viernes, diciembre 31, 2010

COSAS, PROYECTOS Y FELIZ AÑO

Es curioso, hace ya un montón que lancé este blog sin preocuparme demasiado por si alguien lo leía o no, hasta que fueron apareciendo -bueno, a muchos los fuí buscando- blogs amigos y lectores, y me empecé a sentir responsable de este, mi espacio. Aquí pongo yo las reglas, puedo venir a relajarme o a estresarme, aquí se escucha rock n´roll, se come bien y se bebe mejor. Este es un espacio de dudas también, porque escribir sirve para dudar de forma que quede bonito. Mi blog me define bastante bien en todas mis contradicciones, y mi blog siempre me recuerda que hay que tener esperanza. Y espero un buen año que viene, como siempre tengo cosas en la cabeza, proyectos y cosas que quiero hacer, y algunas mejoras en mis circuitos también. Hace años me dije que la treintena era la mejor edad de la vida, y quiero luchar para hacer realidad ese pensamiento. De momento no me ha ido mal, pero necesito un salto, también un cambio y un voto de confianza por lo hecho hasta ahora. Todo en uno. Y hablando de hoy en concreto, permitámonos ser felices en una noche tan dada a las gilipolleces. Pasé algunos fines de año entre los 18 y los 25 de los que no quiero ni acordarme, por eso como que le tengo miedo a esta noche en la que todo el mundo sale a comerse las farolas a partir de las 12. Relax, eh. Hoy en casa se cena lubina, se bebe La Montesa, ya aguardan dos bolsas de hielo en el congelador, y en la nevera una botella sin estrenar de Seagram´s y tónicas. Bien, creo que con eso vamos por buen camino. Bon any nou.

jueves, diciembre 30, 2010

MÁS SOBRE LA PREHISTORIA DEL METAL EXTREMO: DESTRUCTION


Me fascinan los orígenes del metal extremo, del trash, death, black metal... Mis audiciones son experiencias íntimas, en las que Testament, Inmortal o Celtic Frost inundan indistintamente mis orejas de rabia y maldad. Así, de vez en cuando me paso un par de semanas en un trance de apocalipsis metálica, y buceo en los orígenes del trash, el death y todo eso. Ya he hablado alguna vez aquí de grupos como Possessed (siempre hay que reivindicar Seven Churches como un disco de valor histórico incalculable, cuya audición todavía hoy día acojona), Celtic Frost, Bathory... puntos de origen del metal extremo que ha arrasado con las mentes de tantos millones de jóvenes. Y también he citado alguna vez a los descubridores de la piedra de rosetta del trash, moradores de la Bay area de San Francisco, atacados por el acné y la rebeldía, los Exodus, Testament, Megadeth & Metallica claro, Slayer, Anthrax... De todos ellos me fascina que brindaran obras tan importantes cuando a penas eran adolescentes con ganas de beber cuantas latas de cerveza pudieran (Possessed tenían 15 años, putos mocosos). Otra banda de la prehistoria trasher es la que escucho ahora mismo, el trío alemán Destruction, representantes de la rama europea del primer trash junto a grupos decisivos como Kreator. Destruction, todavía en activo, eran tres adolescentes con ganas de dar ostias, y a buena fe que las daban en su Ep Sentence of death (1984) y el Lp siguiente, Infernal Overkill (1985), digno de figurar en una lista de los veinte o veinticinco discos de metal más importantes de la historia. Las pintas que gastaban eran tremendas, tres freaks con cinturones de balas robados del backstage de Lemmy, rostros pálidos y una creencia absoluta en lo que hacían. Como tantas bandas extremas de la época, se trataba de inadaptados escolares que vivían del intercambio de cintas de grupos oscuros, y se sentían herederos de Mercyful Fate y los sonidos de la New Wave of British Heavy Metal, solo que ellos veían que era posible hacer 100 veces más ruido y tocar 100 veces más rápido que Iron Maiden. Destruction van a todo trapo, aunque menos que otras bandas trashers, matizan bien los solos, los riffs, y las guitarras rítmicas, y te aseguran buenas dosis de pasión metalera.

lunes, diciembre 27, 2010

MEJORES DISCOS DEL 2010. MI LISTA.

A medida que pasan los años me veo incapaz de valorar si el rock está en crisis o no. No tengo ni idea de si esta temporada ha sido mejor en cuanto a calidad de lanzamientos que la anterior, no puedo comparar el 2010 con el 2009, o el 2005, me pierdo en valoraciones generales sobre el estado de la cuestión. Así que, agobiado, me agarro a los discos que más me han hecho vibrar estos últimos meses y punto. ¿Mejores que los del 2009? Ni idea.


Permanecerán mucho tiempo en mi memoria las sensaciones marcianas que me produce el disco de Neil Young. Le Noise es una caja de resonancia que emite en frecuencias perdidas en el subsuelo. A paso cambiado entre el presente y el pasado, Neil, su guitarra y un viejo ampli tratan de descifrar algún código desconocido desde la segunda planta de alguna casa perdida. Y todo sin dejar de ser un disco de Neil Young, con las clásicas, aquí inspiradísimas, canciones de Neil Young. Cada vez más, un grandísimo disco.

Band of Horses, con Infinite Arms, están llamados a ocupar grandes espacios y alcanzar grandes metas. My Morning Jackett deberán cederles sitio en la locomotora que arrastra el rock del futuro. Música paisajística, cinematográfica, también hay Beach Boys meets Neil Young & Crazy Horse, y un cuidado por cada detalle que me hace pensar que Bren Bridwell y los suyos sabían lo que tenían entre manos y han invertido en ello hasta la casita del perro. Han hecho bien, ahora el mundo les mira, y pronto les veremos en Barcelona.



De lo que yo he escuchado, Sharon Jones ha grabado el disco con las mejores canciones de este año. Anoche volví a escuchar I learned the hard way y qué decir. La clase de los Dap Kings y la autoridad de Sharon lo hacen un recurso perfecto para cenas en grupo (verano mejor), con gin tonics en la terraza y el mejor soul de fondo. El concierto de Apolo fue también de lo más ardiente del año.

Hank III y su troupe parecen salidos de la peor rulot del peor vecindario del peor extrarradio de los USA. Es country-hillbilly-punk, outlaw country, whatever, y lo tocan a todo trapo, mientras que las letras no ahorran en detalles morbosos. Las agujas se clavan en los brazos en plano detalle, las borracheras no duran una noche, duran toda una vida, y la poética de saberse lo peor de la sociedad y que eso te importe una mierda, rezuma en cada canción. Rebel Within no es ni mejor ni peor que el anterior Damn right, rebel proud, es otra vuelta de tuerca, cada vez más aguerrida, a esos dos primeros discos que nos deslumbraron hace 10 años, Risin´outlaw y Lovesick, broke and driftin´.

Necesito revindicar discos anti-cool como este. Voodoo, de Krokus. Y me siento orgulloso de que en mi resumen de lo mejor del años estén estos suizos, veteranísimos, que continúan sirviendo rock n´roll honesto y caliente como si todavía tuvieran que demostrar algo. Krokus son reivindicables, sus discos clásicos suenan brutales hoy día (ese One vice at time del 82...), y se mantienen mejor que nunca.



...Y la innegable calidad del Family Tree de los Whispering Pines (Stars above, ¿tema del año?), John Hiatt y su terroso The Open Road, el inabarcable doble cd de Blue Rodeo, Things we left behind, que todavía estoy estudiando con detenimiento de ornitólogo, la suavidad y timidez de Jakob Dylan (Truth for a truth, ¿segundo tema del año?), la solidez sin tonterías de la nueva entrega de Tom Petty, la explosión de The Brew y su A million dead stars, la recuperación del cetro del terribilismo gótic-country de Wovenhand y su The Threshing floor, la emoción soulera de Southside Johnny cantando Lead me on en su espléndido Pills & Ammo, John Mellencamp y su tratado arqueológico del rock n´roll No better than this, la clase y sensibilidad de Robert Plant en Band of joy, el barroquismo de Iron Maiden en un disco mejor de lo que parecía, The final frontier, el southern de calidad de Hogjaw y el oficio de Accept con Blood of Nations.
Me dejo algunos, pero así a bote pronto, estos son los discos que mejor han sonado este año en mis cada vez más sordos (estoy como una tapia) oídos. Un 2010 que en lo musical también recordaré por la muerte de uno de mis héroes, Ronnie James Dio, un tipo al que ahora más que nunca llevo en el corazón. Parece que hace un par de semanas estaba escribiendo sobre lo mejor del 2009, con el disco de Kiss o el de Derek Trucks. Ya ha pasado un año, la vida va demasiado rápido. Estoy acojonado.

sábado, diciembre 25, 2010

UNA FOTOGRAFÍA DE GERARD

Al terminar la comida de Navidad observaba una fotografía de uno de mis cuatro sobrinos, Gerard, seis añitos, una mente creativa, inquieta, políticamente incorrecta, un mundo interior que deseo, sepa -le enseñen a- canalizar en algo maravilloso. La foto se la hizo su padre este verano. Gerard solo en la orilla del mar, de espaldas, mirando las olas. He pensado que esa fotografía debería ganar algún concurso porque era preciosa, y que la imagen definía a Gerard, y lo decía todo sobre él, y debería adjuntarse a sus informes escolares, para que cuando cambie de colegio, o entre en la universidad, los profesores sepan quién es realmente este muchacho; que entiendan que sus cualidades deberán encontrar un medio donde adquieran plena expresión, y que ese medio quizás no sea una aburrida (para él) materia escolar, y que su mente convulsa, extraordinaria, quizás no se vea reflejada con buenas notas. Las notas no sirven para nada, en el colegio se aprende a ser persona, a distinguir entre el bien y el mal, y a otear el horizonte para ver que el mundo es grande y que tú puedes encontrar tu sitio donde quieras. Eso no es calificable por unas notas. La escuela, también la universidad, forma el sedimento de lo que seremos más tarde. Nadie se acuerda de las lecciones de ciencias, lo que quedan son las lecciones humanas que recibimos de profesores y compañeros.

jueves, diciembre 23, 2010

NAVIDAD, LOTERÍA...

