jueves, enero 03, 2008

LA VIDA EN UN SÚPER


Nunca es tarde para hablar de supermercados. Adoro los supermercados, aunque a veces me de pereza ir. Y los adoro tanto que ahí va un top 5 de los supers de mi barrio. De mejor a peor.
En la época del mp3 y todo lo que no puedes tocar, qué mejor que reivindicar los supers como reductos de la fisicidad, del objeto, del acto de ver, oler y tocar.
Mi top 5:

1- KEISY.
Un súper clase. En calle Borrell por encima de Av. Roma. El logo de la puta ardilla lo dice todo: cercanía, buen humor y carrinclonería. Es un súper de barrio con el punto decadente que debe tener un lugar donde la gente pasea triste por cortos pasadizos, con carros viejísimos y chirriantes. Hay supers de gente triste, y Keisy, con todo lo carismático que resulta, es triste. Tiene dos entradas o salidas, por lo que si hay cola en una caja, coges y te vas al otro lado del local. Las cajas no tienen nada que ver con las naves espaciales de cualquier Carrefour, aquí la compra se te desborda antes de que la cajera, empieza a cobrártela.
Deja pasar a la anciana que lleva solo leche. En el Keisy todos somos tan simpáticos y generosos como la ardillita.

2- CAPRABO.
No es un Caprabo cualquiera. Está en Consell de Cent con Urgell, i es una foto sacada de Albania como mínimo. Pequeño, suelo negro sucio, y unas escaleras que te llevan a un piso de arriba donde están los artículos de limpieza y toda esa parte aburrida de cualquier compra: enjuagues bucales, compresas, cepillos de dientes, suavizantes, ah, y un expositor con libros de bolsillo, faltaría más.
La marca Caprabo lo mantiene como museo, creo, porque de otro modo no tiene sentido. En Albania se manejan con locales más decentes, repito.
Las colas se acumulan en un plis, aunque la cajera, hoy era alguien de Rumanía o algo así, te ofrece llamar a una compañera para que abra otra caja, cosa que, visto el panorama, te da como pena, sobre todo porque igual esa compañera ni está. Tiene por cierto una bodega bien surtida de Sangre de Toro, Siglo (el de la tela de saco) y demás luminarias de la enología urbana. Y algo maravilloso, sensacional: tienen safers (los protectores anti robo típicos de las tiendas de cd´s o dvd´s) en las latas de berberechos. Os lo juro, ¡Una puta lata de berberechos de 1 euro protegida con un ortopédico safer! Lo nunca visto desde Málagfa, donde en un Super Sol, encerraban los desodorantes en armarios herméticos ¡Cómo si fueran botellas de Chivas! Vaya país...

3- MERCADONA.
Es el lugar al que vamos a limpiar nuestras conciencias. Porque Mercadona es chachi, trata fantásticamente bien a sus empleados, les ofrece servicio de guardería, y les chupa la polla si lo piden. Y la marca Hacendado, oh, buenísima, auténtica. Como veis, muchos tópicos ideales para progres del Eixample. El Mercadona de Calabria es un centro social importante en el barrio. Llenísimo a todas horas y junto a una especie de escuela de cine. Casi nunca hay carros disponibles (¿Se los regalan a los empleados?). Los paquetes de ensalada cortada y lavada, que están tan de moda, son mágicos, y tardan un montón en caducarse. Siempre corre peligro de acercarse más al Lidl que a Caprabo. Lo peor, la estética del local, con menos gracia que una sucursal de Correos.

4- LIDL.
El de la calle Casanova, al lado de la gasolinera y un pseudo gimnásio abandonado donde estuve a punto de apuntarme y en el cual me habrían perforado el trasero solo asomarme por la puerta, este Ldl en concreto, no es de lo más chungo que hay. En Sant Feliu de Guíxols hay uno que es como el Bronx y la Mina metidos en un súper de Can Tunis. A ver coño, al Lidl solo vas si estás en paro, pero paro clínico y económico, o si tienes ganas de brega: bregas con diferentes culturas, todas con el denominador comun de cargar cientos de latas iguales, porque en el Lidl no vas a coger esto y lo otro, en el Lidl VAS A POR TODAS, comida y bebida para cien años; bregas con las cajeras, que te cobran las bolsas, bregas con que en el suelo no hayan desparramadas bolsas de ganchitos abiertas o millares de macarrones rodando hasta la calle. Y bregas con tu salud, porque aquí te la juegas tío, el Lidl y sus productos acortarán tu esperanza de vida, qué te apuestas. Pero todos hemos visitado uno en más de una ocasión. Yo mismo, en una fase ultra decadente de mi vida, me compraba carretadas de cerveza al módico precio de 20 céntimos.

5- CONSUM.
Ha sido la noticia bomba del año pasado. El amable y correcto Super Sol de Urgell con Consell de Cent, el de las cajeras simpáticas, el de las colas, no sé, nuestro súper, fue adquirido, como todos los supersoles de Barcelona, creo, por los diabólicos ejecutivos de Consum. Y nuestro hogar de la compra se ha transformado en una perrería, con una oferta incompleta, y con el puteo de muchas cajeras, las que pudieron quedarse, vaya.
Una tragedia. Yo ya no voy.

Bien.
Esto solo es una pequeña guía. Ahora, tú eliges.
¡Nos vemos en la compra!

FEINA ACABADA

No he gaudit d´aquests dies com vacances de debò. He traballat de valent en un guió que havia d´entregar. Un tema que anava arrossegant-se des de feia massa temps. El pitjor és que tot i que estic content amb la meva feina, sobre tot perque l´he patit, l´he mastegat, degustat, m´he enamorat i l´he volgut assassinar fredament per l´esquena, el pitjor deia, és que quan acabes et trobes sol, i penses que no ho has fet prou bé i et cou una mica tot per les nits i part dels dies. És el material del que estem fets els humans, uns patim, uns altres fan patir, i d´altres viuen d´allò més tranquils.
Cóm es fa per viure tranquil? Ho esbrinaré. Serà un dels propòsits per aquest 2008.