domingo, junio 15, 2014

LA TARDE


La tarde es el momento en que las cosas pueden perpetuarse unos segundos más. Imagino que muchas de las canciones de Lucinda salen por la tarde, o de madrugada. Da igual. Pero la tarde.

Hay un abismo que está ahí. Antes no lo veía, o lo imaginaba tan solo para vivir emociones y derrochar momentos. Ahora se impone seguir avanzando, pero recapitular debe ya formar parte de nuestras tareas habituales. Subir de vez en cuando al desván y tratar de ordenar los objetos inútiles que una vez sirvieron para tanto.

Ordena el piso, cuida lo que te queda de lo que una vez fuiste, porque quizás no vuelvas a desear como una vez lo hiciste, porque quizás no puedas volver a echar a perder los tesoros como solías, como un nuevo rico sacando la cartera, porque sabes que ahora las facturas te llegan muy pronto, porque tienes un sentido del ridículo del que antes carecías, porque eres padre y ya todo lo que haces es herencia y sedimento. Soñar te descentra, y lo que antes te hacía sentirte vivo y dichoso, ahora es un jodido dolor de cabeza.