Esperar a estas alturas algún sentimiento con respecto a la navidad es esperar mucho en mi caso. Los sabores se van perdiendo, y quizás solo los recuperas cuando son tus hijos los que no duermen por las noches pensando en los reyes. Mientras, hay acontecimientos como la lotería, cuyo sabor, para la gran mayoría de la población, no se pierde con el tiempo y la edad, es más, la gente está completamente loca. A ese respecto, el día de ayer fue un día estúpido sin sabor ni contenido. Es una capa de ácaros y caspa que nunca nos quitaremos de encima, somos tal cual, un país pobre, de película neorrealista italiana. Lo que más me sorprende es la cantidad de dinero que se deja la gente, de verdad, no lo entiendo. Prefieren gastarse 200 euros en una administración de lotería antes que ir a cenar al Celler de Can Roca, donde seguro, vivirán una experiencia inolvidable que no depende de la suerte. Luego muchos se quejan de pagar más de 15 euros por una cena. Concluyo. La suerte no existe, las cosas salen de un modo o de otro, y si te tocan tantos millones de euros, tarde o temprano tu vida se irá a la mierda, sobretodo si no estás acostumbrado a ser rico. Ni un rico sabe ser pobre de la noche a la mañana, ni un pobre ser rico. Ambos se van al carajo.

martes, diciembre 21, 2010

"THERE AIN´T NO WAY..."



"There ain´t no way I´m gonna put my foot in there, that big black pool I been dream´ about". Cuando escuché esta letra por primera vez me dije, joder, a mi me ha pasado igual. Lo que me gusta en Scott H. Biram es lo que me gustó de Townes van Zandt, y que no se lo que es, o sí, una poética, una forma de ver y de sonar, que también está en mi, y que ellos se encargan de sacar a la luz. La música te descubre quién eres, para bien o para mal, no te indica un camino lejano, más bien te mira desde fuera hacia dentro y te dice que ese eres tú, y que está bien.

sábado, diciembre 18, 2010

MOTÖRHEAD (SANT JORDI CLUB, 17-XII-10)


Motörhead, o mejor, Lemmy y su leyenda, llenaron el Sant Jordi Club. Buen ambiente heavy, con aportaciones de las distintas facciones sociales a las que ha conseguido penetrar el ruido de Ace of Spades. Algún modernillo mesándose el flequillo en el lavabo, compartiendo espacio con jóvenes punks y gigantescos heavys haciendo cola para mear. Ya desde sus inicios Mötorhead concilió anhelos metálicos y punks, caso único. Me sorprendió que los teloneros fueran tan malos, es decir, está claro que cualquier grupo que empieza merece un respeto, pero no deja de sorprenderme que den esta gran oportunidad a unos tipos que solo piensan en regalarse posturitas, hacer que el público coree, y con un cantante que se ha limitado a empollarse los vídeos del Ritz y de Paris de Guns n´Roses, tipos que deberían salir y tocar putas buenas canciones, si las tuvieran, claro. Y Lemmy, con los compañeros de barra perfectos, Mickey Dee y Phil Campbell. No sé cuál debe ser la diferencia entre una mala noche de Lemmy y una buena, probablemente todas son iguales. Sale al escenario y es Lemmy, un señor muy, muy mayor que sigue berreando Metropolis y Stay Clean (en un concierto ideal, Stay clean debe ser siempre el segundo tema del set), y que no distingue entre buenas y malas actuaciones. Es él. Tocaron temas del nuevo disco The world is yours, que sonaron tan bien como todo lo que han grabado desde hace años. Me dió bastante igual si tocaban esto o aquello, la cuestión era tenerles ahí. Todavía podemos disfrutar de Motörhead, es Lemmy el tipo que está ahí delante maldita sea, ya lo sentiremos cuando no esté.

martes, diciembre 14, 2010

MORENTE


Mi contacto con el flamenco es tangencial, de vez en cuando y en pequeñas dosis. Flamenco puro y voces como las de Duquende o Morente. Muy poco porque no es lo mío, claro. Y qué pena lo que ha ocurrido con Morente, un genio valiente, que se tomaba su arte con toda la naturalidad del mundo, que rompió barreras (conozco muy, muy poco su discografía, pero Omega, el disco junto a Lagartija Nick lo dice todo, igual que sus colaboraciones con Sonic Youth); Morente paraba el mundo cuando pillabas algún concierto suyo por la tele. Un genio que muere de la forma más estúpida e inesperada.

domingo, diciembre 12, 2010

COMER

Comiendo nos educamos. Tengo muchos defectos, entre ellos algunos relacionados con el acto de comer. En mi caso, es una cuestión de en casa de herrero cuchillo de palo. Me cuesta mucho acabarme lo que tengo en el plato, como un niño malcriado, me canso pronto de lo que estoy comiendo, o lo devoro de forma tan compulsiva que me quedo desfondado y abandono. A veces como igual que el peor follador, pim pam fuera, sin ritmo ni suavidad, preocupado solo por saciar el instinto más primario, pronto y rápido, café y cuenta. Luego como digo, no me termino lo que tengo en el plato, y mis digestiones son torturas chinas, me cambia la cara y la voz y todo. La disciplina en el comer es envidiable, admiro a los que se comen la cabeza de las gambas (eso es signo de civilización), los que cogen las costillas con los dedos (otro signo) y ejercen de cirujanos del hueso, dejando un plato impoluto, dos o tres huesecillos limpios y perfectos. Mi pareja me critica con razón que en los restaurantes se me va la olla. Con la carta delante no conozco ni a mi madre, quiero esto y eso, y lo de más allá, y lo quiero ahora, pronto, cuando lo mejor es ir despacio, pedir lo justo y dejar luego el plato reluciente. Mientras como practico verdaderas carnicerías con los alimentos, destrozo los pescados, los filetes, los estofados, corto sin ton ni son; después de que yo haya pasado, los platos parecen pastizales. Los hay que comen disciplinadamente, y su plato sigue teniendo una estética mientras cortan la carne y mojan la salsa. Lo mio es una orgía vacía y sin sentido, fea. Trato de mejorar en todo eso, claro, nunca es tarde para ser educado, no comer como un moribundo, darte pausa y ritmo, y mirar el paisaje. Si aprendo, mis digestiones me lo agradecerán.

miércoles, diciembre 08, 2010

JAY MUNLY


Me gustó leer sobre Jay Munly en el Popu. Qué tipo. La escena gothic-country-folk (dark country, american gothic... qué más da) de Denver quedó eclipsada en su tiempo por el auge de David Eugene Edwards y sus 16 Horsepower, así que cuando a muchos se nos abrieron las puertas de obras como Secret South, no sabíamos que detrás también venían artistas disfuncionales, oscuros, como este raro pez del desierto que alterna diversos proyectos (Slim Cessna´s Auto Club) y toca el banjo desde el fondo de algún granero maldito a punto de arder. A Jay Munly lo vi por primera vez dando extraños bailes en el clip de Clogger, de 16 Horsepower. Y como estos últimos (atención, este viernes David E. Edwards y sus Wovenhand actúan en Barcelona, espero llegar a tiempo), Munly acude a los ambientes góticos y a Joy Division, los mezcla con el country más subterráneo y le añade unas prestancias vocales profundas, como el Iggy Pop más susurrante. En la época en que me empollaba a base de bien el Murder Ballads de Nick Cave, este tipo me hubiera volado definitivamente la cabeza. De lo que he escuchado, recomiendo dejarse aplastar por Jimmy Carter Syndrome, del 2002. Asusta.

domingo, diciembre 05, 2010

DIO: "AT DONINGTON UK: LIVE 1983 & 1987" (2010)


Ahora que ya no está, a Dio le salen fans por todas partes, ya sea por parte del público o la crítica. Tanto que se reían de él, curioso. El primer lanzamiento dedicado a ordeñar el mito es este doble directo At Donington UK: Live 1983 & 1987. Son sendas grabaciones de los dos conciertos que Dio dio en su carrera en el festival de festivales del metal, Donington. El primero, en su etapa clásica, con Vivian Campbell, después de debutar con el potente Holy Diver en 1983, tras su espantada de Black Sabbath; el segundo, para redescubrir que en su pendiente hacia la mediocridad, Dio todavía sacaba buenos discos (Dream Evil, de 1987, puede disfrutarse más incluso que Sacred Heart), y que en directo le ponía todo lo que siempre le puso, fuera época de vacas gordas o de vacas flacas. Las rutinas de Ronnie en el escenario eran siempre las mismas, pero lo hacía con tanto talento y ganas, nunca parecía estar aburrido de si mismo, y se creía lo que cantaba. Eso llegaba al público, se nota, por eso hemos sentido tanto su muerte. Este doble directo (llegan a incluir los dos conciertos en DVD y me muero) grabado en el lugar de la Tierra con más meados por metro cuadrado, es digno de entrar con todas las salvas en la discrografía clásica de este hombre. No he escuchado un directo mejor de Dio, a excepción, claro está, del On Stage de Rainbow y el Live Evil con Sabbath, y ah, el elegante, perfecto DVD-CD de Heaven & Hell desde el Radio City Music Hall, puro metal tres estrellas Michelín. A paladear con gusto temas oscuros como All the fools sailed away o Naked in the rain, y todos los himnos que Dio cantó una y otra vez en su carrera.

sábado, diciembre 04, 2010

THE GRATEFUL DEAD: "LIVE AT COW PALACE, NEW YEAR´S EVE 1976"


Es probable que te encuentres en la vida con estos momentos: Tienes delante a tu hijo, o a tu nieto, y el pequeño te pide, ansioso: papá (o abuelo) necesito introducirme en la magia de Grateful Dead, ¿qué me recomiendas? Bien, aceptando que eso no va a ocurrir, y que es difícil que tu futuro nieto te pida info sobre Jerry García y los suyos, recomiéndale, ahora mismo, esta noche, el triple directo Live at Cow Palace, New Year´s Eve 1976. Qué testimonio. Una banda que directamente eran capaces de todo, digo yo que hasta que la E Street Band explotó entre el '77 y '78, no había banda más sobrada en los USA que los Grateful Dead. Este concierto es una más de las ceremonias interminables que oficiaban cada fin de año, esta vez en el feo e histórico pabellón de San Francisco, el Cow Palace. Escuchad la versión de Playing in the band, 23 minutos, escoge un buen día, que los astros te acompañen, conéctate y descubre que todo esto vale la pena. Este lanzamiento de Rhino es un triunfo, tres horas y pico inenarrables que culminan en un Morning Dew (que aquí os enlazo) que va directo al tuétano emocional; sube el volumen, dale paciencia, ponte en tensión, abre las orejas, el camino es recto y da vértigo ¡Escuchad como crece otra vez a partir del minuto 9.00!¡Notas suspendidas en el aire!. Este Morning dew paraliza el tiempo. Los que nos hemos quedado pillados con esta banda no necesitamos más pruebas que esta...

