domingo, junio 14, 2009

TERRORISTA PSICOLÓGICO

Odio que la gente se cruce. El típico amigo o conocido que no está de acuerdo con algo que has dicho o hecho y que no te lo dice, pero en cambio empieza a poner caras de asco, a actuar de una forma destructóramente sutil, a sonreir a destiempo y poner cara de palo cuando no toca, a no reirte los chistes que antes le molaban, a ignorarte de forma clara... pero sin que se note, como si fueses tú el paranóico. Este tipo de terrorista psicológico es incapaz de pronunciarse, de cogerte un día y decirte oye, que no estoy de acuerdo con lo que dijiste / hiciste el otro día y eres un gilipollas por haberlo dicho / hecho. Pero no, el terrorista psicológico prefiere callar y desmoralizarte con su cara de perro (¡mientras a los demás les trata igual de bien que siempre!), incluso será capaz de hablar de la situación con otra persona, a tus espaldas, y a ella si le dirá lo que siente, de tal modo que tu averiguarás por esta tercera persona que el terrorista psicológico está cabreado contigo, y encima ¡tendrás que ir a decirle, con tacto y cariño, qué coño le pasa! Hay en el mundo una falta de valentía tremenda, nos creemos machotes cuando criticamos a alguien que no está delante, pero a la cara nadie dice nada, preferimos actuar como críos, poniendo caras raras y saboteando la moral del otro. Yo sé lo que se siente al ser agredido por un terrorista psicológico de esa clase, y se lo que se siente al actuar como tal. A veces, soy uno de ellos.