sábado, septiembre 17, 2011

ALICE COOPER, WELCOME 2 MY NIGHTMARE


Hasta esta mañana, el disco de Alice Cooper me parecía una soberana broma, una horterada. Pero mira por donde que hace un rato la cosa ha hecho "clic", y ahora ya sé donde situarme yo como oyente para disfrutar minimamente de este Welcome 2 my nightmare. Tómate este disco como un cajón desastre donde cabe de todo (compáralo, salvando las distancias insalvables claro, no ya con Welcome to my nightmare, sino con Goes to hell, un disco donde había mil estilos, desdel el musical Broadway al rock vicioso, al jazz de club... y todo funcionaba), tómatelo no como un disco conceptual (a quién le importa si aquí hay una historia o no, si quiero rock duro con guión ya tengo a King Diamond), sino como un paseo divertido donde puede pasar de todo. Power pop de la talla de Ghouls gone wild, disco-rock cachondo en Disco bloodbath boogie fever, escenas Broadway como Last man on earth, temas envenenados y resacosos como When hell comes home, o rock n´roll a todo trapo en A runaway train (uno de los temas en los que toman parte los supervivientes de la Alice Cooper Band, emocionate). Hay fallos grotescos, como el incomprensible tema inicial, I am made of you, con un efecto en la voz a lo Paulina Rubio que dan ganas de pegarle una colleja a Alice y a Bob Ezrin; o la mala y totalmente innecesaria, What baby wants, con la participación de KeSha a la voz, que no sé ni quién es. Muchos hubiéramos preferido un disco de canciones, más al grano, como aquel adictivo Dirty Diamonds, pero Alice se ha empeñado en hacer un último esfuerzo de grandeza en el estudio, y con la excusa de una segunda parte de su primer álbum en solitario, nos ha montado una fiesta de la que me veo que algunos amigos fans & bloggers van a salir pitando. Yo por mi parte, ni salgo pitando a los cinco minutos ni me quedo hasta el final; estoy simplemente contento por el atrevimiento, por los solos de Steve Hunter, por algunos temas (no me olvido de la rockera, clásica, I´ll bite your face off), aunque bastante mosca con ciertas canciones y ciertos inútiles tics de radiofórmula moderna.