jueves, noviembre 06, 2008

NIÑOS CONTENTOS

El mayor placer que experimento en las clases de audiovisual es comprobar como los niños les piden a sus padres películas de Buster Keaton para Reyes, o saber que algunos desean que llegue la hora de mi clase (dios... ¡que un chaval en un sitio tan siniestro como una escuela desee que un profesor entre en clase!), o como hace unos días, cuando un chavalín (rubito, bajito, con la piel blanquecina y un hilo de voz, pero con una mente deseosa de abrirse en canal al mundo) me dió un DVD-R con su primera película en video grabada este verano (ahora dice que ya está filmando la segunda, no para). Por fin la he visto, y ahí estaban su hermano pequeño y sus amigotes de los apartamentos interpretando a los personajes de una historia de castillos terroríficos y chicas raptadas, era como si estuvieran en Verano Azul, y mi alumno detrás de la cámara, grabando, sabedor de que su función es la de un silencioso maestro de ceremonias, la del titiritero de un cuento de hadas, casi podía verle dando las indicaciones a su "crew" de actores mediante todo tipo de gestos, disfrutando mientras construía una historia de la nada, sintiendo que esto de dirigir una película, su gran película, era algo que no estaba nada mal, y que el fútbol y la piscina podían esperar. En clase, le he dicho que me había sorprendido, que la película está muy bien, y que vaya, parece que te gusta esto de ser director. A él le ha molado que se lo dijera. En pocos años me quitara el trabajo, maldito.