jueves, septiembre 18, 2008

IROS A LA MIERDA, PERIODISTAS.

Iros a la mierda, periodistas. Ya lo habeis conseguido, el jodido video del accidente de Barajas. El avión levanta el morro, luego se desvía durante un kilómetro hasta que un ala choca contra el suelo y el queroseno explota. Iros a la mierda. La información es una puta, y vosotros sois el chuloputas más desgraciado que uno pueda imaginarse. Tantos datos, tanta noticia a diario, tanto respeto por las víctimas y por fin lo habeis conseguido. La culminación del periodismo del siglo XXI, el avión despedazándose en alta resolución. Los diarios como El periódico, Tele 5, y los medios que han publicado el video, la misma mierda bajo la coartada informativa. Además, sois el peor amigo de las palabras; si pienso en vosotros, en la mierda que habeis soltado hoy, cuando cientos de personas todavía lloran a sus muertos, si pienso en vosotros, se me embozan las palabras, y mi cultura se reduce a repetir como un loro: iros a la mierda periodistas, cabrones, hijos de puta.

SONARÁ "I´D RUN AWAY"

Bien, tanto tiempo dándole vueltas y mañana en mi boda, por fin, ya sé que sonará. Estaremos los amigos y la familia en el Milano, cóctel en mano, en mi boda, la mia y la de Marta, después de casi diez años juntos.
Y sonará I´d run away de los Jayhawks. Supongo que a los tantos bloggers de por aquí cerca no tendré que decirles nada de una canción así, y de un disco como Tomorrow the green grass. Sabemos de qué hablamos.
La música corre por todo mi cuerpo desde hace tanto tiempo. De niño por ejemplo, me recuerdo viendo por la tele un fragmento del concierto de reunión de Simon & Garfunkel en Central Park, eso se me quedó grabado. Y luego cuando escuchaba a Springsteen en Los 40, y luego por fin, cuando introducí en el radiocassette alguna cinta de las que se grababa mi hermano, ni me acuerdo de qué debería ser, pero eso me inyectó el suero. El rock, y luego un montón de estilos más que tienen en común una batería, una guitarra y un bajo, se pegaron a mi enseguida, y mi vida cambió. Como la vuestra, porque el rock nos ha hecho distintos ¿verdad?
Me siento bien porque sigo disfrutando de la música, a mis casi 32, como lo hacía siendo un crío. Y mañana sonará I´d run away. Eso es una buena noticia.

STEVE CLARK


Cuando el todavía joven Steve Clark perdió las ganas de vivir y se alcoholizó hasta la muerte, su banda de toda la vida, Def Leppard, también se fué al carajo. Steve era el Johnny Thunders del hard rock, su Les Paul, su actitud, sus riffs, su pose y su carisma eran el nervio del grupo; sin él todo se volvió blando, mil veces oído, prefabricado y vacío. No punteaba como Phil Collen, su compañero de guitarra en Def Leppard, pero la imagen rockera del grupo se la llevaba él de calle. Verlo en el clásico video In the Round de la gira de Hysteria del 88 es un placer. Clark se sale del plano, y la cámara lo mima una y otra vez. Steve era de la vieja escuela, era un guitarra que no encontrarías jamás entrevistado en el Guitar Player, era como Ace Frehley, especímenes que están más allá de las notas de un pentagrama, de la digitación y de la velocidad. Viéndole y escuchándole no aprendías a tocar la guitarra, pero sí a rockear.