sábado, abril 25, 2009

ENTRENADORES DE FÚTBOL

Leo en El País: "Nadie puede creer que una persona en la calle está con las mismas pulsaciones que una persona que se juega la Liga delante de cien mil espectadores. No tiene justificación pero entiendo que el chaval perdió los papeles". Lo dice el entrenador del Real Madrid Juande Ramos, justificando la brutal agresión que uno de sus jugadores, Pepe, lanzó contra un rival del Getafe hace tres días. Creo que los entrenadores de fútbol, si no son como Guardiola, tendrían que dejar los banquillos e irse a currar a la obra. Incultos, bárbaros, analfabetos como Juande Ramos provocan que la violencia esté justificada cada día, "el chaval perdió los papeles" dice, ¿así que podemos perder los papeles si nos jugamos la liga ante cien mil personas? Si empezamos a justificar la violencia en el deporte acabaremos haciéndolo también cuando un tipo, por tener un mal día en el trabajo, salga de su coche en medio de un atasco y se líe a ostias con el primero que se le cruce. Juande Ramos es el típico entrenador sin moral, el perro de presa sin cerebro, recuerdo que en otra ocasión, cuando entrenaba al Sevilla también disculpó que el público lanzara objetos al campo. Los entrenadores de fútbol de primera división ocupan el estrato más bajo de la evolución humana, tipos con chándal que se comen los mocos y se cortan las uñas en el banquillo, y se tocan los huevos, racaraca, delante de las cámaras. Guardiola es demasiado inteligente para ellos, demasiado sensible, demasiado atractivo. No entiendo como aguanta ocupar el mismo rango laboral.

ROLLING STONES PRIMERIZOS


Qué maravilla. Nada como la juventud. Escucho un poco de los primeros discos de los Stones (December´s children (and everybody else), The Rolling Stones Now!, Out of our heads...), cuando el hippysmo no había hecho acto de presencia y Jagger y Richards parecían estudiantes haciendo novillos. Pero cómo creaban, cada tema es un paso más, notas que cada canción es un nivel más en un aprendizaje meteórico que les llevaría en dos o tres añitos a cepillarse el mundo con Beggar´s Banquet y Let it bleed. Eran jóvenes y absorvían blues como esponjas, experimentaban sin censuras de la mano de Brian Jones, y tocaban con una gracia y una energía inauditas. Pillo cualquier tema de la época: Mercy, mercy, Play with fire, She said yeah y suenan frescos, convencidos de su potencial y sobretodo enamorados de la música que tocan. Esta etapa primeriza de los Stones es la que primero me atrapó, de hecho tardé bastantes años en descubrir la grandeza de Exile on Main St. o Some girls. Ahora, si se trata de escuchar algo de ellos, me voy más a los setenta, pero detenerme en una maravilla como Rolling Stones, Now! de 1965 es para mi como recuperar el camino. Si escuchas estos primeros discos y te gustan, luego nadie te podrá venir con monsergas ni falsos ídolos del siglo XXI.