lunes, diciembre 01, 2008

LUCES Y NAVIDAD

A veces parecemos tontos. Queremos menos gasto público y un mundo más sostenible, por eso dejamos Barcelona prácticamente sin luces de navidad decorando las calles (y las que hay parecen diseñadas por subnormales daltónicos y horteras), y ahora nos quejamos de que la ciudad da pena. El problema es que es un problema de conciencia. Creo que el principal defecto del sistema capitalista en una ciudad como Barcelona es que muchos de los que nos consideramos de izquierdas, o algo parecido, no acabamos de abrazar al capitalismo como este se merece. No entendemos que el capitalismo es el único sistema fiable que hay ahora mismo en el mundo, y filosofamos (Dylan cantaba: "And you who philosophize disgrace and criticize all fears, take the rag away from your face, now ain´t the time for your tears") y criticamos sin dar soluciones, y cuando los gobernantes nos quieren hacer felices y dejan de adornan las calles con millones de bombillas antiecológicas, entonces lloramos (en privado, para no parecer que nos hemos pasado al otro bando). Supongo que hay alguna manera de ser de izquierdas y no ser gilipollas, por dios, supongo que hay alguna manera de que en navidad adornemos las calles como cuando yo era pequeño (todavía recuerdo como El Corte Inglés de Plaça Catalunya montó un decorado gigantesco, al estilo Cecil B. De Mille, ambientado en los viajes de Guilliver; anteayer pasaba por un Corte Inglés y habían cuatro tristes lucecitas, parecía un local de alterne, o una gasolinera), luces y más luces, electricidad joder, así los comercios harán más caja. Supongo que hay también alguna manera de que los niños de hoy en día piensen que la navidad es esa época del año cuando las calles se llenan de luz increíble y te compran un montón de regalos. Porque la navidad es un negocio, y a mi me encanta ese negocio, comprar regalos y que me regalen. Yo no recuerdo mis navidades de niño como una romería de misas del gallo y canelones para Sant Esteve, yo recuerdo el Scalextric, mis juegos de Spectrum, mi Capitán América, mi fuerte de Playmobil y las luces de la calle Pelayo cuando íbamos a comprar los regalos.

JOE BONAMASSA: "LIVE FROM NOWHERE IN PARTICULAR" (2008)


Accedo al nuevo disco de Joe Bonamassa, su directo grabado en ningún sitio en particular, sin conocer nada de su discografía anterior, y llamado por los cantos de sirena de sus muchos fans. Me parece un blues musculoso, sólido, perfectamente ejecutado aunque sin desbordar, sin esa sensación de que las cosas pueden irse de madre y caerse por el abismo que pueda darte un solo de, yo que sé, Rory Gallagher, o Ritchie Blackmore (se incluye aquí en uno de los temas un fragmento del Perfect Strangers de Deep Purple ¡bien!). Aunque quizás sea con la interpretación vocal, donde este tipo sí puede derretir corazones, como esa maravillosa Sloe gin. Lo mejor, es un de esos discos con la bacteria, o bacilo, o virus que hace que vuelvas a él cada vez con mayor frecuencia.