lunes, junio 23, 2014

MI HABITACIÓN DEL RENCOR

Soy rencoroso. Creo en el rencor como algo agradable y necesario. ¿Qué castigo sino propinar a los gilipollas, a los que te hacen daño, o a los que imaginas que te hacen daño, si no crees en la violencia, o en estar todo el día rajando de los demás?

El rencor, mi rencor, es un lugar que no comparto con nadie. Una habitación oscura y fría en la que puedo pasar mucho tiempo. Maravillosas personas tienen o han tenido todo mi rencor, pero no lo saben. Me lo cocino a mi manera, y no sale de mi. El rencor construye bellos castillos de odio, que duran un tiempo y luego, normalmente, se desvanecen. El rencor me da no pocos dolores de cabeza y de corazón, pero está ahí, no puedo desearle a todo el mundo flores y sol. Necesito mandarlos a tomar por culo si creo que se lo merecen. El precio que pago es muy alto, porque me lo quedo todo para mi. No me gusta criticar, ya he dicho que no soy de los que están rajando todo el día. Solo necesito mi pequeña habitación del odio. Lo que se cuece ahí dentro no lo sabrás nunca, aunque no creo que te importe.

El rencor refuerza ciertas aristas de la autoestima, agudiza la creatividad, hace hervir el corazón de cosas y de sentimientos. El rencor está ahí, manéjalo bien. Si cuidas bien tu habitación del rencor, cuidarás también tu capacidad de amar a los demás. Sin rencor no hay amor ni salvación. El camino se tuerce, y hay que alimentar a la bestia. A cada persona que he amado, le he dedicado alguna estantería en la habitación del rencor. Me compensa.

jueves, junio 19, 2014

TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A CASA

Están las pruebas por las que debes pasar. Gente a mi alrededor las está pasando en este momento, ¡y lo hacen bien!

Y cuando a tu niña la ingresan, muchas cosas se remueven. No pasa nada, vale, pero tu pequeña está rodeada de trastos, suero, enfermeras, y una habitación enana donde las horas se acumulan sin saber qué ocurre. Su madre roza la perfección, las madres conectan con algo muy profundo cuando algo se desvía de la normalidad familiar. Se arman, lo tienen tan claro que dices sí a todo. Inevitablemente accedes a tu rol de actor secundario Bob, y esperas que, por lo menos, ella te deje ser relevante en este trance. Y relevante quiere decir que mi hija me vea ahí, hora tras hora. Es imprescindible acompañarla en sus rabietas, en la incomprensión que todo este show le suscita.

Ante este trance, miro para atrás, y les guiño el ojo a mis viejos fantasmas. Ante cualquier atisbo de dolor de mi hija, ellos quedan un poco más lejos. Volveréis cabrones, pero estaré más preparado.

Y luego está el día a día hospitalario. Qué menos, cómprale cuentos, pasteles y globos. Maldice a los que deberían estar ahí fichando en la puerta de la habitación, echándote una mano, y agradece que la familia, un hilo tan débil ya, vuelva a estar ahí.

Mi madre me acompañaba en todo. Las miles de horas en la Clínica Barraquer, las noches de asma con mascarilla, lo que fuese. Algo me queda de eso. Y sobre todo, Marina y su madre, que me inspiran y marcan el listón. Ahora ya no se trata de dar golpes en la mesa, gritar, huir; mi corazón lo empieza a entender. Ahora todo es regreso, y todos los caminos llevan a casa.

domingo, junio 15, 2014

LA TARDE


La tarde es el momento en que las cosas pueden perpetuarse unos segundos más. Imagino que muchas de las canciones de Lucinda salen por la tarde, o de madrugada. Da igual. Pero la tarde.

Hay un abismo que está ahí. Antes no lo veía, o lo imaginaba tan solo para vivir emociones y derrochar momentos. Ahora se impone seguir avanzando, pero recapitular debe ya formar parte de nuestras tareas habituales. Subir de vez en cuando al desván y tratar de ordenar los objetos inútiles que una vez sirvieron para tanto.

Ordena el piso, cuida lo que te queda de lo que una vez fuiste, porque quizás no vuelvas a desear como una vez lo hiciste, porque quizás no puedas volver a echar a perder los tesoros como solías, como un nuevo rico sacando la cartera, porque sabes que ahora las facturas te llegan muy pronto, porque tienes un sentido del ridículo del que antes carecías, porque eres padre y ya todo lo que haces es herencia y sedimento. Soñar te descentra, y lo que antes te hacía sentirte vivo y dichoso, ahora es un jodido dolor de cabeza.






domingo, junio 01, 2014

JIMBO MATHUS AND THE TRI-STATE COALITION, "Dark night of the soul" (2014)


Uno ha de saber meterse donde le conviene. Rodearse de buena gente, y sentirse seguro. Hay discos que me hacen sentir seguro, con ellos me encuentro más cercano a mi yo verdadero.

Todo esto porque Dark night of the soul, del gran Jimbo Mathus and the Tri-State Coalition es lo mejor que le ha sucedido a la música en este año. Sí, habrán mejores discos Marc, docenas, además es que te pasas el día escuchando a Status Quo, whatever, no me vas a convencer. Aquí están las cosas de las que me alimento. Aquí encuentro compañía, y me hierve la sangre por este blues soul eléctrico. Sin duda, la vida de muchos oyentes como yo cambió el día que este tipo empezó a obsesionarse con el Mississippi.

Entre tanta música que me pasa por delante y yo sin mostrar el más mínimo interés, de repente sale esto. Yo me quedo aquí.