sábado, mayo 12, 2012

ESCRIBIR CONTIGO EN BRAZOS

Escribir contigo en brazos es muy difícil. Ya soy malo tecleando, y a cada media frase debo retroceder y corregir dislexias varias. Pero contigo en brazos, tus babillas impregnando mis manos, con tu hipo y tus movimientos de ratoncito es imposible sacar algo en claro. Pronto aprenderás que papi sabe hacer pocas cosas de papi. Papi no te va a colgar un cuadro, o te lo colgará mal, y no podrá confeccionarte un disfraz con cuatro telas. Pero hace bien poco que papi decidió que una de las pocas cosas que sabía hacer era escribir. Y tengo que decirte que escribir me ha llevado por muchos caminos. Escribiendo he ganado dinero, he dejado de ganarlo e incluso he dejado de escribir. Acumulo muchas más páginas en blanco que cualquier copistería del barrio. Pero es así, también hay futbolistas que a veces juegan y a veces no. Y tú ya puedes seguir babeándome las manos y el pantalón, que yo seguiré aquí sentado delante del ordenador. Por cierto que papi ya ni se acuerda de lo que estaba escribiendo, se ha distraído con este post y ahora a ver quién lo devuelve al trabajo. Tú no, desde luego. Esta tarde no hay quién te duerma, mi amor.