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martes, noviembre 30, 2010

LOS QUE DESENTONAN

Me hago mayor, y cada vez soporto menos a los tipos que desentonan. Bien, no sé si eso tiene relación con hacerse mayor, lo que sé es que los odio, aunque en el fondo sufro por ellos. Ayer viendo el partido del Barça en un bar, todo el mundo bebía y etcétera (el fútbol en el bar, como las fiestas mayores y como tantas cosas en la vida, es una excusa para beber), pero había un tipo que daba el cante (y eso es difícil en el bar con un Barça-Madrid), había mamado mucho más de la cuenta, claro, pero también era gilipollas, y trágicamente no se daba cuenta de ello. Él gritaba más que los demás, en momentos en que nadie estaba alzando la voz, y daba muestras de ser un gran practicante del don de lo inoportuno. No hablo solo de fútbol, hay gente inoportuna en todas partes, que aparece cuando no se la espera, que habla cuando necesitas silencio, que ladran cuando los demás hablan. Si lo hicieran dos, tres o cuatro no pasaría nada, pero son ellos solos. Se toman unos cuantos decibelios de libertad y total, los utilizan para decir sandeces. Será porque soy muy propenso a sentir vergüenza ajena, pero sufro muchísimo cuando noto que alguien desentona, y hace el ridículo y todos lo saben. Entonces bajo la mirada, me pongo tenso y ruego para que pase lo antes posible. Será, seguro, porque yo también he desentonado más de una vez. Quién no.

domingo, noviembre 28, 2010

NAHIR YA ESTÁ EN CASA


Así de guapa luce Nahir en su primer día con nostros. La tenían en la protectora durmiendo con los gatos (la protectora es como aquella peli de un mundo superpoblado, Soylent Green, pero con perros), un poco enferma. Nos la han dado unos días antes de lo previsto, porque en casa estará más calentita y se curará antes. La protectora de Avinguda Tibidabo es un oasis de buenas personas que no cobran un duro y cuidan animales abandonados por la facción hija de puta de la civilización. Ni una belleza como Nahir se salva, a ella también la abandonó algún idiota. Desde aquí os animo a que paséis una tarde por la protectora, haceros voluntarios y sacad algún perro a pasear, media horita a la semana, nada más. En esta época también les van bien las mantas, así que si os sobran, ya sabéis. La Lliga per a la Protecció d´Animals i Plantes, con ese olor a pis, tan caótica (¡hay tantos perros!), es el lugar más civilizado que conozco. El otro día una señora jubilada, que podría estar jugando a la brisca en su casa, se arremangaba para sacar a pasear a este, y luego al otro y luego al de más allá. A sus favoritos. Y así echaba la mañana. Tini vino de la protectora hace diez años, y ahora Nahir. De momento se llevan bien, y con el gato tampoco han habido mayores problemas. Hoy es un buen día.

jueves, noviembre 25, 2010

ACCEPT: "BLOOD OF NATIONS" (2010)


Me da rabia que Wolf Hoffman haya encontrado un pedazo de cantante, sucio y chirriante, viejo y cabrón, como Mark Tornillo, y haya grabado este notable disco de metal clásico a la europea. Ahora, UDO, el hombre que se ha currado la marca Accept todos estos años, la ha mantenido viva y no ha dejado de trabajar como un obrero del metal, tendrá que espabilar, y lo tiene crudo, porque Blood of Nations supera la rutina en la que había caído UDO con sus últimos discos. Igual eso le sirve para ponerse las pilas. Digo que me da rabia porque el ahora calvo guitarrista de Accept y el otro miembro original, el bajista Peter Baltes, recogen mucho de lo que UDO ha sembrado todo este tiempo. Accept vive porque UDO no lo ha dejado morir, esa es mi teoría. Recordemos que Hoffman y Baltes fueron los responsables de asesinar a los Accept clásicos echando a UDO y fichando a un pobre moñas norteamericano, David Reece, con la estúpida intención de convertirse en los nuevos Bon Jovi. Ellos, cuyo horizonte vital no pasaba de las barras del Oktoberfest. Naturalmente, el experimento fue un fracaso y UDO siguió a lo suyo, fabricando heavy germánico clásico para mantener viva la llama. Pero eso es el pasado, y hay que reconocer que Blood of nations se escucha con mucho placer. Teutonic Terror y The Abyss (con un interludio melódico que parece de otro tiempo) son temazos, aquí hay ganas de mover ficha y reclamar el trono. Mark Tornillo, repito, es todo un descubrimiento, encaja en todos los aspectos, es un viejo lobo de mar salido de los mismos muelles de carga donde trabajaba Bon Scott, me encanta el tipo. Les espero en su próxima gira a primeros de 2011, jamás pensé que diría esto.

miércoles, noviembre 24, 2010

ALICE COOPER (SANT JORDI CLUB, 23-IX-10)


De los tres conciertos de Alice Cooper a los que he podido asistir, el de ayer fue el menos bueno. Alice está sensacional, su voz y presencia continúan ahí a pesar de la edad, pero en el show las cosas iban demasiado rápido, con el habitual momento dramático de The ballad of Dwight Fry colocado demasiado pronto en el set list, y con demasiadas muertes de Alice, son tonterías, ya lo sé. En mi show perfecto, le cortan la cabeza a Alice y luego resucita a golpe de No more Mr. Nice Guy, pero bueno, todos tenemos nuestro show perfecto de Alice en la cabeza. En el Sant Jordi Club se está bien, es cómodo, aunque los conciertos pierden calor, el Alice de hace tres o cuatro años, fue más rockero y sucio sobretodo por ser la sala Razzmatazz. La banda que lo acompañaba anoche, por cierto, ni fu ni fa. El set list fue casi perfecto, Alice siguió recordándonos que From the inside es un clásico (en los últimos años siempre rescata temas de ese disco compuesto a medias con Bernie Taupin, en esta ocasión fueron From the inside y Nurse Rozetta), revisitó el Wicked young man del plomizo Brutal Planet (de aquel disco, la única pieza que levantaba miembros era Sanctuary), tocó lo que siempre toca y nunca nos cansamos de corear (quiero decir, los primeros segundos de No more mr. nice guy hacen que la vida valga la pena), y pasó olímpicamente de su lamentable último disco (solo tocó Vengance is mine, tema inútil como pocos), de hecho él lo sabe, por eso la gira se llama Theatre of Pain y obvia cualquier mención conceptual a Along came a spider. Lo mejor, poder ir a un concierto de Alice Cooper y verle y escucharle. Es Alice Cooper, por dios.

domingo, noviembre 21, 2010

JERRY GARCIA: "REFLECTIONS" (1976)


Los setenta fueron para los Grateful Dead una década de crecimiento insospechado, de superar barreras creativas y técnicas (aquellas giras con el wall of sound, una matada de invento diseñado para conseguir el mejor sonido en directo escuchado hasta entonces: un panal gigantesco de 640 altavoces en la parte superior del escenario, muy complejo técnicamente y demasiado costoso como para durar); y también increíbles periodos musicales, como las giras del 72, o las del 77-78, mis favoritas. Pero si se trata de buscar grandes discos, no basta con lo que editó la banda, hay que absorver con la misma pasión las obras en solitario de Bob Weir y Jerry Garcia, en las que solían participar los Dead al completo. Ace, de Weir, o este Reflections de Jerry no solo están a la altura de la mejor obra de los Dead, son obras de los Dead. Reflections es otra maravilla sentida, pulida, brillante de Jerry García y los demás. They love each other o It must have been the roses son standards deadheads, Might as well recuerda el desfase de viajar de gira con Janis Joplin y The Band en 1970, mientras que Comes a time y Mission in the rain son dos de los momentos mágicos de la carrera de Jerry. Incluyo aquí una interpretación de Mission in the rain de las que te rompen en mil pedazos...



