miércoles, octubre 03, 2012

BOB DYLAN, "TEMPEST" (2012)

Mi principal preocupación era saber si Tempest llegaría a estar a la altura de Modern Times. Bendita preocupación esta, cuando Modern times (el disco de Thunder on the mountain, Nettie More, Workingman blues...) es uno de los grandes discos de Bob Dylan. Paladeando estos días Tempest, creo que si no está a la altura poco le falta. Bob Dylan nos está regalando un otoño vital de valor incalculable. Y no será ahora cuando empezaré a alabar como concibe sus tours, lo que ha mutado su música junto con su voz y su visión de la vida, su compromiso total consigo mismo. No sé, es Bob Dylan, un héroe del que podemos seguir disfrutando en la actualidad en todo su esplendor. De Tempest me quedo con su parte central, con la garra de Pay in blood, el honky tonk blues de Early roman kings, repetitivo e insistente hasta decir basta, con la magia de Scarlet Town, la forma en que desenrosca una maravilla como Long and wasted years... Canciones como Narrow way las hace con los ojos cerrados hoy día, al estilo Tweedle dee..., pero sigue siendo encantadora si la disfrutas verso a verso. Luegp está Tempest, el penúltimo tema, una canción-rio que nos cuenta... ¡el hundimiento del Titánic!, casi un cuarto de hora de historias de muerte, amor y un dios inmisericorde en medio del océano. Es el Dylan más dulce que recuerdo en mucho tiempo, "The watchman he lay dreaming / Of all the things that can be / He dreamed the Titanic was sinking / Into the deep blue sea". Qué canción tan valiente, construida de forma tan sencilla. Al fin y al cabo eso es lo que queremos, que nos cuenten un buen cuento con el que poder conciliar el sueño en esta vida que se nos ha puesto tan patas arriba. Gracias Bob.