lunes, junio 16, 2008

TOMB BUS

Hoy cruzaba por el semáforo que une el Zurich con Canaletes, y ha pasado un autobús azul de esos que te llevan al aeropuerto. Por momentos he creido que era uno de esos Tomb Bus que hace poco dejaron de funcionar, era del mismo modelo, azul, elegante, pero esas estanterías de mecanotubo cargadas de maletas me han hecho volver a la realidad, se trataba del Aerobus. Durante sus 17 años de vida, el Tomb Bus, por un poco más de dinero, te llevaba por la Diagonal y Paseo de Gracia hasta Plaza Catalunya, es decir, por las zonas de tiendas pijas de la ciudad. Su interior era mucho más cómodo y bonito que los buses de línea normales, incluso habían unas lamparitas muy monas que le daban un aire de calidez y confort. Ahora ya no hay Tomb Bus, posiblemente porque no salía a cuenta y lo cogía poca gente. Es una metáfora demasiado evidente de Barcelona. Antes habían tombuses que acogían a las grandes señoras de Barcelona y las depositaban en Gucci, la joyería Rabat, o el Bulevard Rosa, antes Barcelona soñaba con vestirse de París, y se creía los mitos, los que ella misma había creado, era posible ser una ciudad de diseño, ser europea, mirar a Francia, Londres, la moda, la empresa, el dinero y la modernidad. Ahora por donde pasaban el Tomb Bus, a través de cuyas ventanas veíamos tantos pelucones teñidos de rubio, morenos UVA y bolsas, siempre bolsas, tan solo se tiran pedos los tubos de escape de las gigantescas neveras que llaman Bus Turístic, cargados de bermudas, pechos cerveceros rosados al aire y toda la horterada que, creíamos, iba a pasar de largo para irse al sur. Pero el sur también somos nosotros.