lunes, septiembre 10, 2012

MANIFESTACIÓN POR LA INDEPENDENCIA

El hecho de manifestarse , o el mismo concepto manifestación, está hoy día muy devaluado, gracias a políticos, sindicatos, patronales, medios etc. que se apropian voraces de los significados de las manifestaciones en su favor, moldeando cifras e intenciones a su gusto. Y las manifestaciones, por exceso, por la manipulación que, como digo, se hace a posteriori, y por los imbéciles que las estropean con violencia (con el consentimiento y aplauso de tanta gente que siempre pasaba por ahí) no significan hoy practicamente nada. Cuando se habla de voluntad del pueblo solo se menta a los que van, pero los que se quedan también son pueblo, y tienen voluntad, digo yo. Las manifestaciones son un sedimento cultural de otro siglo y otra época, como las huelgas. Como personajes de romería palurda tipo Sánchez Gordillo, y como tantos actores que salen a la palestra en estos tiempos de crisis económica, ética y neuronal. Pero mi posición respecto a la mani de mañana, reivindicando la independencia de Catalunya, es todo lo contrario a lo que estoy diciendo. Será que me gusta traicionar mis ideas de vez en cuando. No me he sentido partícipe de los últimos movimientos sociales tipo indignados, o la huelga general. Digamos que no salgo a la calle desde lo de Irak. Pero esta vez miro para otro lado cuando pienso en el circo político que se está armando (Durán i Lleida y el PSC en primer lugar, qué poca seriedad, qué forma de intentar salir en la foto a cualquier precio), cuando leo y escucho a medios afines a la independencia henchirse de pegajosa poesía chovinista para describir lo que sucederá en unas horas, y medios contrarios con sus ataques y su habitual mala baba. No sé, mañana saldremos con mi hija, y quiero que ella también será partícipe de algo bonito, que de poco servirá quizás, pero que por lo menos refuerza autoestimas y sentimientos. Le haré una foto y quizás le guste verse allí en unos años. Por mi parte, me considero un independentista tranquilo, que quiere que gane la selección española y que piensa en castellano. Como independentista tranquilo saldré mañana, porque creo en la existencia de un país llamado Catalunya. Los insultos a los que no piensan igual, las proclamas descerebradas y las tonterías propias de eventos así no van conmigo. Tan solo pasearé y participaré.