domingo, marzo 11, 2012

MARK LANEGAN BAND, BLUES FUNERAL


A Mark Lanegan siempre se le va a pedir que vuelva a sus primeros discos en solitario (y unos cuantos inmaduros siguen reclamando una reunión de Screaming Trees), a Whisky for the holy ghost o Scraps at midnight, sino formalmente si en espíritu. Y con Blues Funeral no solo ha vuelto al gesto esquivo y arenoso que me enamoró, en verdad, ha vuelto a enamorarme. Y no era fácil, Lanegan ha creado un personaje borde, rugoso y arisco, y sus últimos proyectos, aunque respetables, habían dejado de interesarme. The Gutter Twins no dejó la huella esperada, y de los dos discos en los que le prestó la voz a Isobel Campbell me quedo con un greatest hits entre ambos. Aquí, Blues Funeral arranca bien desde la preciosa portada y los cuatro primeros temas, repletos de la calidez rocosa de esta gran voz. Bleeding muddy water es una oración laneganiana ya clásica, tanto como St Louis elegy, Phantasmagoria blues, Harvorview hospital o Deep black vanishing train, y sí, Riot in my house tiene algo de la banda de los orondos Conner; dos peros, Ode to sad disco me asusta al recordarme a James, y el power pop versión Lanegan de Quiver Syndrome se me hace largo y plano. El buen fan debería estar tranquilo, servirse su mejor ginebra y esperar a que estas canciones calen hasta los huesos.