domingo, mayo 02, 2010

ABRAZO

Los que no somos muy dados al contacto físico con otra gente, dígase besos, largos apretones de mano, abrazos, nos sentimos como armarios empotrados cuando alguien nos abraza de aquella manera que solo lo hacen los que saben que con ese gesto comunican todo un sentido moral de la vida. Somos tan tocho la gente como yo que cuando alguien nos abraza así nos emocionamos. En mis clases de Primaria procuro acariciar la cabeza, chocar la mano o palmear la espalda de los niños, superar la barrera física, justamente para que no les pase como a mi. Recibir abrazos -sinceros y bonitos- es algo mágico; los hay que besan, abrazan y acarician, y con eso te dan un valioso gramo de su bondad. El gesto es importante, y no me refiero a besitos de compromiso que ni rozan las mejillas, o a los quebrantahuesos que te destrozan la mano cuando te saludan, son gestos sinceros que te hacen sentir bien. Miradas, caricias, abrazos, hay que saber darlos.