Recién salidos de la grabación de Blues for Allah, disco ambicioso para el que tuvieron un tiempo récord de cinco meses en el estudio, y dado por finalizado el hiato de un año en las actividades del grupo, en 1976 Jerry, Weir, Lesh & co. estaban en el momento ideal para seguir grabando maravillas.

viernes, noviembre 19, 2010

THE BLACK PINES LIVE


Mañana tocamos en Olesa. Entre Enero y Febrero caerán Terrassa, Barcelona y lo que venga. Es bonito tener una banda y gritar un rato delante del micro, como hacen tus héroes. Soy un tipo con suerte.

jueves, noviembre 18, 2010

WHISPERING PINES: "FAMILY TREE" (2010)


Bueno, Whispering Pines debutan con este Family Tree y habrá que dejar de lado otras cosas y concentrarse. Un disco de música de raíces norteamericana, con un muy mucho del segundo de los Allman, con cosas de Creedence, de The Band (Whispering Pines es una de las canciones de la banda de Robbie Robertson) y una elegancia ¡tan fácil! a la hora de crear canciones cristalinas que te llenan enseguida (Stars above, Family tree). Repito, Family Tree me ha obligado a echar el freno, sacudirme el polvo del camino y dejarme embelesar. La cerveza y los cigarros que ya no fumo los pongo yo. Las dos guitarras se cosen entre sí creando belleza, y canciones como Mirror woman mirror man son propias de bandas con mucha mierda a sus espaldas. Y estos empiezan ahora. Una joya.

domingo, noviembre 14, 2010

RESTAURANTE ROUTA, BARCELONA

Hablo de gastronomía por intuición, por bagaje sentimental, por haber tenido la suerte de visitar muchos restaurantes en mi vida, pero apenas cocino, leo poco sobre el tema y mi cultura sobre productos es limitada; y aún así creo en la validez de mi opinión a la hora de juzgar las impresiones que me produce un restaurante. Realmente confío en mi propio criterio. Por eso digo con toda la tranquilidad, que en los últimos meses no he disfrutado más en un restaurante, ni me he sentido más sorprendido, cogido "a contrapié", culturizado y emocionado (siempre desde la humildad, no estoy hablando de experiencias metafísicas ni del nuevo Adrià), que en el Routa de la calle Enric Granados de Barcelona. La propuesta: cocina nórdica (los dos chefs son finlandeses) abierta al resto del continente, valentía, producto y creatividad sin complejos. En un local al que una mejor iluminación le haría mucho bien (enfocar la atención en los platos, mediante la luz, dotar al espacio de intimismo e intencionalidad), disfrutamos de un menú con aperitivos insuperables, estéticamente preciosos, con pescado de Finlandia, y atractivos snacks. Divertidos. Luego, enfilando el menú, la estrella de la noche, una velouté (crema) de setas salvajes y setas escabechadas, un plato gigantesco armonizado estéticamente con mil y un detalles (lo han definido como puntillismo, impresionismo al estilo Seurat; ahora mismo en Barcelona dudo que muchos puedan igualar la estética de los platos del Routa), y junto a la velouté, un platito con brioche de trufa y mantequilla de ceps. Un plato festivo, voluptuoso, inagotable, que estuvimos degustando durante casi media hora. De segundo, el menú continuaba con otro barroquismo culinario, una codorniz rellena de foie gras. Luego quesos -correctos- y otra preciosidad, el postre de manzana verde. Sobrados de buen gusto, los dos chefs del Routa, y la amable y prudente jefa de sala, tan solo necesitan de que el cliente responda. La oferta gastronómica en Barcelona, sobretodo en un barrio como el Eixample, es tan salvaje, hay tantas ostias, que es normal que cueste llenar, sea lunes, viernes o sábado, pero para eso estamos nosotros, dando el callo. Hay que apoyar los sitios que valen la pena.

jueves, noviembre 11, 2010

DEEP PURPLE: "COME TASTE THE BAND" (1976)


Me planteo ahora, teniendo delante la extraordinaria, esperadísima por muchos, reedición del último disco "clásico" de Deep Purple, con Tommy Bolin a la guitarra, Come taste the band (1976), si Glenn Hughes y el recién contratado Bolin, imposible aunque talentoso sustituto de Ritchie Blackmore, no tomaron a la banda por el pito del sereno y se dedicaron tan solo a vivir de coca y heroina hasta que aguantara el cuerpo, o la paciencia de los miembros originales Jon Lord y Ian Paice (y David Coverdale también, quién se alineaba -siempre inteligente Coverdale- con ellos). Hughes y Bolin, a pesar de sus cualidades, a pesar de que Come taste the band es un disco fantástico en parte gracias a ellos, saquearon el nombre de Deep Purple en su propio beneficio, se inutilizaron para volver a grabar y girar con garantías, y finalmente propiciaron que la banda perdiera su reputación y que Lord y Paice les mandaran a tomar por saco y se fueran a por algo más provechoso; poco después los dos, Paice y Lord, entraron a formar parte de los Whitesnake de Coverdale, mientras Ritchie Blackmore triunfaba a lo suyo con Rainbow, Gillan experimentaba con el rock y el jazz y Glover tocaba con Ritchie y se ejercitaba como productor de prestigio; a todo eso Tommy Bolin ya estaba muerto y a Glenn Hughes le faltaba más de una década para salir del túnel de las adicciones y el dolor. Creo que eso lo dice todo, quién ganó y quién perdió.


Sin embargo, aún grabado en aquellas condiciones de malas caras, malos rollos y droga, Come taste the band suena a gloria. Los Purple más espumosos, funkys a la vez que rockeros, en un disco que en general me satisface más que el anterior Stormbringer, aunque supongo que depende del día. De los Deep Purple setenteros uno puede mamar hasta llegar a viejo, hay tanta buena música, tantas historias y tanto exceso, que no te los terminas. Coverdale jamás pierde la compostura blues cuando canta, Glenn Hughes ataca Gettin´tighter y justifica el porque este tema le ha servido como espaldarazo para recuperar su esplendor como artista y hombre de escenario pasados los 50, Lady luck es puro Purple Mark III, Dealer, Love Child con ese riff nieto del Into the fire de Blackmore ¡y qué decir de You keep on moving, con toda la banda consciente de cada segundo de canción, enchufados, a flor de piel! Las reediciones del catálogo Purple desde In rock hasta Come taste the band (sin olvidar enormes lanzamientos de conciertos tipo This time around, conciertazo -y eso es raro- con Bolin, o Live in London etc.), son regalos, enciclopedias a consultar regularmente, tesoros para disfrutar con uno mismo o con quién entienda de qué cojones va esto.

martes, noviembre 09, 2010

STEVE WYNN: "MELTING IN THE DARK" (1995)


Thalia Zedek y Chris Brokaw tejían aquellos mantos eléctricos, dos guitarras mimándose, odiándose, acariciándose en ese tacto cálido que solo da cierta distorsión, juntos fueron responsables de algunos de los mejores momentos musicales de los 90. Come, la banda que ambos lideraban, me regalaron aquel concierto en la pasada década (¿fué en Mephisto? no me acuerdo), y discos como Don´t ask don´t tell, para mi una de las cinco obras con más agallas y corazón de los 90. Luego me limité seguirle la pista en solitario a Thalia Zedek, con un par de discos que me hacen saltar las lágrimas, y ahora recupero (en el Ruta 66 de este mes lo recuerdan) el disco de 1995 de Steve Wynn, Melting in the Dark, que cuenta con los Come originales -Zedek, Brokaw, más Sean O´Brien y Arthur Johnson) al compelto como banda de apoyo. Y se nota, por la electricidad, por las caricias a las que antes hacía referencia, por el corazón. Steve Wynn es otro que tal. Igual tú también has erosionado el Days of wine and roses de The Dream Syndicate, la banda con la que Steve dejó huella para la historia en los 80, y luego más tarde, te habrás rendido a los encantos acústicos de Fluorescent (1993, un disco perfecto del que Johnny Cash debe sentirse orgulloso), o a la riqueza creativa inagotable del doble Here come the miracles (2001). Steve Wynn es uno de los tipos en este negocio que merecen más respeto. Y en Melting in the Dark la combinación es letal. Electricidad, melodías, quiero decir, ese sonido Zedek / Brokaw que me sigue derritiendo, y el talento de Steve en hacer que una gran canción suene como algo natural, como casual. Epilogue, rasca hasta que duele, Shelley´s blues pt. 2 es tal como es, evidente, certera, precisa y gustosa. Hay una intención, unas aristas en cada canción, un compromiso y un vacío que me hacen añorar otras épocas, no tan lejanas.



Y una bella apropiación de Leonard Cohen por parte de Thalia Zedek...

lunes, noviembre 08, 2010

EL PAPA VINO Y SE FUE

Al final vino el Papa, cenó un menú de Sergi Arola, emocionó a sus fieles, dio misa en la Sagrada Familia y poco después se fue. Hoy por la mañana, yendo en moto me fijaba en una pareja de ancianos retirando su bandera vaticana del balcón. Por fin algunos mossos podrán tener algún día de vacaciones, porque ayer parecían una plaga, no debieron librar ni los jubilados. El Papa ha venido y no ha pasado nada. Algunas mentes progres un tanto adolescentes deberían calmarse con sus comentarios antirreligiosos, que de tanto refunfuñar, de tanto rechazar todo lo que huela a papado y fumata blanca, van dando un peligroso giro de la izquierda abierta que dicen defender a la derecha más intolerante. Como país de antiquísima tradición cristiana, Catalunya tiene derecho a aplaudir al Papa y darle todo el fasto que crea conveniente. Mejor que venga el Papa que no Gadafi. Barcelona debía salir al mundo como una ciudad respetuosa con la religión, y por suerte se consiguió. Ratzinguer es uno de los dos o tres personajes más importantes del planeta, guste o no, y en casos como este tenemos que ser responsables con nuestra ciudad y nuestra imagen, y eso se paga con dinero público como se paga por tantas otras cosas. Una visita de Obama no nos saldría tampoco muy barata. Para los que como yo, no sentimos nada ante la presencia papal, aunque respetamos su visita, nos quedó comprobar desde casa como la televisión ha sabido actualizar la rancia imagen que la iglesia se empeña en dar de si misma, siglo sí y siglo también. Esos travelling arriba y abajo, esos barridos y contrapicados en el templo, todo pura y espectacular liturgia visual, mucho más atractiva que la que se daba abajo en el altar.

