sábado, febrero 04, 2012

GARY MOORE, LIVE AT MONTREAUX 2010


El blues de Gary Moore era bronco, de brocha gorda, blues de carga y descarga, de Área de Guissona, de torno, palé y hormigón. Su guitarra derramaba lágrimas de elefante, y la sutileza era sutituida por la traca y el petardazo. Pero hay algunos álbumes blues de Gary Moore que me gustan, como el que le dedicó a Peter Green, Blues for Greeny. De su etapa anterior, el mismo blues paquidérmico era hard rock fuerte, de sabores celtas, con inolvidables discos como We want Moore, inmenso directo, su mejor entrega en mi opinión, que fue Victims of the future o Run for cover. Con el tiempo se le perdonan sus años de blues para las masas, de algo había que comer, y si podía ser, sin soltar agudos imposibles. Pero cuando en 2010 Gary decidió girar de nuevo con Neil Carter a los teclados y coros (ahora calvo como una bola de billar) y recuperar su carrera hard rockera, todos nos felicitamos. Lo que suena en este directo desde Montreaux es un Gary tan bronco como siempre, saliendo airoso con temas exigentes como el inicial Over the hills and far away, y firmando en escena tres temas nuevos que no están nada mal. Su aspecto delataba que algo no iba del todo bien, recordaba a Rory Gallagher en los 90; ambos tocaban muy bien, pero de repente te los encontrabas hinchados como globos, evidenciando sus problemas de salud. Lástima que Gary muriera pocos meses después de este concierto (en un rincón tan lamentable como Estepona). Gary era un buen tipo, y no me caen los anillos al reconocer que ahora disfruto no solo de sus álbumes duros, sino del blues de Corte Inglés que se inventó luego y que tan rico le hizo.