martes, diciembre 15, 2009

CA L'ESPINALER

Ah, el aperitivo. Domingo mediodía, tiempo de esperanza, todo por hacer, el mejor momento de la semana. Mal día para salir, nubes, viento, frío, perfecto para mi. Nos llegamos a Vilassar de Mar con el objetivo de hacer el aperitivo en Ca l'Espinaler, conocido bar-estanco del paseo marítimo, codo con codo con la Nacional, una preciosa bodega en pie desde 1896. En Ca l'Espinaler hay mucha, mucha gente, pero no es algo tan exagerado como en bodegas similares de Barcelona (el Xampanyet está imposible), enseguida nos sentamos y pedimos cañas y un surtido de conservas, más las patatas chips de toda la vida con la salsita que hacen en este local, y que luego venden en una tienda de conservas, vinos etc. adyacente, donde hacen pela larga.


Hay que reivnidicar la conserva. Todos en nuestras despensas guardamos conservas Dani y demás, tan viejas que los berberechos deben haber huído ya, hartos de que nadie se los coma. Pero en Ca l'Espinaler la conserva es buena, hay de todo, los mejillones saltan a la vista, las navajas, las almejas. Todo se come con la vista, además del gusto claro, y del oído, con el rumor de la gente alegre, el movimiento, el ritmo. El aperitivo de domingo es importante, tanto como para que nos desplacemos de Barcelona a Vilassar para probar delicias enlatadas. En esos instantes en que todo es ilusión, y no has entrado en la pendiente dominical que te llevará, lo quieras o no, al jodido lunes.