miércoles, noviembre 03, 2010

BLACK COUNTRY COMMUNION, 2010


El nivel de forma de Glenn Hughes es tan exagerado que me parece que detrás de su imagen vampiresca y casi andrógina se esconde un holograma. Quién dice que las personas no pueden cambiar, cuando en su caso pasa de ser un despojo humano hinchado de drogas a un fibrado soulman que se toma cada proyecto como si fuera el último de su vida. Black Country Communion es otra de sus criaturas, en este caso un supergrupo (aunque hoy día le llaman supergrupo a cualquier cosa) bicéfalo, con Joe Bonamassa, el joven guitarrista de blues que gusta tanto a los ejecutivos (esos cuyos padres solo gastaban discos de Eric Clapton), de indudable talento, influencias hard rockeras y pintas a medio camino entre un repartidor de pizza y un McCaulay Culkin adulto y trajeado a punto de entrar en el juzgado acusado de fumar marihuana en una fiesta. Que a los teclados esté Derek Sheridan me da igual, y que a la batería esté alguien con la poca gracia de Jason Bonham también, sinceramente esto de supergrupo solo tiene a los dos cabecillas. Black Country Communion, el disco, puede traerte de cabeza, es espitoso, soulero, funky y heavy. Glenn Hughes se desborda en cada tema (I am a Messanger!!! grita a pecho descubierto), su bajo y su voz son todo pasión y ritmo, y a Bonamassa (¡bravo por Song of yesterday, Joe!) todo esto le sienta de maravilla; el tipo se ha empollado desde crío la herencia Deep Purple, y tocar en estas canciones le sale del alma.

lunes, noviembre 01, 2010

HEROIS


Me gustó dejarme embaucar por la dulzura de Herois, por las escenas de amor y amistad veraniega pre adolescente, por los detalles años 80 con los que se sabe que a los treintañeros nos tienen en la palma de la mano (desde los Bonis a las BH, los posters de los Goonies y las camisetas de Bruce Springsteen), por la música (demasiado pomposa), las gotas de humor aquí y allá (esos padres del gafotas del grupito no tienen precio) y por el sorprendente giro que da la película en un momento determinado, y que me parece genial. ¿Defectos? Bueno, los hay, pero como digo me los comí con patatas y entré de lleno en el verano de la película. Mis veranos también eran en la costa, pero en pocas ocasiones tuve pandillas con las que buscar aventuras montados en las bicicross BH. Tenía una abuela que jugaba a la brisca y era tan cariñosa como la del film, que interpreta Ana Lizarán, y de vez en cuando me visitaba algún amigo que me sacaba de la urna de cristal con jardín en la que me depositaban mis padres desde mediados de julio hasta septiembre. Había playa y la sensación de que muchas cosas estaban por llegar y las quería aquí y ahora. Una película que te hace pensar en ti ha de ser buena ¿verdad?

domingo, octubre 31, 2010

LOU REED, THE BLUE MASK


Vuelvo a este disco de 1982 más que a ningún otro de Lou Reed. Me encanta la mezcla que hay entre un hombre con una pareja estable, tratando de echar el freno y ser un tipo corriente, con su casa, su tranquilidad, sus fantasmas y sus cosas (como describe en la fantástica, tan sencilla, My house), y la tormenta que siempre acecha en Lou Reed, esta vez agitada gracias a la guitarra de Robert Quine, un afilador de cuchillos sónicos que convierte temas como Waves of fear (¿uno de mis 10 temas de Lou favoritos?) en pura paranoia y violencia. Los versos de Lou son sinceros, confesionales y a veces dan vértigo, como en la sinpar The Gun, que no es una canción, es un túnel oscuro y serpenteante, hacia abajo y hacia abajo. El sonido cálido que siempre acaricia Lou con su guitarra, el bajo de Fernando Saunders y la guitarra de Robert Quine, el mejor Lou Reed (como el de New York), no necesita mucho más.


viernes, octubre 29, 2010

JOHN HIATT (BIKINI, 28-X-10)


Aunque el John Hiatt que nos acaba de visitar no es el del directo del "Budokan" de los 90, y es un Hiatt muy low-key, con sonido carnoso y certero faltaría, pero sin ninguna fuga de energía inesperada, sin sorpresas ni saltos al vacío, habría que pensar que, pongamos, en 1995, o en el 2000, ni soñábamos con que este hombre se pasaría algún día por una sala de nuestra ciudad. Y lo ha hecho, y ha tocado todo lo que imaginábamos: repaso a Bring the Family, más paradas en los también imprescindibles Slow Turning y Stolen Moments, y alguna agradable sorpresa como el Crossing Muddy Waters, de aquel disco homónimo, serio, acústico y brumoso que nos entregó en el 2000. Administrando con conciencia su energía, su cancionero y su talento, Hiatt continúa sobreviviendo, y este concierto no hará más que mantener el respeto que muchos le tenemos y que nunca dejaremos de tenerle. También tocó tres o cuatro temas de su último y excelente The Open Road, que demuestran que el río no se ha secado, y que aunque a velocidad diesel, Hiatt sigue creando nueva música, manteniéndose vivo y mirando a los ojos a aquel alcohólico desesperado que milagrosamente grabó Memphis in the Meantime con tres buenos amigos, a mediados de los 80.

miércoles, octubre 27, 2010

SHARON JONES & THE DAP KINGS (APOLO 26-X-2010)


Autoridad. Punto. Lo que le falta al Papa de Roma, a Zapatero y a Rajoy, a tu jefe, lo tiene Sharon Jones en cada movimiento, cada espasmo de su voz. Ayer todos hicimos lo que ella quiso y nadie rechistó. Así da gusto ser creyente y obedecer. Llevando hasta el límite algunos temas, empujando al público a la fiesta, en la más pura tradición soul, Sharon Jones & The Dap Kings repasaron I learned the hard way y 100 days, 100 nights, homenajearon a Solomon Burke, y ella sacó a un par de tipos a bailar, sin dejar ni un segundo de derrochar simpatía, sudor y entrega. Sharon Jones lo consigue. El público, variado, con mucho modernillo, repetirá de nuevo cuando vuelva. Daptone Records es como una familia, y la mamma es ella, Sharon Jones, quién arrastra a las demás bandas del sello, ella y sus Dap Kings: una sección de viento que levanta pasiones, una esbelta bajista, un percusionista que podría ser el conserje de tu edificio, y un guitarra solista que ejerce de serio director de orquesta, trajes y corbatas, sudor y savoir faire soul. Con ese panorama y el Apolo a rebosar, me cabreó que hubieran algunos tipos charlando en la barra como si nada (¿pero se puede saber qué coño esperáis de la vida?), suerte que Sharon no los vio, se les habría caído el pelo.

domingo, octubre 24, 2010

LA RED SOCIAL


Corre el peligro La Red Social de ser confundida con una película de adolescentes gilipollas, fiestas en casas con piscina, ex compañeros de piso de Sheldon, y tonterias universitarias varias, y ah, una película sobre Facebook. Aunque dudo que saliendo del cine muchos sigan con esa idea. La Red Social es David Fincher, pero también un guión de Aaron Sorkin trepidante, vibrante y finalmente terriblemente sórdido. El personaje protagonista, el Mark Zuckerberg que puede ser como el Mark Zuckerberg real o no, pero que no importa, interpretado de forma alucinada, gélida, despiadada, por Jesse Eisenberg, lo dice todo sobre lo que significa el triunfo en la sociedad que nos ha tocado vivir, sobre el hecho de ser un inadaptado, una víctima, y en última instancia un ser ruín. Hay dos escenas que guardaré durante mucho tiempo en mi memoria de pez cinematográfica, la primera, cuando Mark "rompe" con su novia, principio de todo, y luego los dos, tres últimos minutos de film. Una carrera vertiginosa a la cima y al fin, al vacio.

sábado, octubre 23, 2010

NADA QUE DECIR

Aunque un blog es algo personal, y en este que lees se publica solo lo que a mi me viene en gana, es bueno tener un límite, un departamento de calidad que no te deje publicar lo que no aporta o no vale la pena. Los que tenemos blogs, por humildes que sean, le debemos un respeto a quién invierte 20 o 30 segundos leyéndonos. Cuando pasan días y no escribo nada es que mi responsable de calidad particular está actuando, y no me deja colgar la primera tontería que me venga a la cabeza. Todo esto lo pensaba ayer mientras leía algunos post de la página Metal80.com, con artículos razonados, bien escritos y mejor documentados, sobre el heavy de los 80. No sé quién está detrás de esa página, pero seguro que alguien con ganas y con cultura, y con respeto por sus lectores. Por tanto decía, cuando no publico es porque no tengo nada que decir. El mundo es grande, las noticias son jodidamente buenas o pésimamente malas, hay amor, música, cine, comida y las cosas que te pasan, pero a veces, ohlalá, no tienes nada que decir. Y ante eso, mejor no publicar ¿no?

lunes, octubre 18, 2010

BLUE RODEO, SMALL MIRACLES


Voy catando aquí y allá en la discografía de Blue Rodeo, y me va a dar un ataque si no encuentro ya un mal disco. El anterior a Things we left behind, su última y loada obra, es este Small Miracles del 2007, que tuvieron la buena idea de vender en su reciente gira. Small Miracles te traslada al Sweetheart of the rodeo de los Byrds, a Gene Clark y esos temas, Full Circle, country luminoso pintado con los colores pop más bonitos que puedas imaginarte. So far away, el primer tema, me lleva en volandas cuando el día decae y lo veo todo muy chungo, y Black Ribbon es irresistible, lo tiene todo, con esas mínimas pinceladas psicodélicas incluídas. Regala estas canciones, hazte amigo y sonríe. Hoy ganamos. Las cosas que solo te da la buena música, amigo.

domingo, octubre 17, 2010

CLARISA

Me dan la noticia de que Clarisa ha muerto. Mi última conversación con ella, siempre por mail, es de principios de 2009. Me siento aturdido, muy, muy acongojado, porque Clarisa era de las que dejan huella, por poco que la conocieras (en directo tan solo la vi una vez, en aquella comida de alumnos del master de guión, donde ella por cierto fue el centro y corazón de todo el encuentro). Hay personas que mientras viven te dan una lección, no sé cómo lo hacen, pero desprenden ganas de vivir, de sobreponerse, y tienen la mirada ardiente, viva, y sonríen y confían. Ella era guionista, como yo.

