jueves, noviembre 11, 2010

DEEP PURPLE: "COME TASTE THE BAND" (1976)


Me planteo ahora, teniendo delante la extraordinaria, esperadísima por muchos, reedición del último disco "clásico" de Deep Purple, con Tommy Bolin a la guitarra, Come taste the band (1976), si Glenn Hughes y el recién contratado Bolin, imposible aunque talentoso sustituto de Ritchie Blackmore, no tomaron a la banda por el pito del sereno y se dedicaron tan solo a vivir de coca y heroina hasta que aguantara el cuerpo, o la paciencia de los miembros originales Jon Lord y Ian Paice (y David Coverdale también, quién se alineaba -siempre inteligente Coverdale- con ellos). Hughes y Bolin, a pesar de sus cualidades, a pesar de que Come taste the band es un disco fantástico en parte gracias a ellos, saquearon el nombre de Deep Purple en su propio beneficio, se inutilizaron para volver a grabar y girar con garantías, y finalmente propiciaron que la banda perdiera su reputación y que Lord y Paice les mandaran a tomar por saco y se fueran a por algo más provechoso; poco después los dos, Paice y Lord, entraron a formar parte de los Whitesnake de Coverdale, mientras Ritchie Blackmore triunfaba a lo suyo con Rainbow, Gillan experimentaba con el rock y el jazz y Glover tocaba con Ritchie y se ejercitaba como productor de prestigio; a todo eso Tommy Bolin ya estaba muerto y a Glenn Hughes le faltaba más de una década para salir del túnel de las adicciones y el dolor. Creo que eso lo dice todo, quién ganó y quién perdió.


Sin embargo, aún grabado en aquellas condiciones de malas caras, malos rollos y droga, Come taste the band suena a gloria. Los Purple más espumosos, funkys a la vez que rockeros, en un disco que en general me satisface más que el anterior Stormbringer, aunque supongo que depende del día. De los Deep Purple setenteros uno puede mamar hasta llegar a viejo, hay tanta buena música, tantas historias y tanto exceso, que no te los terminas. Coverdale jamás pierde la compostura blues cuando canta, Glenn Hughes ataca Gettin´tighter y justifica el porque este tema le ha servido como espaldarazo para recuperar su esplendor como artista y hombre de escenario pasados los 50, Lady luck es puro Purple Mark III, Dealer, Love Child con ese riff nieto del Into the fire de Blackmore ¡y qué decir de You keep on moving, con toda la banda consciente de cada segundo de canción, enchufados, a flor de piel! Las reediciones del catálogo Purple desde In rock hasta Come taste the band (sin olvidar enormes lanzamientos de conciertos tipo This time around, conciertazo -y eso es raro- con Bolin, o Live in London etc.), son regalos, enciclopedias a consultar regularmente, tesoros para disfrutar con uno mismo o con quién entienda de qué cojones va esto.