lunes, abril 21, 2014

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ (ME ALQUILO PARA SOÑAR)

Es tan apabullante la de artículos que se están vertiendo estos días sobre Gabriel García Márquez. Vaya por delante: yo he leído la mitad de Cien años de soledad (suelo cansarme con las novelas, y muchas las abandono, por más que me dejen sin palabras, como es este el caso), entera Noticia de un secuestro, y entera Crónica de una muerte anunciada, que era obligatoria en COU.

Pero a este señor lo conservaré siempre en mi corazón por tres libros que he tenido la suerte de recomendar en mis cursos de guión, los cuales me descubrió mi amiga Montse Pedrós, y que son Biblia absoluta para el que sienta fascinación por lo que significa contar, o escuchar, o leer, una buena historia. Cómo se cuenta un cuento, La bendita manía de contar, y por encima de todos, Me alquilo para soñar, son imprescindibles, básicos en mi vida. Libros sobre la pasión de crear, la efervescencia de las ideas en grupo; como una idea, y otra, y otra, van conformando una historia. Guionistas, aspirantes, cuenta cuentos, estos libros valen más que un jodido master. En un master os van a cobrar pastones por algo que García Márquez y un grupo de jóvenes alumnos os enseñan en vivo y en directo. Contar historias es apasionarse, es arriesgarse, lanzar los dados, meterse en berenjenales ¡es maravilloso!

Los valores del trabajo en grupo (no os aisléis escritores, trabajad con gente, escuchad, contrastad ¡reíros!), la maravillosa construcción, sencilla ¡transparente, viva! de una historia. Leyendo estos libros todo me parece tan lógico y bonito. Para mi, ellos son Gabriel García Márquez.

sábado, abril 12, 2014

¿TE HAN PEGADO ALGUNA VEZ?

¿Te han pegado alguna vez? no un golpe o una pelea. Una paliza que te dan, y a la que no opones resistencia. Pam, pam, pam. Los hay que hemos recibido puñetazos en nuestra cara y en nuestra espalda, sin parar. Somos como un club, aunque no nos conozcamos. Nos une lo que sabemos. Y sabemos que hay un antes y un después.

Me he cruzado con un vídeo que no tendría que haber visto. Facebook te obliga a ver cosas, y hay gente que las cuelga y te dicen que compartas. Perros heridos, galgos ahorcados, o un vídeo de una adolescente pegando a otra por las buenas. La gente alrededor mirando, claro. Bueno, no quería hablar demasiado de ese vídeo en cuestión.

Sin embargo pienso en la chica que está recibiendo los golpes, y sé que lo peor para ella no van a ser esos momentos. Lo peor será después, al día siguiente, y los días siguientes del resto de su vida. Hay algo que se te corta cuando te pegan. Como haber visto las costuras del horror y no poder verbalizarlo, ni saber que hacer con ello. Es todo lo que viene después. Vives con un sentimiento de terror incrustado en el corazón. Hay unos fotogramas congelados, y los tendrás ahí para siempre, pero también hay un silencio y una soledad irreparables.

Nada se arregla a ostias, eso lo tengo claro. Lo tenemos claro los que tuvimos la mala suerte de recibirlas un maldito día; entonces notamos que el alma se nos abría en canal, y que había lágrimas que dolían tanto, tanto, que no podríamos llorarlas nunca.

Y que tendríamos miedo cada día de nuestras vidas.

jueves, abril 10, 2014

MI DESPOLITIZACIÓN

Es el proceso que he estado siguiendo en los últimos tiempos. Despolitizándome.

Creo firmemente que todos deberíamos despolitizarnos una, dos, o diez veces en la vida. Descargarnos de razones, des-indignarnos, dar un elegante paso atrás en las conversaciones sobre política, no calentarse más con el soberanismo, los afectados por la hipoteca, el PSC, el PP... Pasar olímpicamente de todo eso durante un tiempo. Puedes llegar a sentirte mal, o tener tentaciones de ocultarlo. Cuando el 15M, ya me estaba desvistiendo de opinión política y compromiso con cualquier grupo o masa que reivindicase lo que fuera; a mi alrededor, algunos no lo entendían, y yo me sentía insolidario. A nadie le gusta escuchar que no irás a manifestarte, o que desistes de defender un ideario político concreto, o que no te indignas como los demás. Pero no me indigné. Pasé.

Gracias a este proceso, me estoy lavando de muchas cosas. Me descargo de razones, me hago menos sabiondo, y me dedico a escuchar y a preguntar. Es fantástico, probadlo, os encontraréis con montones  de personajes a los que les encanta escucharse a si mismos, ellos han descubierto la llave secreta de la sociedad, saben a lo que deben votar desde que nacieron, te cuentan que todos vivimos en Matrix y que la culpa es de los bancos, saben a quién odian, saben si irán o no irán, lo saben todo. Yo escucho, pregunto y sigo varado en mi pasotismo. Me gusta así.