http://aventurasdeunguionista.blogspot.com/2010/10/chau-clari.html

BAR CAÑETE, BARCELONA

Ahora mismo el Cañete es uno de los bares de tapas con más nervio de Barcelona. Lleno, a plena actividad, con camareros circulando detrás de la barra resolviendo mil situaciones por minuto, y una cocina a la vista que funciona a todo trapo, este local del Raval (Calle Unió, debajo del Liceu) es un espectáculo en si mismo. La orientación de la carta mira hacia el tapeo del sur, con torta de camarones, salmorejo, pringá... Además de embutidos y quesos. No todo funciona al 100%, unos cap i tripa que probé me resultaron bastante inofensivos, pero el bocata de calamares, el relleno de pringá o la golosa cansalada con puré de patata (bombón ibérico lo llaman) son buenas opciones a un precio muy ajustado. Dos o tres cañas por barba y un buen surtido de tapas y platillos te sale por menos de 50, dos personas. En la entrada hay un espacio separado donde te puedes tomar el café y algún postre más tranquilamente. Siempe está bien buscar excusas para darse una vuelta por el Raval, esa república independiente de Barcelona a la que cada vez nos sentimos más ajenos los nativos.

jueves, octubre 14, 2010

BLACK SABBATH: SEVENTH STAR ERA, REINA EL CAOS


¡Se reeditan a todo lujo los imprescindibles Seventh Star y The Eternal Idol de Black Sabbath! Ante este pedazo de noticia pocos levantarán su culo y pasarán por caja en Amazon o Revolver; yo, quizás tú que estás leyendo esto, y algún otro monguer. Quiero decir, Seventh Star y The Eternal Idol pertenecen a la peor etapa de Black Sabbath, mediados los 80, sin Ozzy, sin Dio, ni siquiera con Gillan, lo peor. Ambos son discos que representan a un hombre, Tony Iommi, en la encrucijada ¿Sabes lo que es salir de una empresa triunfadora y tenerte que buscar curro aunque tu currículm sea inmejorable? ¿Estarías dispuesto a trabajar en otra empresa de menos éxito, donde te pagan peor, has de vender tu otrora insobornable talento y trabajar con personas que en otra época te habrían traido los cafés? Bien, pues en ese punto estaba Iommi, guitarrista fundador, genio de Black Sabbath en 1985. Quería pero no podía. Había vuelto de una larga gira con Ian Gillan como vocalista, la gira del escenario de Stonehenge, que recorrió arenas de Europa y Estados Unidos y le permitió seguir viviendo como una estrella, pero que a la larga, representó el principio del fin. El experimento Purple-Sabbath, con un Gillan que pensó que cantar en Sabbath tan solo consistía en gritar hasta desgañitarse, un disco incomprendido en su momento, Born Again, y unos fans histéricos porque se las venían venir, se convirtió pues en un acuse de recibo. Despierte sr. Iommi, despierte. Y despertó, en el Live Aid, con esa momentánea reunión de los Sabbath originales, y algunos infructuosos contactos para intentar traer al exitoso Ozzy de vuelta al redil.


Finalmente Iommi se tomó su tiempo, todos abandonaban el barco menos él, así que contrató al pequeñín Eric Singer a la batería, quién ya empezaba a hacer de las suyas en el mundo de los contratos temporales, a Dave Spitz al bajo y a Glenn Hughes, leyenda ex Deep Purple a las voces. En un principio pretendía grabar un disco en solitario con distintos cantantes, pero cambió de idea, y le dio a Hughes toda la responsabilidad. La compañía de discos, con Don Arden (el padre de Sharon Osbourne) a la cabeza, le presionó para que el disco fuera de Black Sabbath, así que finalmente, tenemos ese extraño producto llamado "Black Sabbath featuring Tony Iommi", más vendible que un simple disco en solitario. El resultado es miel para los oídos dispuestos a sumergirse en un baño turco de teclados, guitarras livianas y atmósferas propias de la época. Hay canciones grandes, mayores, como In for the kill, power ballads muy resultonas, No stranger to love, y un buen grupo de temas que gustan si tienes paciencia, Angry heart, Sphinx... un metal muy atmosférico, como digo, y un resultado en general digno, atractivo, aunque de menor enjundia que los dos discos que vendrían después, todavía en los 80, el implacable The Eternal Idol -donde Iommi recuperaría la garra en los riffs- y Headless Cross, los dos con el aplicado Tony Martin a las voces. Los temas de Seventh Star no tienen riffs memorables, la pasión la pone Glenn y sus privilegiadas cuerdas vocales, pero como digo, es un buen disco.



Las cosas más o menos iban encaminándose para Iommi, así que era el momento de emprender un nuevo tour. Para esta ocasión Iommi se dejó de grandilocuencias y monolitos e hizo diseñar un escenario que era... ¡grandilocuente otra vez! El montaje se dividía en dos decorados, a la izquierda aparecía una vieja ciudad, de corte medieval, y a la derecha otra futurista, ambas estaban unidas por una pasarela encima de la cual se situaba la batería y los teclados. Iommi quería expresar nosequé pollas de la evolución del tiempo y el ser humano, y como siempre, hizo el ridículo. Los primeros conciertos significaron varias cosas, una que nuestros amigos del averno (cuatro más el Casper de la saga Sabbath, Geoff Nichols, siempre presto a echar una mano en los teclados y a no salir en las fotos) ofrecían unas pintas dignas de Carmen de Mairena, maquillados y aseados con las mejores pintas, que los pabellones estaban ligeramente más vacíos, que Tony tocaba bien, como siempre, y que Glenn estaba... perdido. Los seis primeros conciertos de la gira Seventh Star de 1986 son una de las experiencia más vergonzosas a las que puede asistir un fan del metal. Glenn Hughes no da con ninguna nota, la voz le chilla, en escena está descolocado, pesado y patoso. Borracho y yonqui en suma, aunque él se justificó diciendo que antes del primer concierto tuvo una pelea con alguien del equipo de management y recibió un puñetazo en la nariz que le fastidió la voz. Tonterías, Glenn pasaba por un momento dramático, y si coges cualquier bootleg de estos seis primeros conciertos (Cleveland, Detroit), o el video de Detroit, asistes ojoplático al hundimiento de un vocalista inigualable.


(Formación Sabbath recién despedido Glenn Hughes, con Ray Gillen)

En los últimos temas de cada uno de esos conciertos, el propio Geoff Nichols, nuestro Casper el fantasma bueno, tenía que ponerse al micro, y cantar las canciones, mientras Glenn se balanceaba y trataba de balbucear algo con sentido. Naturalmente que Tony ya lo veía venir y desde el inicio del tour contrató los servicios de Ray Gillen , entonces cantante desconocido (posteriormente en Badlands, y fallecido a principios de los 90 víctima del SIDA), quién pasaba el rato en el autobús de gira a la espera de que Glenn se desplomase ya totalmente y él ocupara su lugar. Al séptimo concierto, Tony ya tuvo suficiente, echó a Glenn Hughes y el tour continuó hasta el final con el hábil Gillen, cuyo futuro en Sabbath sin embargo no daría para mucho más (grabó The Eternal Idol entero, pero Iommi lo despidió por ir demasiado sobrado, entró Tony Martin y regrabó las voces del disco, pero eso es otra historia, algún día hablaré de The Eternal Idol). Al cabo de los años, cuando ya nos hemos acostumbrado al actual Glenn Hughes hiperactivo, sobrado de cualidades, mucho más en forma que tantos otros de su generación, nos cuesta ver a ese Glenn más parecido a un patético Liberace encocado, que con Black Sabbath dió lo mejor, o casi, en el estudio con Seventh Star, y lo peor en aquellos bochornosos conciertos de los cuales os incluyo aquí algún video. Un periodo loco, fascinante. Ya no habían más Paranoids, Masters of reality, ni Mob Rules, pero la música de los Sabbath post Dio siempre me ha parecido dramáticamente infravalorada. Nunca es tarde para (re)descubrirla. Black Sabbath da para toda una vida ¿verdad?



martes, octubre 12, 2010

UN TRABAJO EN CLASE: MINEROS DE SAN JOSÉ

En una de mis clases, un grupo de chavales están elaborando una cápsula informativa audiovisual sobre los 33 mineros chilenos atrapados a 700 metros de profundidad. Podían escoger entre otras noticias de actualidad, desde ETA hasta las inundaciones de Pakistán o el tema del burka, pero el componente de suspense, casi de ciencia ficción, de lo que ocurre ahí abajo en Chile les ha seducido ¿Saldrán o no saldrán? ¿Cómo sobreviven? ¿Cómo comen, respiran, mean? Ahora que parece que todo va a ir bien, y que los sacarán con vida muchas semanas antes de lo previsto, este grupo de niños, niños periodistas, tendrán que saber encauzar la noticia en una nueva dirección, no solo explicando este final feliz, sino entendiendo lo que ahora ocurrirá con estos 33 humildes obreros -más familiares, amigos etc.- cuyas vidas cambiarán para siempre. En el exterior recibirán toneladas de calor humano globalizado, pero también medallas, premios, dinero, iPods cortesía de Steve Jobs, invitaciones de famosos clubes de fútbol para asistir a sus palcos, de programas de televisión, de productoras de cine. Ojalá disfruten de todo eso sin perder la perspectiva, el equilibrio. Yo no sabría. Mientras, en clase, espero que este grupo de chavales comprendan la magnitud de la lucha por la supervivencia que han librado estos tipos, pero también el gigantesco tsunami que se les viene ahora encima, para el que muchos de ellos, temo, no van a estar tan bien preparados.

