido expresar con libertad la mala follà con que dios me bendijo el día en que nací. Creo que hay gente que se lo ha pasado bien con nosotros, otros tantos igual no, y otros deben pensar que el cantante se pasa tres pueblos, y que lo mejor que puede hacer es doblar sus dosis de Rivotril y Anafranil, ponerse la camiseta, arreglar el micro y bajarse del escenario.

Han sido tres años de rock n´roll, con Víctor, Juanjo, Javi, Joan y Edu, gente que vale la pena, con la que jamás he tenido un problema serio, con la que se está a gusto, y con la que, encima, tocas rock n´roll. Espero que les vaya bien sin mi, de hecho, les irá mejor. Si son listos, continuarán juntos con otro cantante, se dejarán de pamplinas, y abordarán cada ensayo y cada concierto como si la vida les fuera en ello. Que es como debe ser. Hasta el puto final.