martes, septiembre 02, 2008

RECINTOS MÍTICOS - RUINAS VERGONZOSAS

Que en un país, Estados Unidos, donde se rinde un cierto respeto por los mayores, por lo antiguo, en campos como el deporte (devoción por viejas estrellas del baseball, homenajes a los jugadores importantes de cada equipo, respeto del público) o la música (museos a más honra de Hank Williams ¡incluso el denostado y comercial Hall of Fame!), se destruyan monumentos como los pabellones Boston Garden o el Winterland, te da que pensar. En USA no van sobrados de catedrales, o murallas góticas, así que harían bien en no destruir su patrimonio cultural, mitológico y artístico (Boston Garden, recinto art decó levantado en 1928, Winterland, construído en 1906) y consturir los parkings y los malls en otro sitio.
Aquí van algunas pruebas de la vergüenza...

Penoso estado del Winterland en 1985:



Boston Garden, demolido en 1997. Aquí, recuerdo ahora, le robó Larry Bird un balón de oro a Isiah Thomas, pasó a Dennis Johnson y victoria de los Celtics:



A la derecha de la imagen, el precioso Chicago Stadium de 1929 (el hogar de Michael Jordan), que ya tenía los días contados cuando le pusieron al feo e inmenso United Center al lado. Comparad:



Y así se vino abajo el Chicago Stadium. Pena:

GRATEFUL DEAD: "THE CLOSING OF WINTERLAND"


Ninguna banda en la historia actuó tantas veces en el Winterland de San Francisco, 59 veces en concreto, y por supuesto, ellos fueron los que cerraron la historia de ese mágico recinto (recordad: The Band grabó allí su Last Waltz, Springsteen dió uno de sus más legendarios shows pocos días antes que este de los Dead, y mil etcéteras más). En 1978, 31 de diciembre, Jerry Garcia y los suyos ofrecieron un interminable concierto de fin de año (¡con lso Blues Brothers de teloneros!) que daba paso al 1979 y sellaba de forma dulce, en una nube de denso humo de marihuana, la estancia del viejísimo Winterland, que llevaba Bill Graham desde el 67, en nuestro planeta. El concierto es apoteósico, una ceremonia dead tanto para iniciados como para pros, cuatro cd´s que podeis encontrar en las tiendas a menos de 20 euros, con la versión definitiva de la canción definitiva, la sinuosa, inagotable Terrapin Station, con la recuperación del totem deadhead Dark Star, en una impro ensoñadora, y más impros y enganches de un tema con otro, como el magnífico inicio, de esos que te reconcilian con el mundo, con Sugar Magnolia, cristalina y rítmica, vital, y Fire on the Mountain, insistente y adictiva. El tramo country de Me and my uncle y la Johnnycashiana Big River, Ramble on rose... En fin, que cada uno elija su momento. Los Dead son un mundo que, con cuatriples cd´s así te absorve hasta el tuétano, da miedo, porque buceas más y más en estos conciertos (o por ejemplo, los directos de archivo que fueron sacando hace no mucho con el nombre de Dick´s Picks) y pierdes la actualidad musical de vista, pero supongo que vale la pena. Soy adicto a esta banda, y el sonido de la guitarra de Jerry, lo habré dicho mil veces, es el sonido que me llevaré a la tumba.