Mi despolitización me redirige hacia otras cosas. Peace, love and understanding, mi hija, mi mujer, mis derivas personales. Ahora mismo no disfruto escribiendo sobre política, o sobre la crisis, no me meto en discusiones, ni babeo con mis propio discurso. Sí, soy egoísta, y todo me la trae al pario.

lunes, abril 07, 2014

RASURADOS, PELOS, BARBA

Bien, leía hoy que los rasurados genitales, tan en boga en los últimos años, son caldo de cultivo de enfermedades infecciosas. Lógico, todo lo hortera es infeccioso. 

Nunca he entendido esa fiebre por quitar pelo de las zonas donde más bonito queda. No le veo el atractivo, es chungo, poligonero, no rockea. Soy muy básico en esto. Lo natural me gusta. Me gusta que todo esté bien cuidado y natural. Algo que en absoluto cumplo yo con mi barba. Quería hablar de mi barba.

Mi barba me ayuda a aparentar la edad que tengo, y a no parecer un espécimen extraño con rasgos de adolescente. La barba nos ha salvado a los que íbamos justitos en el físico, los que, apurando, nos hemos podido comer algún rosco dejándonos crecer el pelo en la cara y ganando, no sé, interés, o algo así. Mi barba es extraña, no es uniforme en cuanto a paleta de colores, crece rebelde, muy a su aire, y su dueño no es el mejor y más constante jardinero que podía tener. Últimamente me gusta dejar que crezca hasta que mi mujer, o alguna amiga, me advierte de que me estoy pasando. Por otro lado, afeitarse me parece el coñazo más grande por el que puedo pasar.   

Siempre recordaré que de niño, una profesora les puso una nota a mis padres junto con mis calificaciones, decía: "no cuida de su aspecto personal". Bien, hoy puedo decir que en cuestiones de barba, esa profesora no iba nada desencaminada. Otra cosa es pensar en la poca sensibilidad que implicaba una nota así. Nadie deja de cuidarse, y sí deja de confiar en sí mismo. Supongo que era más fácil describir a un niño como descuidado, sucio o lo que fuera, como decían de mi, en vez de preguntarse por qué lo era. 

viernes, abril 04, 2014

SOY PADRE, Y NO ME TOQUES LOS COJONES

Soy padre, y no me toques los cojones.

Mi hija me ha enseñado que hay un camino, y que lo otro importa menos. Mi hija me protege, me ha concedido poderes ilimitados, fuerza, inteligencia, y un talento que no creía tener. Mi hija me ha convertido en alguien que vale mucho la pena. No me toques los cojones. No es una cuestión del lugar que ocupas en una escala social o laboral, es algo que no vas a entender nunca. El amor de mi hija es protector. Puedo llorar y puedo acabar el día arrollado por un tren de mercancías, no importa. Donde antes me detenía a mirar a los demás como un perro abandonado, ahora enfoco y sé a dónde debo ir. Tengo una visión lejana, infinita. Cuido de ella y de su madre, cuando tú solo cuidas de tonterías. Mi vida tiene un relato.

Eres tan imbécil que no lo entiendes. No existe la humillación, y al primer paso atrás ella me resitúa. No somos los padres los que criamos a nuestros hijos, ellos nos crían y nos enseñan. Nos salvan y nos redimen de nuestros pecados y nuestra estupidez. Me he dejado mucho amor por el camino, mucha rabia, he vivido como un juguete escacharrado, un satélite averiado buscando alguna señal perdida en el espacio. Ahora estoy aquí. Me queda tanto amor por dar, y sé exactamente quién lo va a recibir. No me toques los cojones.

jueves, abril 03, 2014

DRIVE-BY TRUCKERS, MI REENCUENTRO


La música viene y va. Las bandas suben y bajan en tu listado mental, según estados de ánimo, ganas, manías, y un millón de matices más. Menos las elegidas claro, yo que sé, en mi cabeza Kiss o Grateful Dead siempre serán perfectas en todo su recorrido; este tipo de grupos son familia, y me une la sangre. Poca broma.

Pero bandas como Drive-By Truckers, un día las amaba, y de repente me cansaron. Para mi, la obra cumbre de esta excesivamente venerada banda de rock americano anda ya lejos, concretamente en Decoratin day, del 2003, pero todo son opiniones. De sus cambios de formación, y último par de discos no he querido saber nada. Me habían cansado. Punto. Ahora sin embargo, Drive-By Truckers vuelven, y no dejo de estar con ellos. English oceans es un viaje por carretera, con un paisaje gigantesco en el horizonte, con electricidad Crazy Horse, historias de personas bien contadas, y en fin, con un algo que hace que canciones como Pauline Hawkins no dejen de sonar en mi andrajoso discman.

Es lo que tienen los reencuentros con antiguas amantes. Hay algo que renace y se hace más intenso. Un reconocimiento y una chispa que vuelve. English oceans es de lo más gratificante que llevo escuchado este año.