sábado, junio 13, 2009

MÚSICA PARA EL GIMNASIO

Los gimnasios son o muy tunnings y cutres, repletos de chunguísimos porteros de discoteca de Europa del Este copando las máquinas y las pesas, locales que casi son un gueto con vestuarios indecentes, donde los tipos dejan toda su mierda a la vista cuando se van, y la peña se saca los mocos en la ducha haciendo unos ruidos de pesadilla, o por el contrario son demasiado pijos, con demasiada señora tiquitiqui arriba y abajo y mucha tontería en general. Actualmente, ahora que vuelvo a hacer deporte, voy a un gimnasio más de los del primer grupo, tiene sus cosas feas como he dicho, pero en general estoy a gusto. La banda sonora en la sala de máquinas son unos monitores conectados a VH1, tampoco es para quejarse, aunque lo bueno sería tener todo el rato las maravillosas compilaciones de clips rockeros de VH1 Rocks. Últimamente, mi señora me cede el iPod, así que voy cargado de música ideal para ejercitar los músculos. Una de las bandas más recomendables como música de gimnasio es sin duda Rush. La velocidad, el ritmo de carrera de la música de los Rush de los 80 me va de fábula para correr en la cinta o en la bicicleta estática, escuchando pasteles ochenteros como Power Windows me siento Perico Delgado en el tour ¡o Fignon! ¡Qué gran tipo ese Fignon! Luego puedo escuchar a Rose Tattoo, Motley Crüe, Michael Schenker, incluso el otro día probé con Fleet Foxes, y la freakada resultó, levanté más peso que nunca con mis bracitos.