viernes, octubre 23, 2009

LAS MEJORES HAMBURGUESAS DE BARCELONA

Una vez escuché decir a un importante cocinero que una hamburguesa puede ser un plato de alta cocina si es honesta. La hamburguesa ha sido la comida más prostituida, hinchada, maltratada, comercializada y masificada del pasado siglo y lo que llevamos de este (aunque pronto puede verse alcanzada por el pobre sushi). La carne picada es sinónimo de baja cultura gastronómica y aborregamiento, y ahí está por ejemplo el clásico libro Fast Food de Eric Slosser para abrirnos los ojos sobre las formas y los efectos de la temible industria de la comida rápida. A ver quién es el valiente que reivindica la hamburguesa con sinceridad y sin caer en la pose, a ver quién es el listo que da con la receta de la hamburguesa honesta. Pues bien, en Barcelona hay un lugar donde han encontrado el camino, se llama La Burg, y está en el barrio de Sarrià, y seguro que muchos lo conocéis. Es un restaurante moderno, discretamente decorado e iluminado, donde se proponen devolver a la hamburguesa algo del prestigio que alguna vez tuvo. Son las mejores hamburguesas de la ciudad. La carne cruda (si la pides muy hecha igualmente te la sirven bastante roja, acostúmbrate), y la carne de buey. Poco más que añadir. Carne de buey enrabietada en la parrilla a golpe de llama, sangrante por dentro, y con todo el sabor y textura. Desde su web, La Burg reivindica el slow food, e invita a que te sientes en el local y disfrutes con calma de la comida, ese es el primer paso hacia la honestidad, nosotros mismos, nuestra predisposición al disfrute, el tiempo que generósamente debemos ceder a la comida; luego la web hace un recorrido muy ilustrativo por la historia de la hamburguesa, desde los tártaros, hasta los alemanes que la llevaron de Hamburgo a Estados Unidos en el siglo XIX. Tienen el concepto, la idea, y la llevan a cabo. La Burg es un proyecto con fondo, saben lo que quieren y les está yendo bien. En la carta, solo hamburguesas (los talibanes anti carne que se relajen, hay una hamburguesa de seitán), pide también los nachos, y puedes regarte a ti mismo no solo con cerveza, sino con un buen tinto, y luego, gin tonic.