miércoles, septiembre 23, 2009

"MALDITOS BASTARDOS"


Malditos Bastardos es Christopher Waltz. A estas alturas todo el mundo, Cannes incluída, sabe que la última película de Tarantino no es Brad Pitt arrancando cabelleras de nazis, sino Christopher Waltz comiendo strudel, bebiendo un vaso de leche o sirviéndose una copa de vino delante de sus prisioneros, un amable, seductor y absolútamente inolvidable cazajudíos. Él y las largas escenas que conforman la película, casi todas con Waltz reinando. Tarantino alarga las conversaciones minutos y minutos, entre coñas, tensión y una planificación perfecta, sin que haya aparente desenlace, que si lo hay y no decepciona nunca. La primera escena de la película en la granja francesa es un primor, desearías que no terminara nunca y que Christopher Waltz no encontrase jamás a los judíos escondidos, pero sobretodo que no se fuera de la granja y continuara hablando y hablando. Otra escena memorable, la de la taberna del pueblo con los falsos oficiales nazis y la actriz alemana, que termina de la forma más tarantiniana. El hombre de Pulp Fiction y Jackie Brown ha convertido el III Reich en un cómic, ha pensado que por qué no hacer una película que te cuente un final distinto de la Segunda Guerra Mundial, ha dirigido sus mejores escenas en años y ha dejado que Christopher Waltz haga el resto.


(Quiero comerme un strudel con el cazajudíos)