viernes, septiembre 04, 2009

THE BLACK CROWES: "BEFORE THE FROST..." (2009)


Éstoy tan convencido de que Warpaint es un gran disco que me acerco con todas las ganas del mundo a Before the frost... (y a su hermano, ... Until the Freeze, que te puedes descargar de la web del grupo una vez has comprado el primero, y que aún no he tenido tiempo de saborear) y aún así pienso que quizás no superen la magia de Goodbye daughters of the revolution, Evergreen o el sonido general de Warpaint, editado hace nada, en 2008. Pero siceramente, qué más da. Esta banda maneja su carrera con la seguridad de que esto va para largo, de que el reguero creativo no va a detenerse, y simplemente ponen toda su sapiencia, buen gusto, experiencia, lo que sea, en cada nuevo lanzamiento. Imposible decir nada en contra de Lions, Warpaint o de Before the frost..., inútil compararlos con sus primeros discos, son distintos y a la vez coherentes con The southern harmony and musical companion y todo aquello. La discrografía de los Black Crowes es un río perfecto que no deja de ensancharse para que entre más riqueza, más matices, pero siempre en el mismo cauce, aquel rock n´soul sureño que nos cambió la vida hace casi dos décadas. Es un mundo el que separa lo elemental, y lo mágico, de un riff como el de Houston don´t dream about me, el octavo tema de Before the frost..., y todo el nuevo disco de los Blackberry Smoke; no los comparo porque sería una tontería, y Little piece of dixie está bien, pero no es nada especial, es un buen disco de rock y ya está, si no existiera me daría igual, y eso es porque a Blackberry Smoke, y a tantas otras buenas bandas, les falta un ADN que solo poseen grupos como el de los hermanos Robinson, es un ADN que dura toda la vida, como el de Keith Richards, y que impregna cada cosa que graban de un toque especial, mejor o peor, pero especial. No se me ocurre carrera más perfecta que la de los Black Crowes, ni canciones más redondas que Appalöosa, Good morning captain o The last place that love lives. Ahora mismo esta es la música que hay que escuchar, y la han grabado en la granja de Levon Helm, en directo, y tienen más huevos que nadie. Están aquí y están vivos, en plena forma, con Luther Dickinson. No puede haber nada mejor que esto, empezar el día con Good morning captain y terminarlo con The last place that love lives.