miércoles, noviembre 18, 2009

BOB DYLAN LIVE: RADIO CITY MUSIC HALL 1988.

Los tres volúmenes de Paul Williams dedicados a Bob Dylan son tres de mis lecturas favoritas de todos los tiempos. Sin conocer su pionera carrera con la revista Crawdaddy! u otros trabajos literarios, lo que Paul Williams ha dejado escrito sobre Bob Dylan me ha influenciado en mi forma de amar, valorar y (humildemente) escribir la música. Ahora que este veterano crítico ha entrado trágicamente en el penoso túnel del Alzheimer, y pasa sus días en una residencia desconectado del mundo real, le rendiré un pequeño homenaje a él y a su artista favorito y uno de mis ídolos, Bob Dylan; para ello iré repasando de vez en cuando algunos de mis conciertos favoritos, de todas las épocas, bootlegs facilmente localizables en internet, y sobretodo en el megastore dylaniano que es la web Expectingrain.com. No espero tener muchas visitas con posts como este, pero lo bonito es tener la oportunidad de escuchar de nuevo estos conciertos y plasmar mi opinión alegremente en la pantalla. Este es, en definitiva, mi viaje.


(Paul Williams)

Es imposible entender gran parte de la trayectoria de Dylan sin bucear en su actividad sobre el escenario, sus míticas actuaciones y también sus patinazos. En mi caso, tiendo a escuchar más sus directos que sus discos en estudio, así que empiezo. Primer concierto: Radio City Music Hall, 19 de octubre de 1988.

La gira Interstate 88 consistió en 65 conciertos por todo Estados Unidos. Él último tour de Dylan había sido el extraordinario periplo europeo con Tom Petty & The Heartbreakers acompañados de las cantantes gospel Queens of Rythm. Pero para esta ocasión Dylan estaba decidido a quitar aditivos y presentarse a su público en su forma más punk. Una banda formada por bajo, guitarra y batería y un Dylan que dejó aparcada la armónica durante todo el tour fueron la nueva propuesta. Las canciones sonaron duras y secas, sin adornos ni tonterías, y Dylan consiguió meterse bastante a fondo en todos los conciertos, y así hasta llegar al final de gira en Nueva York, con tres noches consecutivas en el precioso Radio City Music Hall. Escuchando este bootleg (denominado Stuck Inside of New York) compruebas que a Dylan le falla la voz después de toda la gira, canta a veces como si se estuviera pidiendo la décima cerveza en una taberna de mala muerte, pero a cambio aporta energía y una cierta mala baba a los temas.



El concierto empieza con una sorpresa mayúscula, uno de sus temas más alocados y queridos: Subterranean Homesick Blues escupido a pelo, sin chorradas. Cada noche durante esta gira era igual, Dylan daba dos pasos al frente y vomitaba Subterranean Homesick Blues, a veces sonaba decente, normalmente resultaba caótica, pero es un inicio valiente, aquí estoy y empiezaré con mi canción más jodida de interpretar: "Johnny´s in the basement, mixing up the medicine!". Me gusta como suena John Brown, tema al que le cogió cariño durante esta época, y Stuck Inside of Mobile resucita a un muerto con esos primeros acordes que son una traca de alegría. Hay más sorpresas, la super oscura en directo Bob Dyñan´s 115th Dream, o la sección acústica que interpreta a solas con su guitarrista G.E Smith, con una versión preciosa del tradicional Barbara Allen o de uno de los temas que casi nunca canta mal: One too many mornings, además de la titánica Gates of Eden.
En 1988 Dylan no hablaba entre canción y canción (bien, pocas veces lo hace), y sus conciertos eran cortos y directos. Las guitarras iban a todo trapo y la voz desgarraba en los temas eléctricos, y las acústicas eran un remanso de paz y lugar para sorprender al público con versiones de temas tradicionales. Este concierto de Nueva York no es el mejor de la gira ni mucho menos (los primeros fueron tremendos, con Neil Young de invitado apoyando a la guitarra), pero suena de fábula, casi como un directo oficial, y yo le tengo cariño, lo escucho a menudo. En esta época, Dylan grababa discos amorfos con pocos momentos salvables (Knocked out loaded, Down in the Groove...), por lo que volcaba toda su esquiva creatividad en conciertos fogosos como este.