jueves, agosto 18, 2011

THE RODS, WILD DOGS (1982)


Descubrí a The Rods hace pocas semanas, en el concierto de la banda de pendejos homenaje a Dio, compartiendo cartel con Anvil. The Rods fueron los primeros en salir, y me sorprendió su hard rock reserva, sin costuras, callejero, motorizado. Un trío de veteranos salidos del túnel del tiempo que conservaban una dignidad envidiable. Los tres, bajo, guitarra y batería en una forma fantástica. El líder de la banda, David "Rock" Feinstein es primo de Ronnie Dio, y militó con él en Elf. En los últimos tiempos pues, me ha dado por seguirles la pista a The Rods, y me he encontrado con una curiosa bifurcación de la New Wave of British Heavy Metal por la vía USA. Una banda americana que a principios de los 80 podrían haber competido con Raven por acceder a la primera división que ocupaban Maiden, Leppard y los demás. Me recuerdan a Krokus, aunque no tengan mucho que ver a nivel de sonido, pero ambas son bandas periféricas que fabricaban composiciones de rock-metal como churros y que sin embargo jamás han contado con el beneplácito masivo, aunque en el caso de Krokus sí que lo tuvieron muy cerca, girando con éxito por USA y grabando semi-mini-hits e inmensos discos de forma bastante continuada (el últi mo, Hoodoo, es un pedazo de tralla que deberíais instalar en vuestras orejas ya). En las notas interiores de la reedición de este Wild Dogs (1982) que manejo estos días, los componentes de The Rods se autodeclaran fracasados, y se arrepienten de eso y de aquello, incluso critican un disco tan bravo como este, diciendo que les obligaron a ser más comerciales etc. etc. Bien, probáblemente les siga hiriendo el hecho de no haberse comido el mundo en su momento, pero yo no lamentaría haber grabado un discazo como este, defendible y furioso, que todavía interpretan en directo hoy día con esa convicción. La reedición está cuidada y mimada, vale la pena. Como digo, The Rods son una vía alternativa del heavy de primeros de los 80, cuando todo se cocía en las islas británicas, y ellos batallaban casi en solitario en su país. Muy recomendable.