martes, febrero 10, 2009

"EL CURIOSO CASO DE BENJAMIN BUTTON" (DAVID FINCHER, 2008)


Decía Sergi Pàmies en la radio que empezaba a estar harto de que la gente comparara El curioso caso de Benjamin Button con Forrest Gump, más allá del hecho de que ambas compartan guionista, supongo que lo decía porque eso le quitaba cierto mérito instrínseco al nuevo film de David Fincher. Y el nuevo film de David Fincher es una maravilla. Lo que envidio del cine norteamericano es su convicción, ellos no se preguntan si una escena es demasiado tópica, exagerada o edulcorada -como de hecho pasa en algunos momentos de El curioso caso...- simplemente la filman, y lo hacen sin tomar prisioneros, a por todas, sin complejos; cuando la película es mala, esa falta de complejos da vergüenza ajena y nos parece ridícula, pero cuando la película es buena, no nos queda más remedio que dejarnos seducir, una vez más, por el cine yanqui. Y El curioso caso... es buena, funciona, aunque sus recursos narrativos han sido mil veces utilizados y criticados desde la pedantería europea. Da igual, anoche antes de dormirme todavía pensaba en el film, en su protagonista, en una historia de amor tan extraordinaria filmada con tanta sensibilidad por el director. David Fincher debe haberse tomado este proyecto muy en serio, aquí están todas sus cualidades visuales y narrativas (divertidísimos los flashbacks imaginarios en los que un anciano recuerda cada una de las siete ocasiones en las que le cayó un rayo, o ese crescendo narrativo y visual, ¡que montaje! en el que observamos como una serie de coincidencias de lo más tontas pueden conducir a una tragedia) y sobretodo, repito, una convicción en cada escena -por parte también de los actores- que nos deja desarmados y a merced de la historia y sus emociones.