martes, febrero 17, 2009

WHEN I DRINK ALONE...

El ministro japonés de finanzas Shoichi Nakagawa comparece en rueda de prensa taja perdido, pero taja de bajón, cuando tienes ese sueño infernal y solo quieres pillar un taxi y caer en la cama cuanto antes. Resultado: crisis de gobierno y dimisión; Joaquín Phoenix era entrevistado hace poco por David Letterman en el mismo plan, solo que en su caso me temo que el problema era menos alcohólico y más colombiano. Es fascinante ("fascinante" con el ceño fruncido y rostro de científico que acaba de descubrir vida en Marte, al estilo Íker Jiménez en sus inenarrables programas) ver como personajes públicos en la cima de sus carreras caen en picado ante las cámaras, es como una carnicería humana, el circo romano, el emperador que se lanza de lo alto de la tribuna para que los leones lo devoren. La clase baja / media pasa sus horas en el bar, mete las monedas en la tragaperras y apuran la tercera o cuarta caña, pero al día siguiente fichan en el curro, un poco más jodidos, pero fichan. La clase alta, las esferas públicas, cuando rebasan un milímetro el límite se despeñan por el precipicio ante todo el mundo. Como el bueno de David Hasselhoff, tirado en el suelo, borracho total, devorando una hamburguesa mientras su hija pequeña lo graba para después colgar ella misma el vídeo en la red. No te fíes ni de tu hija, si vas para abajo ve, pero vigila que no tengas una cámara cerca. Como cantaba George Thorogood: "Yeah, you know when I drink alone, I prefer to be by myself".