sábado, octubre 09, 2010

FREGANDO LOS PLATOS

Recomiendo fregar los platos. Primero porque es una guarrada entrar en una casa con la cocina sucia y la vajilla pringosa acumulada en el fregadero (cocina limpia y cama hecha, es de ley), segundo porque en ocasiones es un placer. Esta mañana fregaba tranquilamente los restos de la cena de ayer, fuimos ocho, un montón de platos, cacharros, copas etc. Primero me he deshecho de botellas de cerveza, vino, tónicas, pieles de limón del gin tonic y demás mierda, luego he colocado milimétricamente lo que he podido en el lavaplatos, soy el mejor en eso, y el resto, casi todo, me lo he trabajado a mano. Cuando era fumador no había mejor cigarro que el que me fumaba fregando los platos, ahora que estoy limpio me conformo con gozar de esa disciplina tranquila y mecánica que requiere una actividad tan denostada por muchos. Esta mañana, relajado, limpiaba platos, cubiertos y copas mientras sonaba el IV de Led Zeppelin y el extraordinario disco de Black Country Communion. Estaba tan bien que ni siquiera he tenido que tomarme el Gelocatil de turno. Necesito momentos así.

viernes, octubre 08, 2010

BLUE RODEO (6-X-10, RAZZMATAZZ 3)


Definitivamente, en mi bar siempre tendrían cabida Blue Rodeo. De lunes a domingo, las noches que quisieran, el tiempo que quisieran. Banda de larga trayectoria, descubierta ahora por muchos de nosotros gracias al doble Things we left behind (lo escuché cuando salió, me gustó, ahora me gusta diez veces más, y sigue creciendo), practican con dedicación y mimo un country rock envuelto en gustoso pop, aunque lo que más me gusta de ellos son esos largos desarrollos instrumentales, como anteayer en algunos finales y en el segundo compacto de Things we left behind. Buenas vibraciones, simpatía, calidad y entrega. Venían sin Greg Keelor, co-líder de la banda junto a Jim Cuddy, pero su sutituto temporal tocó con buen gusto y pasión. Sin necesidad de reventar amplis, ni bajarse los pantalones, ni hacer la pelota, Blue Rodeo nos dejaron el miércoles pasado felices. Seguiremos buceando en su discografía, y esperándoles, que seguro que vuelven.

jueves, octubre 07, 2010

ACE FREHLEY


Ahora que se anuncia la publicación de las memorias de Ace Frehley para 2011, todavía más elogios va a recibir su figura. Ace creó para Kiss un sonido particular, casi minimalista, un concepto que valoraba el feeling del sustain antes que la cantidad de notas por metro cuadrado, un estilo propio y original en definitiva, inimitable, y también le dio a la banda el gen de rock n´roll del que Gene y Paul eran capaces de olvidarse tan a menudo, ahora con la música disco, ahora con las óperas rock. Pero la posterior carrera del Spaceman ha sido decepcionante. Frehley´s Comet empezó bien, heavy con buenas melodías y riffs, un poco pasteurizado por la producción de mediados de los 80, pero válido. Luego la nada. Gene y Paul lo rescataron del asco vital (como al pobre Peter) en la reunión del 95, entonces su figura se reactivó, así como su carácter poco fiable, sus empanadas y sus vicios. Adoro el sonido Frehley, su disco en solitario del 78 fue el mejor de los cuatro Kiss, y su catálogo tiene una buena ristra de clásios, de Cold Gin a Rocket ride, de Parasite a Shock me, leeré su libro y me lo pasaré en grande, pero es triste que este hombre haya tirado su vida por la borda durante tantos años. Su talento se fundió con su salida de Kiss, y desde entonces ha vivido del mito y de caer extrañamente bien al fan. Durante años Gene y Paul eran los malos, los que estaban ahí por la pasta, y Ace era el auténtico, el amigo de los niños, el rockero que vive por y para el rock. Sin embargo el tiempo ha dado la razón a los primeros, porque Ace quiere la pasta como el que más, y su concepto del rock n´roll es pasarse décadas enteras sin firmar una canción decente, mientras promete y promete que el disco de su vida llegará pronto. Musicalmente, Ace está acabado, su último disco no me interesa en absoluto. Ahora es un hombre entrañable y viejo, que se cree mejor de lo que quizás es, otro genio que vive mirando al pasado. Y le sigo queriendo.

lunes, octubre 04, 2010

NEIL YOUNG, LE NOISE


No entiendo la sorpresa con el disco de Neil Young. Es decir, entiendo que guste o no, pero nada más. Hoy día estamos curados de espantos, la música nos ha dado tantas alegrías, decepciones, infartos etc. que nuestro cuerpo ya segrega suficientes plaquetas para cuando escuchamos algo supuestamente... ¿sorprendente? ¿difícil? Somos perros viejos, sí. Había que estar a principios de los 80 para saber lo que era que Neil te la diese con manteca con aquel vocoder y Nils Lofgren a su lado pegando saltitos idiotas. Ahora en cambio, Le Noise me parece coherente con lo que está siendo la carrera de este hombre desde los 90. Si todas las canciones fueran acústicas, lo compararían con Praire Wind, pero aquí Neil ha cogido su distorsión y se ha encerrado con Daniel Lanois en una cueva donde sonidos y palabras reverberan y rebotan hasta el infinito. Si escuchas este disco en el momento correcto, como es mi caso, te sientes irremediablemente atraído, aunque luego pienses que es mejor o peor que el anterior, o que el maestro Chrome Dreams II. Hitchhiker, Angry world, Sign of love o la acústica Love and war, no dejo de escucharlas. Sonidos de una mente cortocircuitada, palpitaciones eléctricas antes de la tormenta, una bombilla parpadea, el hilo musical de una estación lunar abandonada. Más o menos.

domingo, octubre 03, 2010

WASP, INSIDE THE ELECTRIC CIRCUS


Algún desaprensivo en no recuerdo qué web, escribía que los discos clásicos de WASP son un par de temillas que están bien y lo demás todo relleno. Hay que joderse. Es lo que tiene la libertad (y que dure, claro), cualquier pichón de tres al cuarto cree que puede cargarse la carrera de una banda como WASP en un par de líneas. En cualquier caso, una persona inteligente sabe que Blackie Lawless lleva décadas currándoselo, que da pena leerle en las entrevistas, pero que sus discos actuales son dignos y los clásicos, bien, imprescindibles. Escucho ahora Inside the Electric Circus, 1986, y qué decir. Otros tiempos, otro vestuario, otros peinados y otras ideas sobre la vida; y cuatro pulgosos carroñeros grabando en Hollywood Hills un disco repleto de rabia y provocación. De WASP, lo que siempre me engancha es la forma de cantar de Blackie. Este hombre no canta melodías, directamente se pelea a ostias en cada verso, y saca la peor bilis estrofa tras estrofa. Un disco que pasará a la historia por la versión del I don´t need no doctor (Humble Pie, recordad cómo la cantaba Steve Marriot. Piel de gallina), pero que es todo espectáculo de principio a fin. Aquí añado el clip de I don´t need no doctor, que presenta el montaje que llevaban por entonces en directo. Puro delirio y espectáculo.

miércoles, septiembre 29, 2010

RESTAURANTE CASA PALOMA: CARNE ROJA Y GIN TONIC

Casa Paloma (Calle Casanova, por encima de Diagonal) es uno de los restaurantes con más pulso actualmente en Barcelona. Inaugurado hace bien poco, se trata de un gran local especializado en carne, con una atractiva barra de tartars de carne y pescado (un sueño hecho realidad), amplia zona de mesas, terraza, y bajando unas escaleras otra atractiva barra, esta vez para darle al gin tonic después de la cena. En Casa Paloma, como digo, las cosas van con buen pulso, es un local potente, directo, bullicioso y cómodo, y es el lugar ideal para perderse en el mundo de la carne. Ésta, cuando es honrada y se ha trabajado bien, y cuando está comida con ritual, sin prisas y con el espíritu en paz, es el mejor homenaje posible al animal del cual procede; en mi caso, qué mejor homenaje que el que me embuché, un lomo bajo de casi 400 gramos, con 70 días de maduración (yeah!), y que ya al corte daba una sensación inédita para mi, de carne compacta y muy fuerte. El pescado en cierta forma es un alimento más contemplativo, suave, que invita a la sensualidad y la calma; la carne en cambio es poder, ataque, potencia. Ante eso, lechugas, rábanos y calabazas están muy bien, pero cómo puede vivir uno solo con eso. A parte de la carne, de primero probé un tartar de salmón con crema smitana que era todo textura y suavidad, bebimos un Camins de las bodegas Palacios, Priorat. Sin ganas de postre, saciados, bajamos a la barra de coctails, a por dos gin tonics de Seagram´s y una bonita conversación. Carne, gin tonic y la mejor compañía, solo faltaban los Stones tocando y ya me puedo morir en paz.


