martes, agosto 26, 2014

ESCRIBIR AHORA

Escribir es maravilloso. Descubrí eso hace bien poco.

He trabajado con guionistas de cierto renombre, me he divertido creando cosas, e incluso he ganado un buen dinero con ello. Pero no fue hasta hace poco, cuando reorienté parte de mis actividades profesionales, que me di cuenta de que escribir me había creado también un sentimiento de inferioridad, que dedicándote a ello a pleno pulmón también marcabas unas metas, y con ello, una permanente insatisfacción. Y todo se resiente. No puedes escribir con el peso del mundo encima, no puedes escribir, ni vivir, pensando que hay quién te juzga y te condena. Es extraño, los hay que controlan la situación, brindo por ellos, pero yo no soy así. Y luego pasé mucho tiempo sin hacer nada, herido y vacío, seco, y solo ahora me doy cuenta de que todo estaba bien. Había un plan, el mejor plan para mi.

Ahora escribo por placer o porque me sale de los huevos, o desde el anonimato por razones profesionales, o desde mis cuentos y mis tonterías, o lo que le explico a mi hija, o mis canciones. Ahora, que no pasa nada si no llevo la puta mierda puta y puta libretita de las ideas, que lo único que hacía era criar malvas en la cartera, y que al abrirla te hacía sentir como la mierda; ahora que yo dirijo y marco los tiempos, ahora que controlo la tensión, la ansiedad, ahora que no me juego la vida. Ahora todo funciona. Ahora, escribo.