domingo, noviembre 09, 2008

TONY MARTIN & BLACK SABBATH


Después de Sammy Hagar, sigo con mis inútiles reivindicaciones de vocalistas poco respetados. Siguiente, Tony Martin. Si hay algún cantante a quién varios miles de heavys le darían una colleja o le robarían la merienda sería a él, el hombre que manejó el micro de Black Sabbath en los tumultuosos años 80 y primeros 90. Tony Martin era llamado y despachado del grupo que por entonces, como siempre, controlaba Tony Iommi como si fuera un simple fontanero a domicilio. Y él aceptaba, ya fuera sustituyendo a Glenn Hughes y Ray Gillen en una primera etapa, o cubriendo la baja de Ronnie James Dio ya en los 90. Tony cantaba al estilo Dio, y su voz se adaptaba a cualquier canción de Sabbath, ya fuera de la época Ozzy, época Dio o lo que le pidieran, cantaba como Dio pero añadiendo más dramatismo, en un tono más operístico, aunque sin alardes vocales. Siempre me han gustado los discos de Sabbath en los que tomó parte este hombre, es un heavy épico, oscuro y lírico, es más, The eternal idol, de 1987, es una obra maestra, poesía pura, y a este le siguen grandes discos como Headless Cross, extraordinario, o Tyr. Temas como The shining, Headless Cross, The law maker, Hard life to love y muchos más dignifican la oscura labor de este profesional.



Tony Martin, un tipo gris, que, pobre, ahora trata de sobrevivir como puede interpretando los temas de su época Sabbath en directo, mientras se rapa al cero para olvidarse de sus problemas de calvicie. Yo acudo a los discos de Sabbath en los 80 con asiduidad, son momentos especiales para mi, sé que nadie en el mundo estará escuchándolos en ese instante, porque nadie en el mundo se acuerda ya de fontaneros como Tony Martin, un tipo que vino, cumplió y se fue.