(Barra de tartars de Casa Paloma)

ROBERT PLANT: "BAND OF JOY" (2010)


Vuelve a confirmarse que el mejor miembro de Led Zeppelin fuera de Led Zeppelin ha sido y es Robert Plant. Parece mentira lo poco que ha hecho un genio de la guitarra como Jimmy Page desde 1980. The Firm han quedado sepultados en el tiempo, alguna colaboración, giras majas pero alimenticias con The Black Crowes y con el propio Plant, el también olvidado Outrider, pero nada relevante, nada digno de él; en este caso, hasta la carrera actual de Ritchie Blackmore, con sus pitufos y sus flautas, me parece más valiente que lo que hace Page hoy en día. El hombre que creó la música de una de las cinco bandas más decisivas de la historia ha dejado consumir su creatividad hasta dejar solo cenizas que tan solo reaviva con sus ruegos para que Led Zeppelin, o algún monstruo lisiado parecido, se reunan. De John Paul Jones no hablo porque no le he seguido tanto, y en cuanto a Plant, lo dicho, su vida y su arte van viento en popa. Su última obra Band of joy (nombre homenaje a su banda de juventud), aunque no es perfecta, es una delicia. Producido con Buddy Miller, contiene el aire roots del anterior disco con Allison Krauss más la variedad de registros que siempre ha existido en la carrera en solitario de Percy, ese desenfado a la hora de sacar las canciones de sus predecibles etiquetas (aunque eso nos ha legado alguna que otra horterada en los 80), y el aire folk que está en su propia genética (hay aquí por cierto, una brillante versión de Richard Thompson). Este disco es una continuación, mejorada, sorprendente, un punto retorcida a ratos, del fascinante Mighty Rearranger del 2005. Yo me he rendido al sonido y la profundidad de los temas, pasajes como los de Cindy, I´ll marry you someday me hacen pensar en la cara 2 del Led Zeppelin III, y me ilusiona escuchar a este hombre cantar dos temas de Low -Silver rider y Monkey- banda a la que debo recuperar ya (aquel The Great Destroyer...), aunque no aporte mucho a las respectivas versiones originales. Como digo, Plant ha sabido escapar de la senda marcada, no quiso forzar la reunión zeppeliana a más de un concierto, y produce ahora buena música de acuerdo con su edad, sin querer pasar por el héroe que ya no es. Rodeado por gente de garantías (Miller, Gillian Welch, David Rawlings), Plant se siente libre. Ante eso, poco le queda por hacer a Page, unos miran al pasado, otros al futuro.

domingo, septiembre 26, 2010

EL GRAN VÁZQUEZ


Me encanta la ambientación, la luz, el atrezzo, los cigarrillos encendidos y el humo, los baretos de esa Barcelona de hace cuarenta años, las animaciones de personajes de los tebeos de Vázquez -idea a todas luces desaprovechada- y la ilusión que pone Santiago Segura en empujar a su personaje, y por extensión, a toda la película. Pero por lo demás, la historia de El gran Vázquez, dirigida por Óscar Aibar, cuenta bien poco. En el tramo medio, antes de que el dibujante entre en la cárcel, me resulta aburrida y repetitiva, parece querer ser graciosa sin que se note, y al final no hace ni media gracia. Y cuando intenta resultar dramática, pues tampoco funciona, no te lo crees. Me hubiera gustado más una historia centrada en el por qué de la mente creativa de un tipo como Vázquez, antes que una sucesión de chanchulleos y pillerías, gracietas y embrollos de un calavera que, como bien dice uno de los personajes del film, piensa que todo el mundo es gilipollas menos él.

viernes, septiembre 24, 2010

SOUTHSIDE JOHNNY AND THE ASBURY JUKES: "PILLS AND AMMO" (2010)


La abultada papada de Southside Johnny esconde una voz que llora con las palabras, las celebra, las engrandece, cantando así es difícil que alguna de sus interpretaciones salga mal. Todo su nuevo disco Pills and Ammo es una fiesta de sentimiento soul. Certifico, por cierto, que ahora mismo Lead me on, el cuarto tema, es la mejor canción del universo. La fuerza de los vientos, la pasión de Southside Johnny, colocan a las canciones en un altar, Cross that line explota, luego hay alguna delicadeza para observar cada matiz de la voz, esa Thank you, o el blues que me gustaría cantar cuando sea mayor en Woke up this morning. Con una carrera de cuarenta años, el Southside Johnny de ahora y aquel que emocionaba a las ovejas con su versión del Heart of stone de Springsteen, no deben ser muy diferentes. Supongo que la clave es seguir creyendo en lo que haces, en lo que cantas. Y hay que tenerlo claro para levantar un señor disco como este con más de sesenta tacos.



martes, septiembre 21, 2010

UN DISCO EN MIS MANOS


Ayer pude tener en mis manos, por fin, el disco de The Felice Brothers, Tonight at the Arizona. He hablado ya más de una vez de este disco por aquí. Es del 2007, la mejor obra de la caótica banda de los hermanos Felice, y si insisto en postear de nuevo sobre lo mismo es porque Tonight at the Arizona me tiene obsesionado. Muchos discos me tienen obsesionado, pienso en ellos en los momentos más estúpidos, en cualquier circunstancia, lo siento, pero igual te estoy hablando y mientras mi cerebro vuelve a repasar tal canción de un disco de Elton John, de Neil Young, o de este de los Felice. Había sobado el Tonight at the Arizona de muchas formas distintas, pero hasta ayer no lo había tenido en físico en mis manos. Es una bonita portada, un artwork sin muchas florituras pero con gusto. Y es un proceso, un compromiso con la música, un ciclo. Para mi, para tantos otros, la música no se usa y se tira, la buena música permanece y sedimenta en tu día a día, la escuchas y la tocas con las manos, la hueles. Por eso ayer fue un día feliz, tener en tus manos el disco de los Felice es otro voto, otra firma, otra cláusula de compromiso. Tampoco tengo ganas de largar otra vez el discurso de pagar por la música, símplemente que tener el Tonight at the Arizona en mis manos me hace un poco más feliz.

domingo, septiembre 19, 2010

KROKUS: "HOODOO" (2010)


Los suizos Krokus llevan más de 30 años de carrera y ahora, sin armar ruido, sin pavonearse con chorradas en las entrevistas, con trabajo y amor propio, graban este Hoodoo, un golpe de autoridad en la mesa del hard rock. Es como, callad la boca y escuchad quién manda. La banda, con los mismos miembros que grabaron aquel explosivo One vice at time de 1982, suena potente, segura, imparable. Un temazo como el single Hoodoo woman basta para aclarar las cosas, el vicio, la atmósfera del bayou, qué sencilla y efectiva confección. En las cuerdas vocales de Marc Storace (que todavía hoy día tiene que sufrir que mocosos periodistas le insinúen que es un simple imitador de Bon Scott), una versión tan manida como Born to be wild puede resultar felina, adictiva, nueva. Cómo canta, se enrosca en las palabras con todo el groove y la mala leche. Cualquier canción de Hoodoo tiene la actitud correcta, quizás no sean obras maestras, pero cuántas bandas jóvenes son incapaces de darte el buen rollo de una canción como Too hot. De lo que estoy cada vez más seguro es que puedes tener 60 tacos y rockear como el primer día. Eso me deja tranquilo.

miércoles, septiembre 15, 2010

JOHN MELLENCAMP: "NO BETTER THAN THIS" (2010)


Parece que John Mellencamp ha encontrado una vez más su lugar en el universo. Lo encontró en los 80, claro, (Uh Huh, Scarecrow o The Lonesome Jubilee fueron felices cosechas de rock rural reivindicativo para los que no querían estar pensando en el Born in the USA las 24 horas del día), y lo encontró a principios de los 90, con Whenever we wanted, Human Wheels o aquel vital, sonriente Mr. Happy go lucky. Y ahora, en el siglo XXI, vuelve a encontrar su piedra filosofal con No Better than this y su folk tajante, con el virus de Robert Johnson y el sonido que ya no se escucha en ninguna parte. La apuesta radicaliza la seriedad y sencillez a la antigua del anterior Freedom´s road, hasta el punto de que Mellencamp, como obseso arqueólogo en busca de fantasmas del pasado, ha grabado las canciones en estudios míticos como los Sun Studios de Memphis, o en la misma habitación donde Robert Johnson grabó sus primeros temas, y lo ha hecho utilizando un solo micro, con él y su banda tocando alrededor, con amplis vintage y con T Bone Burnett produciendo y vigilando que nada que huela a moderno se cuele por la cerradura o los conductos del aire. El resultado es un sonido que huele a habitación, a tipos tocando entre cuatro paredes, sonido físico que puedes hasta oler. Y canciones como bocetos al carboncillo que podrían colorearse y adornarse pero que mejor se queden como están, trazos llenos de conocimiento y madurez. Consejos para tu vida en Save some time to dream, rock n´roll y carretera con No better than this, delicias cantadas con mimo como Love at first sight, o un tema de riguroso negro, crónica de un lugar en cualquier lugar de Estados Unidos donde todo huele a derrota y a vidas malgastadas, tema raspado, sensacional, el segundo del disco, The west end. No better than this no te lo compras ni te lo bajas, te haces su amigo.

martes, septiembre 14, 2010

MANOWAR (SANT JORDI CLUB, 12-IX-10)


Después de la vacía actuación de Holyhell, otro de esos grupos operísticos de telefilme, con presumida cantante femenina, teclista saltimbanqui y guitarrista aprendiz de Yngwie Malmsteen, todos con muchas ínfulas y cero profundidad emocional, llegó el momento de ver y escuchar como Joey DeMaio y Eric Adams montaban su teatrillo. Siguen en lo suyo, y nuevos y jóvenes fans les dan la razón, curioso como una banda que curra tan poco (producción en estudio bajo mínimos) puede mantenerse tan alto en cuanto a aceptación popular. La parafernalia conceptual de Manowar funciona como siempre, aunque sus últimos discos se excedan (la palabra "exceso" es clave en el diccionario Manowar) en envoltorios propios de una banda sonora cruce entre Ben Hur y Evita. Dedicaron más de tres cuartos de concierto a repasar Gods of War y Warriors of the World, con mínimas concesiones al pasado en los bises -Kings of metal cayó como agua de mayo-, al estilo Maiden. El concierto fue entretenido y cervecero, populista y barato. A muchos nos encantaría que grabaran otro Into Glory Ride, o que el pimpollo que llevan de guitarrista se buscara otro empleo, o que DeMaio no soltara tantas gilipolleces en las entrevistas, pero entonces Manowar no serían Manowar. Ellos son la banda del pueblo, Belén Esteban en heavy. Pero cuando ruge el motor, y vuelves a sentir ese latido de locomotora que está en la base de su música, y Eric Adams atrapa las palabras como solo él sabe hacerlo, entonces te rindes otra vez al cuento mil veces contado.