martes, agosto 18, 2009

EXPECTATIVAS PARA EL DISCO DE KISS


Leo noticias del nuevo disco de Kiss, Sonic Boom, en el blog de Paulamule y vuelvo a tener un mínimo interés por lo que haga esta banda. Poco a poco se va formando la bola de expectativas, el hype tan clásico previo a cualquier disco de Kiss, una maquinaria que vende ilusiones gaseosas marca Kiss, un mecanismo publicitario que se extiende desde el aparato de marketing de la discográfica, pasando por la connivencia de los medios de comunicación y termina en la jodida lengua del bocazas de Gene y, ah, en nosotros los fans, que nos tragamos sus bolas y todavia esperamos un nuevo Destroyer (¡incluso un nuevo The Elder, por dios!) como quién espera a Godot. Probáblemente Sonic Boom será mejor -aunque no digo que vaya a ser nada extraordinario- que aquel pastoso y bombástico Psycho Circus, que ya sonaba rancio a la segunda escucha, pero eso es lo mínimo, y es muy poco. Imagino un disco frío y moderno como la moqueta de la FNAC (aunque intenten colarte por enésima vez que es Kiss clásico), música tan poco interesante como el Live to win de Paul Stanley. Imagino algún tema, alguna melodía remarcable, pero mayormente un aburrimiento standard, porque con dos mercenarios como Singer y el mayordomo de Gene Tommy Thayer se gana prestancia pero se pierde personalidad y calentura, aunque bien mirado, en el caso de Peter Criss, actualmente creo que sería imposible conseguir de él algún redoble decente, por más que el pobre se piense un genio incomprendido. Que Gene haya cedido y haya grabado un disco cuando aseguró, con muy buen criterio, que hoy día eso ya no tenía sentido, es tan solo la enésima prueba de que esta gente habla por hablar. Se mueven como reptiles profesionales para mantener la empresa bonita y rentable. Recordemos que timaron al mundo montando un falso Farewell Tour (gira de despedida) en 2001 que no fue sino una gira más; 8 años después todavía siguen, y si hay que grabar disco nuevo para que salgan los números, se graba. Por mi parte, les doy un pequeño beneficio de duda, aunque repito, Sonic Boom pinta, ya desde la portada, como un disco tan sano, gris y mediocre como la propia familia de Gene, que tan poco aporta al mundo, visto aquel reality familiar llamado Gene Simmons Family Jewels.